Capitulo 15

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Había pasado ya cerca de un mes desde que Dulce y Christopher habían vuelto de aquel viaje.

Todo había salido a la perfección.

Christopher había conseguido convencer a la directiva de que había que renovar cada cierto tiempo las modelos, había firmado dos contratos para dos nuevas campañas de publicidad y a los directivos les había encantado Dulce.

Todo había salido perfecto. Todo.

Excepto una cosa.

Desde que llegaron de vuelta a México, no se hablaban. Parecían dos completos extraños que no se conocían de nada.

Sus diálogos se basaban en meras palabras de cortesía, escuetos y a veces casi sin sentido.

Dulce estaba terminando una agotadora sesión de fotos que había comenzado a primera hora de la mañana.

Aunque eso le vendría bien para al menos mantener la mente ocupada y lejos de lo que en ese momento era su particular problema. Y además tenía nombre.

Christopher Uckerman.

-¿Dulce, querida, te encuentras bien? –le preguntó Jack, el fotógrafo, con un tono amable-

-Sí, sí.. me encuentro bien. –quiso sonreír, pero sólo le salió una sonrisa a medias- Sólo estoy un poco cansada, eso es todo.

-Si quieres podemos seguir en otro momento, no hay problema..

-No, no hace falta Jack. Cuanto antes terminemos con esto, antes nos podremos ir a casa ambos..

Mientras tanto, al otro lado de la empresa..

Christopher estaba sentado en la silla de su despacho, dándole vueltas a una serie de papeles que le habían llegado de las otras empresas con referente a las nuevas campañas que había firmado, aunque no conseguía concentrarse.

Tenía un problema, pero no sabía cual era.. y lo estaba distrayendo bastante de su labor.

-¡Ey, Uckerman! Me dijeron que ya volviste del viaje–preguntó Miguel entrando al despacho-

-Sí, regresé hace un mes.. ¿Dónde te habías metido?

-Por ahí, por allá.. –se rió- Ya sabes –dijo encogiéndose de hombros-Espera, espera.. –dijo pensando- ¿Llegas hace un mes y no te pasas a verme? –lo miró arqueando una ceja, asombrado- Vaya.. interesante.. –dijo frotándose la barbilla-

Christopher levantó la cabeza de los papeles y miró a Miguel.

-¿Interesante? –dijo sin comprender- No te entiendo, amigo.

-Ahá.. –contestó asintiendo- Eso significa dos cosas: que te han abducido los extraterrestres y te han vuelto idio*ta o que estás enamorado –miró la pila de informes- a las pruebas me remito –dijo señalando con un gesto los informes-

Christopher se quedó callado, mirando a su amigo con una ceja levantada.

¿Enamorado, él?

No, ni pensarlo. Sólo estaba cansado, y por culpa de cansancio no podía concentrarse en el trabajo.

¿Pero enamorado?

Nunca.

-No, ni hablar.. sólo estoy un poco cansado, eso es todo.. –dijo Christopher, convenciéndose con sus palabras él mismo-

-Si tú lo dices.. –se encogió de hombros- aunque yo creo que no, y siendo que lo de los extraterrestres es poco improbable, por no decir imposible, creo que me decanto por la segunda opción.

-De veras tío que estás loco.. Sabes que yo nunca me he enamorado.

-Nunca es tarde, ¿no? –le miró- Además, no soy el único que opina eso.

Christopher resopló a causa de la frustración.

-¿Quién más opina esa tontería, Miguel?

-Casi todos los que trabajamos aquí y te conocemos.. –se queda pensando- bueno, y los que no te conocen también –dijo sonriendo ampliamente- a leguas se nota, Uckerman..

Al ver que Christopher le miraba más confundido, decidió que con Chris no se podía dar rodeos a los asuntos de ese tipo.

-Dulce María, la pelirroja.. –le miró- Guapa, sexy.. ¿Sabes ya se quién hablo, no?

-Obviamente sé de quién hablas, pero me has dejado verdaderamente sorprendido.

-Ahora el que no comprende soy yo.

-Verás, es muy sencillo. –se puso de pie y miró a su amigo- Eso es completamente una estupidez, es absurdo.. es una empleada, una modelo de la nueva campaña. Fin.

-¿Eso crees tú, Christopher? –Miguel cambió el tono de la voz, comprendiendo el asunto-

-Sí, eso es lo que creo, y eso es lo que es.

-Bien, me has dado tu opinión, te daré yo la mía..

Miguel carraspeó y se acercó a la mesa, colocando las manos sobre el escritorio.

-Lo que yo creo, Christopher, es que este viaje de negocios ha sido más que eso.. –le miraba atentamente- y te has dado cuenta de que, por primera vez en tu vida, una mujer para ti es algo más que una simple noche de se*xo desenfrenado. Y tienes miedo, miedo de enamorarte –suspiró- aunque ya lo hayas hecho. Entonces, el problema es que no quieres aceptar la situación, y te niegas a ver los hechos.

Christopher escuchaba cada palabra que le decía Miguel, mientras que a la vez en su mente se repetían imágenes constantemente de tiempos vividos, en el viaje.

Con Dulce.

-Yo, por mi parte, no tengo nada más que decirte. Sólo espero que pienses en todo lo que te he dicho, y que abras los ojos de una vez. –lo miró con dureza- Dul es una buena mujer, Chris.. no la pierdas.

Y sin más, salió del despacho.

Christopher se sentó en su silla de cuerpo, apoyando los codos en el escritorio, escondiendo la cara entre las manos.

Había encontrado su problema.

Dulce María.

La mujer que amaba desde que la conoció.

Y él había sido un idi*ota que durante un mes la había ignorado.

Mundos desigualesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora