11. Si tú saltas, yo salto.

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- ¡Señorito Malfoy! ¡Espere! - La profesora Mcgonagall le había alcanzado en uno de los largos corredores de Hogwarts cuando salía hacia las mazmorras a prepararse.

- Digame Señora Directora ..

- Tengo ya apuntado el nombre de todos los prefectos y premios anuales para presentarlos con sus parejas en el baile, solo me faltan usted y la Señorita Granger ... Supongo que... ¿La señorita Greengrass, verdad?- Mcgonagall levantó una ceja intuitivamente. No cabía duda de que esa mujer se enteraba de todo.

- Supone mal directora, le voy a ahorrar trabajo, no tendrá que buscar a Granger después de todo...es mi pareja. - Draco esbozó una sonrisa de suficiencia, le encantaban aquellas situaciones en las que nadie se esperaba lo que él iba a decir.

- ¿Perdón? Señor Malfoy ... no es momento para bromas, quedan solo un par de horas y no hay tiempo que perder. 

- Nunca he hablado más enserio profesora. - Notó como Mcgonagall levantaba la vista del papel que sostenía y le miraba por encima de sus viejas gafas de media luna. 

-Emmm....- Estaba claro que estaba totalmente desconcertada, pero de repente pareció volver en sí y se puso tremendamente seria. - Le advierto Señor Malfoy, que aunque ya no sea la jefa de la casa Gryffindor, le estaré observando... No permitiré que este baile sirva de escarnio público para nadie ¿Le queda claro? 

Lo que si estaba claro es que la profesora Mcgonagall no terminaba de confiar en él, cosa lógica por otra parte. 

- Como el agua, nada más lejos de mi intención y ahora si me disculpa tengo que bajar a las mazmorras a prepararme .... 

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-¡Maldito nido de pájaros enmarañado! - Hermione intentaba domar su pelo sin demasiado éxito, solo había podido alisarse un mechón delantero con bastante esfuerzo, lo demás, imposible. - ¡ODIO MI PELO! ¡LO ODIO! 

- ¡Esperaa! Mi madre dice que los nervios son el peor compañero, yo te ayudaré, intenta tener paciendcia.- Ginny ya estaba peinada y maquillada, solo quedaba ella. - ¡Lavender, Parvati! ¡Venir a ayudarme! 

Las dos chicas llegaron a donde estaba Hermione, la sentaron en una silla y cada una cojió unos cuantos mechones de pelo, lo secaron, peinaron, suavizaron y alisaron; Les llevó bastante tiempo, pero después Lavender recojión la mayor parte de el en un pequeño moño, y le dejo unos cuantos mechones sueltos que caían por los hombros. 

- Así estás perfecta. - La chica le sonrió y le acarició la mejilla. Aquello era su pequeña disculpa por haber provocado aquella pelea con Ron.

- Lavender yo ... gracias, gracias a todas... 

Todas se abrazaron con cuidado y después de darle a Hermione unos pequeños toques de maquillaje  se vistieron. La obación por el vestido de Hermione fue generalizada. Cuando todas iban a salir por la puerta en busca de sus parejas que las esperaban a un lado del recibidor, como era tradición Hermione se acordó del pequeño paquete que descansaba sobre su mesilla de noche.

- Un momento....aún tengo que abrir esto ... - Las cuatro chicas se inclinaron sobre la castaña y cuando lo abrió un suave ''Oooh'' se escuchó en el cuarto. A ella una pequeña lágrima le calló por la mejilla. 

Dentro de la caja, reposando en una base de terciopelo rojo, había un brazalete plateado, con dos perfectas esmeraldas, ''verde slyntherin''  pensó ella al instante, era perfecto, sencillo, pero impresionante. 

-¿Tu pareja es un slyntherin Herm? - Parvati la miraba con los ojos muy abiertos, ella también estaba preciosa, llevaba un vestido gris perla, de raso y tirantes que se pegaba a su esbelta figura y contrastaba con su morena piel. 

CUANDO TUS OJOS SE ENCUENTRAN CON LOS MÍOS (Draco & Hermione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora