Capitulo 8

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-Buenos días, ¿Está el señor Uckerman?
-Sí, ¿Tenía cita con él, señorita?
-No, bueno.. me dijo que viniera en..
-Margarita no te preocupes. Ya atiendo a la señorita Espinoza.
Su voz resonó desde detrás de donde yo me encontraba. Un escalofrío se apoderó de mi cuerpo.. ¿Qué me pasaba?
-Oh, de acuerdo señor.
Pasé a la oficina delante de él, me hizo un gesto de que me sentara en una de las sillas que había al lado de la mesa.
Él se sentó en su silla detrás del escritorio
-Y bien, ¿Qué te trae por aquí?
-¿Por qué desapareciste ayer sin más?
-Señorita Espinoza, como verá, estoy trabajando.. En horas de trabajo no hablo de mi vida personal..
"beep"
-De acuerdo. Vine a decirle cuál es mi decisión, si la quiere saber, claro..
-Me encantaría escucharla.
-Al final me decidí por hacer esa campaña, claro está que tengo algunas condiciones.
Él se empezó a reír, no lo entendía.. No había dicho nada que resultase gracioso.
-Pensaba que el jefe era yo, y el que ponía las condiciones era yo.
Así que eso era..
-Si, bueno. Pero dado el hecho de que me ofreciste el trabajo de una manera un tanto brusca, digamos que tengo derecho a decirte mis condiciones.
-Está bien, te escucho.. lo que no significa que las vaya a aceptar, claro está.
Me encogí de hombros. Él sabrá.
-Para empezar, seguiré manteniendo mi empleo en el bar, necesito el dinero.
-Pero..
-No, déjame terminar.
-¡No! No te dejaré terminar porque sé que todas las condiciones que me vas a decir son tan estúpidas como esta que me acabas de decir ahora.. En esta sesión ganarías el doble.. ¿Qué digo el doble? El triple de lo que ganarías en tres meses trabajando en el bar, ¡o quizá más! ¿Qué no te das cuenta?
-Aún así, señor Uckerman, es mi decisión.. Así que le pediría que mis horarios en la sesión no interfieran con mi otro trabajo, a poder ser.
-Está bien, si no hay otra opción.. Respetaré los horarios del antro para que puedas compaginar ambos empleos.
-Gracias, Christopher
-¿Me has tuteado o me lo ha parecido?
-Oh, lo sient..
-Ni termines, sabes que prefiero que me tutees.. Debo ser yo el que se disculpe, creo que fui demasiado grosero antes.. Discúlpame, Dul..
Me levante tan rápido como pude, tenía que salir de allí antes de que empezáramos alguna de esas conversaciones de las que no sabes como salir.. Además.. Dios mío, además no me había fijado lo bien que le quedaba el traje..
-No te preocupes, disculpas aceptadas y todo olvidado. Ahora debo irme.
Y sin más me fui. Creo que hice exactamente lo que hizo él el día anterior.

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