CAPITULO 19: LA FIESTA

610 26 2
                                    

La pelirroja al sentir los labios de Julia sobre ella se dejó llevar por tal acto que le ocasionó perder la noción del tiempo podía sentir el calor de la pelinegra y el de ella al juntarse sus cuerpos con delicadeza; pero el encanto que la estaba sucumbiendo terminó al ver que Julia se separó levemente de ella aún con los ojos entrecerrados.

-¡Maldita sea que asco me dan estúpidas!- Gritó Rupert.

-Ahora si no es mucha molestia podrías dejar en paz a "mi novia"- Replicó la pelinegra haciendo énfasis en lo último.

-Maldita Vólkova lárguense ahora mismo.

-Bien no quiero seguir discutiendo con un imbécil como tú, vámonos Lena- Dijo tomándola de la mano- Es hora de irnos de aquí.

Ambas salieron con destino para volver al hotel, en el transcurso ninguna de las dos mencionó palabra alguna de lo sucedido, en la mente de la pelirroja sólo había dudas y confusiones, una parte de ella pensaba en lo que sintió al dejarse llevar por aquella sensación para ella eso era incorrecto en su persona puesto que siempre había nacido con las costumbres clásicas de que para cada chica estaba su chico y en parte se notaba cierta culpa de haber correspondido el beso sin pensarlo dos veces por otro lado Julia estaba perdida viendo hacia el horizonte ya estaba acostumbrada a besar muchas chicas pero sintió que esta vez había sido diferente a lo que ella acostumbraba; llegaron al hotel y subieron a su habitación así que la pelinegra decidió romper con aquel silencio que las incomodaba de sobremanera.

-Lena, yo lo siento mucho.

-No te disculpes, sé que no lo hiciste con mala intención.

-No quiero que te sientas incomoda o pienses mal de mí.

-Tranquila... No pasa nada.

-Bueno, ya es hora de que descanses es muy noche, lamento de verdad que nos hayamos encontrado a Rupert.

-Descuida Vólkova, no pasa nada.

-Yo, saldré un momento.

-¿Eh? ¿No piensas dormir?

-He de suponer que te debes asear o tomar una ducha, no quiero interrumpir tu privacidad.

-Puedes esperarme en la cama.

-Ya sé, sólo quiero tomar aire tú sabes, despejarme de lo sucedido.

-Como quieras- Se resignó la pelirroja.

-No tardaré.

Julia salió de la habitación y fue hacia el lobby sentándose en uno de los sillones, observaba que sólo estaba ella y otra muchacha rubia que se concentraba leyendo una revista de negocios; la pelinegra puso sus codos sobre sus piernas y colocó su cabeza en sus manos, mientras un pie lo movía por la ansiedad.

-No maldita sea no, no puede ser- Susurraba Julia- Cuando la besé, me gustó, me gustó demasiado, no Vólkova no, juraste a ti misma que era sólo tu amiga y así la verías, es que maldición y me correspondió, Dios daría lo que fuera por sentir sus labios nuevamente y pensar que el idiota de su novio los prueba todos los días, no, ya basta me concentraré para tener una bonita amistad, no llegaré a algo más ni...

-Disculpa- Interrumpió la misma rubia que estaba sentada hace un momento- ¿Tú eres Julia Vólkova verdad?

-Sí, ¿Qué se te ofrece?

-¡No te acuerdas de mí!

-No- Dijo Julia aún sin levantar la cabeza, tratando de ignorar a aquella muchacha.

Del Chantaje al AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora