Capitulo 15

504 26 6
                                    


LLevabamos más de un mes juntas y ya casi se podia decir que era algo oficial. Los días eran geniales a su lado y sentía que cada vez me volvia más adicta a ella.  Pensaba que ya habian llegado a un limite mis enormes ganas de besarla cada vez que la veia, pero me equivoqué. Era algo que iba en crechendo.

Todo iba genial y querer se empezaba a quedar corto para nosotras. Podrá sonar patetico por el tiempo que llevabamos pero era algo real. Era muy intenso. Nos veiamos casi todos los días y cuando no, pensabamos una en la otra. Al menos eso hacía yo.

Estaba totalmente colada por sus huesos, literalmente sin exagerar ni una sola palabra. Estabamos engancgadas una a la otra.Nunca había deseado tanto a alguien como a ella, me encantaban todas sus facetas. La sexy la dulce la atrevida la timida e incluso la desquiciada. Que lo estaba bastante, para que engañarnos. Me hacía reir cuando se enfadaba por cualquier cosita sin importancia, yo tenia esa capacidad de calmarla y saberla llevar. Porqué a Elettra hay que saberla llevar, al igual que a mi.

Elettra ya había conocido a mi familia, en calidad de amiga y me encantaba que la relación con ellos fuera tan buena. Me hacía feliz que conociese a personas importantes en mi vida ya que ella también lo era.

También teniamos algún problema que otro. Ella había quedado con Marty para la cena de aquel día y también unas cuantas veces más. Aunque claramente no habia pasado nada entre ellos, estaba claro que sus padres la querían emparejar, pero la culpa era de ella por no dejarles claro que no estaba interesada.

Hoy la estaba esperando en mi casa, mi familia no estaba y habiamos organizado una cena aquí. Me había pasado toda la tarde cocinando.  Ella me había prometido que hablaría con sus padres sobre el tema Marty, y les dejaría claro que no quería seguir haciendo el tonto con el.

Tenía muchas ganas de verla. Desde ayer no la habia podido ver, ya que en el instituto se había empezado a organizar el baile de navidad ( y aunque aun quedaba un mes) y a elettra le había tocado como ayudante por sorteo. Esos bailes me encantaban, porque siempre terminabamos liandola y me hacía ilusion que viniese Elettra por primera vez. Habíamos quedado en ir en grupo, ya que aunque me encantaría ir en pareja con ella, comprendía que todavía era pronto para hacerlo oficial a ojos de tanta gente.

Al cabo de un rato llegó Elettra. Apenas bebíamos nunca pero esta noche había dejado un poquito de vino en la mesa. Cuando me di cuenta sentí a Elettra pasearse por la casa, de un lado a otro con la copa en la mano, ya llevaba la segunda y yo todavía tenía más de la mitad de la mía.

Ella no dijo nada y se acercó al equipo de música para encenderlo y comenzar a bailar contra mi, de forma muy muy provocativa. En cualquier otro momento me habría quedado loca y habría hecho el amor con ella en la misma alfombra del salón. Pero estaba viendo en sus ojos que le pasaba algo y en ese momento no pude reconocerla en su propia mirada.

-¿ Que haces?

- Lo unico que te voy a poder dar. Dejame follarte Alexandra, es lo unico para lo que sirvo.Lo unico para lo que quiero que me quieras.

Inmediatamente me alejé de ella sin entender nada. Me había dejado totalmente desconcertada y dolida

- Venga, Alexandra. Lo estás deseando.

- ¿ Estás borracha?

- No sirvo para nada más. ¿ Por que cazzo me quieres eh? Si soy una stroncha di merda.

Dijo gritandome y golpeando sus puños contra mi pecho.  Yo ya estaba al borde de las lagrimas porque no entendía nada.

- ¿ No vas a enfadarte? - me dijo gritando.

- ¿ Por que estas haciendo esto?- dije con un hilo de voz.

- Por que voy a ir al baile de Navidad con Marty. He querido plantarle cara a mis padres pero no lo he hecho. No tengo otra opción. Me doy asco a mi misma. NO QUIERO SER UNA DECEPCIÓN CONSTANTE PARA TI.

Ninguna palabra pudo salir de mi boca, aunque lo intenté. Me había dejado con la boca abierta.

- Te amo, Alex. Pero no quiero estar más contigo. No estamos hechas para estar juntas. Son mundos muy distintos. - dijo llorando-  Prefiero que me odies a que veas con tus ojos que no soy suficiente para ti.  Olvidame.

Ella se acercó hacia mi y beso mis labios. Yo seguía petrificada en el mismo lugar y en mi boca pude saborear una mezcla de mis lagrimas y las suyas. Luego se fue.

Cuando pude reaccionar, mi cuerpo lo hizo conmigo. Tiré con irá del mantel de la mesa con fuerza llevando al suelo todo lo que habia preparado y la vajilla.  Luego golpee con ganas el sofá y me tiré a llorar encima de el.

- Puta cobarde- grité con tanta fuerza como si ella pudiera escucharme.


YoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora