Mundos desiguales

Capitulo 2

-¡Mamá! ¡Me voy a la entrevista de trabajo!. ¡Volveré a la hora de comer!. ¡Cuídense!
-Ok hija. ¡Suerte!
Salí de casa bastante positiva, tenía la esperanza de conseguir ese trabajo. El dinero me hacía falta y ese trabajo era el mejor, si me lo concedían, claro..
Llegué a la parada del autobús y no tuve que esperar mucho hasta que este apareció, "Bueno, al menos no llegaré tarde". Pensé.
Al cabo de media hora aproximadamente llegué a las empresas Herrera.
Entré en la recepción y allí me informaron que fuera a la planta 12, allí esperaría en la sala hasta que Alfonso, el dueño de la Empresa, me recibiera.
Subí y me dirigí hacia la sala de espera, cuando una mujer de unos cincuenta años se dirigió hacia mi.
-Perdone señorita, ¿Es usted Anahi Giovanna?
-Si, ¿Por qué?
-El señor Herrera la está esperando.
-¿Cómo? yo tenía la entrevista a las 10.30, apenas son las 10..
-Lo sé, pero hubo una cancelación de otra candidata y a usted le toca ahora, que bueno que haya venido antes. Al señor no le gusta que le hagan perder el tiempo.
-Ok, ¿Es aquel despacho?
-Si, ese mismo. Vaya y pique a la puerta. Alfonso le recibirá.
La amable señora se sentó en una mesa de oficina, supuse que sería la secretaria..
Me dirigí hacia el despacho que me había indicado. Piqué a la puerta y en breves instantes oí un seco "Pase".
Abrí la puerta y entré. Era un despacho bastante amplio, con dos mesas de oficina y muy buena iluminación.
-Buenos días ¿Eres Anahi, no?
-Si señor, Anahi Giovanna.
Le tendí la mano, me la apretó levemente.
-Yo Alfonso, Herrera. Siéntese, por favor.
Me senté como él me dijo. Me quedé mirándole. La verdad es que la imagen que suele tener la gente de un importante empresario no es la que tenía él. Era alto, moreno, apuesto.. Vamos, todo lo contrario a como me lo esperaba, bajito, con gafas y entradas en el cabello..
Parece que empezaba bien la mañana..

"¡Vaya pedazo de bombón!".
¿Pero se puede saber en qué piensas, Poncho?. Estás buscando una secretaria, una asistente.. No alguien a quien llevarte a la cama.
Agarré unos papeles, su currículo, lo leí por encima. La verdad es que no había tenido tiempo de hacerlo, y si lo había tenido no me había apetecido. Cuando terminé, levante la vista y la miré.
-Por lo que veo has estado trabajando recientemente en una tienda de modas ¿Cierto?
Me asintió con la cabeza, parecía que la estaba intimidando. La verdad es que no sé por qué.
-Puedes contestarme de palabra.
Le sonreí, mi secretaria me aconseja que sonría, mi hermana me lo aconseja, todos me lo aconsejan. Supongo que tendré que empezar a hacerlo más a menudo. Decidí empezar esa mañana con esa chica.
-Está bien. Si, estuve trabajando hace poco en una tienda de modas, pero la cerraron y me quedé sin empleo.
-¿Tienes experiencia en este campo?
-Pues la verdad es que no..
La chica estaba bastante apenada por ello..
-Nunca he trabajado en algo parecido, la verdad es que si consigo este empleo sería el segundo que tengo..
Me dio una ternura increíble, y por el esfuerzo y empeño con el que había escrito su currículo se veía que necesitaba en serio el trabajo, así que no lo pensé más y apunté algo en unos papeles.
-De acuerdo, empiezas mañana.
-¿Qué? Pero..
La chica me miraba extrañada, demasiado extrañada.. La verdad es que yo hubiera mirado a quién tuviera delante en esa situación de la misma manera en la cual ella me miraba.
-Pero nada. Estás contratada. Allá afuera te dirá mi secretaría todo lo que tienes que traer mañana, horarios y tus funciones. De tu salario hablaremos mañana también. ¿Te parece?
-S..si. Está bien, de acuerdo.
La vi salir, bueno, más bien vi salir su trasero, porque era lo único que miraba.. Desde que entró sólo me fijé en sus ojos y en su trasero.
Tenía que ir a terapia. Después de pensar eso me reí solo.