Del Chantaje al Amor

CAPITULO 29: AL DESCUBIERTO

Se sentía un momento de libertad y de relajación; Julia mantenía los ojos cerrados con la cálida sensación del tacto de su novia, afortunadamente las cosas se habían arreglado entre ambas, Lena sabía que había cometido el error de no querer llevar las cosas con calma por primera vez, y aunque eso en parte le hacía feliz a la pelinegra aún tenía un aspecto en su vida que la estaba incomodando y que había guardado como un secreto para su pelirroja, no veía prudente el hecho de que supiera que de ahora en adelante debía verle la cara a su ex novio que más la dañó acompañada con alguien más cuya identidad aún era desconocida para la familia Vólkova.

-¿En qué piensas? Estas muy tensa- Mencionó la pelirroja masajeando los hombros duros de su pareja que estaba acostada sobre el pasto.

-Cosas del trabajo.

-¿Quieres contarme?

-Papá consideró una alianza con otra empresa de bancos.

-¿Eso es muy malo?

-Es malo por los representantes- Pensó Julia en su mente mientras negaba con la cabeza para no hacer dudar de su falsa respuesta.

-Sé que llegarás al fondo de todo si es que tienes problemas.

-Claro... ¿Harás algo está tarde?

-Saldré con mamá a hacer unas compras, con tu suegra- Jugó.

-Dudo que alguna vez pueda aceptarme- Se sinceró Julia con una mirada triste.

-Lo sabrá pronto.

-No, no, no, Katina no apresures las cosas, todo a su paso.

-Sí ya lo sé, pero no quiero que pienses que me avergüenzo de ti.

-Para nada- Se levantó para besarla- Tengo algo que hacer hoy llegan unos nuevos empleados- Dijo con pesar.

-Ambas estaremos cortas de tiempo.

-Puedo verte si gustas en la madrugada ¿Después de medianoche?

-¡Vas a subir a mi casa!

-¿No quieres?

-Me encantaría, dejaré la ventana abierta por ti.

-Es una cita princesa.

Julia iba demasiado seria en el trayecto, odiaba mentir, a pesar de que antes tenía una peor actitud jamás negaba la realidad de sus pensamientos, después hallaría la manera de explicar lo sucedido; al entrar saludó a todos como de costumbre y al entrar al pasillo de su oficina personal, sintió una terrible sensación al notar el gran descaro de Parviz hacia ella, justo a su lado la oficina del contador había sido transferida para que tomará sitio la de aquel hombre; definitivamente había llevado a cabo una especie de chantaje para obtener aquel beneficio; sin permiso se armó de valor y abrió la puerta.

-Vólkova- Sonrío Parviz con teléfono en mano- Siempre eres así de descortés, las puertas se tocan antes de pasar.

-¿Por qué estás aquí al lado?- Preguntó fríamente.

-¿Te agrada la noticia? Pedí un cambio aquí, es muy cómodo.

-Si piensas que ganas algo con esa actitud, te equivocas.

-Sólo son caprichos míos, no tiene caso de que lo niegue, una parte de mi te extraña... En la cama.

-Maldito hijo de perra- La pelinegra apretó sus músculos como advertencia.

-Conmigo no te pongas así, si no quieres tener una demanda por agresión como problema extra.

-¿Y tu empleado? Debe de ser una rata como lo eres tú.