CAPITULO 4: DIFERENTES NOCHES, PENSAMIENTOS COMPARTIDOS

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Sash había pasado en carro por Lena, algo que admiraba ella de su novio, era que se ganaba las cosas con su propio esfuerzo y le agradaba el hecho de saber que ella tenía la dicha de poder ser la persona con la que Sash compartía sus los logros.

-Te extrañé mucho cielo.

-Yo también princesita, sabes que no puedo vivir sin ti.

-Y... ¿A dónde me llevará joven?

-Vayamos a un restaurante italiano que conozco por aquí, es nuevo, me encantaría poder llevarte, claro si la bella dama acepta.

-Por supuesto.

Sash estacionó el auto, abrió la puerta y aprovechando abrió la puerta de Lena, le ofreció su brazo y caminaron juntos a aquel restaurante.

-Sash estoy muy contenta de que al fin podemos pasar tiempo de calidad juntos.

-Igual yo linda, mira sabes que nunca tenemos problemas entre los dos nos entendemos muy bien sabes.

-Sí aunque me gustaría que pudieras dedicarme más tiempo.

-Lena, sabes que estoy a punto de terminar la carrera de administración, además últimamente tu tampoco me dedicas tanto tiempo que digamos, sólo veo que te preocupan tus libros de psicología y esas cosas relacionadas a la salud mental.

Sash observó cómo Lena bajó su mirada de manera que pareciera que estuviera decepcionada de ella misma y se arrepintió de haberse expresado de aquella manera.

-Princesa, discúlpame no es mi intención hacerte sentir mal, hablemos de otra cosa, cuéntame acerca de tus prácticas que tal estuvieron ¿Cómo es tu paciente?

-Tienes razón no quiero tener problemas y mucho menos contigo, mi paciente es una mujer.

-¿Una mujer, es decir que ya está muy grandecita?- Dijo Sash riéndose.

-¡Al contrario! Tiene casi mi edad, 18 años.

-Ah ya ¿Y es guapa? Aunque no creo que más guapa que tú.

-Ni te molestes en tratar de "conquistarla"- Dijo Lena haciendo énfasis en aquella palabra -Tiene otros gustos.

-¿Le gustan las chicas? Bah esa clase de mujeres generalmente visten como hombres, ni se notan que sean muchachas.

-Ella no es así, digamos que tiene lo suyo, no necesariamente se viste de hombre, no tengas estereotipos por las personas.

Por un momento en la mente de la pelirroja, recordó el momento en que Yulia había acortado la distancia entre ellas, logrando detallar más a fondo su rostro, era muy hermosa a pesar de su serio semblante, que lástima que su actitud no sea igual; sin darse cuenta cierta parte de sangre había ya recorrido sus pecosas mejillas.

-A ver Lena, con esto que me acabas de comentar, parece como si te hubiera llamado la atención.

-Sash por Dios, como piensas así de mí, me conoces.

-Sí, bueno tú solo mantente profesional y sobre todo, no des tu brazo a torcer, por nada del mundo se te ocurra dejarte manipular por tu paciente, tú llevas las riendas en el asunto, recuérdalo.

-Demasiado tarde- Pensó Lena para sí misma.

-Sabes Lena he pensado que no sólo es tu culpa que no nos veamos, yo también he estado muy ocupado... Ya sé te propongo esto ¿Qué te parece si te marco en estos días para salir aunque sea dos veces por semana?

-Me parece perfecto- Dijo Lena expresando mucha felicidad; ya que estos últimos meses de relación con Sash sólo llegaban a verse dos veces al mes porque él siempre estaba ocupado con asuntos de su carrera, ya no quería seguir distanciándose de él, quería que cumpliera con esa propuesta que le ofrecía.

Del Chantaje al AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora