CAPITULO 3: ENTRE LA ESPADA Y LA PARED

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La pelirroja se fue al baño corriendo dejando allí a la pelinegra con esa sonrisa de satisfacción; y se miró al espejo.

-No puede ser, no puede ser- Dijo Lena susurrándose a sí misma

De repente, vio Nastya que entraba a los sanitarios.

-Lena ¿Qué pasó? Vi que saliste despavorida- Dijo una preocupada Nastya

-Es por mi paciente.

-¿Tan feo es que te asustó?

-Es la que trató de atropellarme aquella vez.

-¡No lo puedo creer! Lena por lo que más quieras no se te ocurra ofenderla, por favor.

-¿Y por qué no debería? Estoy en mi derecho.

-Bueno cuando te fuiste, el Profesor dijo que si había una queja por parte del paciente, iba a bajar puntos a la calificación y conociendo lo matadita que eres, no creo que convenga reclamarle nada a esa chica, trata de ser fuerte por favor.

Lena y Nastya salieron del baño, Lena se dirigió de vuelta al salón de clases, cuando repente su "paciente" le habló.

-Oye niñita, ¿Por qué me dejaste así de descuidada y sola? Que no sabes que de ahora en adelante, puedo acusarte por maltrato, es decir por abandono.

Lena de manera molesta tomó a Yulia de la mano, caminando con pisadas fuertes, llevándola lejos donde nadie pudiera escucharla.

-Escucha, ahora que estamos en un ambiente tranquilo, podemos hablar ¿Cómo dices que te llamas?- Preguntó la pelirroja.

-¿Tan pronto te olvidaste de mí? Vaya, Me llamo Julia.

-¿Julia qué?

-Vólkova

-De acuerdo Julia, mira sabes que no me agradas y yo tampoco te agrado, las circunstancias en las que nos conocimos no fueron las indicadas, pero podemos llevar una actitud profesional en esta tarea, por nuestro bien académico y...

-Alto, alto disculpa que te interrumpa, pero no es mi culpa que no te sepas cruzar la calle, además dices que no te gustó como nos conocimos, no me hagas reír, si hubo un momento que no me quitaste la mirada de encima, quizá te sientes así de frustrada y enojada, porque nunca te voy a hacer caso- Dijo Julia riéndose de manera burlesca.

-A ver Julia, a mí no me interesas en lo absoluto, puedo notar que tienes otros gustos respecto a las personas, déjame decirte que yo soy diferente a ti en eso, para tu mala suerte me gustan los chicos, y si me gustarán las chicas créeme que jamás consideraría estar contigo ni un momento, y si no te quite la mirada de encima era por la impresión de tu baja capacidad para manejar.

-Ah, recuerda niña, no puedes ofenderme más cuidado con lo que dices, ¿Por qué no eres más educada como tu otra amiga la pacifica?

-Se llama Nastya, no pacífica.

-Como sea, por cierto no me has dicho tu nombre.

-Soy Elena, Elena Katina.

-¿No te puedo decir pecosa?

-No, yo tengo nombre aunque te tardes más.

-Que amargada.

-Ya deja de ofenderme.

-Cálmate cálmate, mejor regresamos con los demás, no quiero que piensen que me gustan las chicas pelirrojas y amargadas.

-No te preocupes, no compartimos el mismo gusto.

Lena y Julia regresaron con los demás y el Profesor dio nuevas indicaciones.

-Bien muchachos, ya todos tienen a sus parejas, ahora las practicas comienzan la siguiente semana, por lo mientras queden de acuerdo en sus horarios que ustedes gusten verse, mínimo 3 días a la semana, nada de ofenderse por favor, den una buena imagen de profesionalismo; esto será por 6 meses y si no les gusta considérense reprobados, sin más pueden retirarse a sus casas.

Del Chantaje al AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora