My Biggest Addiction!

capitulo 22: La porcelana rota tarda en pegarse (II)

Muy buenas hermanas mías del señor y que seguramente han de tener unas ganas inmensas de matar a Ari :v

Me disculpo nuevamente, tal parece que esto se está volviendo cotidiano, pero créanme que no me gusta no actualizar TnT, los estúpidos deberes están que me tienen hasta la m...

Pero por hoy no quisiera pensar en eso, así que sin más y esperando que no me maten 💔 les traigo el cap de hoy :333

A leer!!!!

(Perdónenme si llegan a ver errores fatales de ortografía y demás :3)

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Las luces azules y rojas parpadeaban en las paredes de las casas de al lado, algunos curiosos miraban por las ventanas y otros un poco más desvergonzados salían a ver qué era lo que sucedía.

Leo continuaba hablando con el oficial de azul mientras cierto pelinegro se encontraba dentro del auto con la cara baja y la mirada perdida en el asiento.

-Así que ... después de eso ya no le vimos-

-de acuerdo- dijo el policía terminando de apuntar en su cuadernillo y mirándole hacia arriba.

-que pasara ahora entonces?- pregunto el rubio preocupado.

-Ya emitimos una orden de aprensión en caso de encontrarlo, así que no se preocupen- dijo el policía mientras miraba a los chicos -si el caso es exactamente como nos han dicho entonces es más grave de lo que pensamos-

-gracias- dijo el rubio mirando en el auto al pelinegro quien seguía con la mirada pegada al tablero del auto, solo suspiro y camino hacia él.

Tenía varias cosas que decirle ahora.

Cuando subió al carro, prendió el motor y comenzó el viaje a un destino que el pelinegro desconocía, claro que a estas alturas estaba demasiado metido en sus propios problemas como para ponerle atención.

¿Cómo estaría su Jae?

¿Cuánto no estaría sufriendo en ese momento?

Eran esas suposiciones las que lo hacían sentir aún más mal, sintiendo una opresión en el pecho que, hacia su respiración pesada, casi al punto de sentir que ardía queriendo no hacerlo más.

Cuando sintió que el auto paro alzo los ojos para ver una cafetería al lado del camino bastante vacía ¿Cuánto tiempo había estado dentro de sus perdidos pensamientos?

-Baja...- dijo el rubio mientras abría la puerta sin mirarle -tengo cosas ...que decirte –

-pero... pero y Jaehw...-

-Primero necesito que sepas algo antes de seguir con esto- le dijo algo molesto el rubio y saliendo del carro, Ravi solo le miro extrañado pero desganado a la vez.

Bajo del auto igualmente y entraron al pequeño establecimiento.

Estaba casi desierto de gente, aun así, el par de jóvenes se fueron a sentar a una de las mesas más lejanas, la que estaba junto a la ventana hacia el vacío campo de la carretera.

El rubio pidió lo mismo y esperaron en silencio los dos cafés que no tardaron en llegar.

El pelinegro se le quedo viendo al mayor, dándole una probada de café para enfocar sus profundos ojos en los suyos, de alguna manera se sintió nervioso.