Mundos desiguales

Capitulo 13

¿Cómo se supone que debía tomarse eso que le acaba de decir?.

Dulce hizo una mueca, pero no dijo nada. Fijamente miraba a Christopher, como si supiera que aún le quedaba algo más que decir.

Pero no fue así, ambos se quedaron callados, mirándose.

Nadie hablaba.

Rápidamente Dulce se adentró en la habitación y cerró la puerta, dejando fuera a un Christopher realmente desorientado y confuso.

¿Qué había dicho?

Todas las mujeres con las que había estado se hubieran sentido "halagas" por el comentario, pero vio algo en los ojos de Dulce cuando le había dicho eso que era diferente a las demás.

¿Miedo?
No, no creía.

¿O tal vez si?

Dulce apoyó su delicada espalda en la pared y echó hacia atrás la cabeza, cerrando los ojos.
Los recuerdos iban y venían en su cabeza, no cesaban.. dolían.
Había pasado mucho tiempo, mucho.. ¿Por qué seguía afectándole tanto?

Christopher picó varias veces a la puerta, sin obtener respuesta alguna.

-Dul, por favor.. ábreme

Se quedó apoyado en la puerta.

No sabía cómo solucionar aquello. Bueno, la verdad es qué no sabía ni siquiera qué solucionar.
Algo había dicho o hecho, de eso no cabía la menor duda. La prueba estaba en que Dulce, prácticamente, le había dado con al puerta en las narices.

La puerta se abrió despacio y Christopher lo sintió. Rápidamente se apartó de la puerta y se colocó frente a ella.

Dulce se había colocado una bata y.. ¡Había estado llorando!.
Tenía los ojos hinchados y un poco enrojecidos.

Ambos se miraron, sin decir nada. Aquello era raro.

Dulce no podía más, rompió a llorar de nuevo.

Christopher se acercó a ella y la abrazó, haciendo que apoyara suavemente la cabeza en su pecho y acariciándole lentamente el pelo.

Cerró la puerta tras de él como pudo.

-Shh, tranquila.. tranquila

Ambos se sentaron en la cama cuando Dulce pudo tranquilizarse.

¿Qué le pasaba? ¿Qué había hecho?
No entendía nada. Pero tenía que preguntarle..

-Lo siento..

-No, tranquilo.. –dijo secándose las lágrimas- la que tengo pedirte disculpas soy yo a ti.

-No, no Dul. Si dije algo que te molestó, que te..

-¡No! Es culpa mía. En serio, lo siento..

Una mirada le bastó a Ucker para comprender que no debía de meterse más en el asunto.
Y además sabía que no tenía una relación muy conseguida con Dulce. A él no le contaría nada.

Pero quería saber que le pasaba, quería conocerlo todo de ella, quería protegerla.

Sentía esos deseos, la necesidad de estar con ella. A cada minuto, a cada segundo.

¿Qué le estaba pasando?

Normalmente él no era así.. él no se.. ¿Enamoraba?

¡No! Él no, nunca.