5. No la quiero

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[Canción porque sí xd]

[Canción porque sí xd]

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Joel's Pov:

El entierro de Mariana fue lo más largo y triste que he hecho en mi vida... ENTERA. Era una sensación horrible la de estar ahí caminando, mientras que el amor de tu vida está en un cajón, muerta. El tiempo pasaba, los minutos se hacían horas y las horas, días. Ya habían pasado 2, casi 3 días, que no salía de mi cama, ni siquiera iba a la empresa. Era un fiasco sin ella. -Joel, si no quieres ir a trabajar, no vayas. Pero mínimo, ve al hospital, debes recoger a tu hija, la niña ya tiene 3 días ahí. -Me reclama Richard. -No fastidies. -Dije tapándome de cuerpo completo con la frazada, pero él me destapó. - ¿Qué quieres? -Le grité. - ¡Que vayas a ver a tu hija! ¡Te necesita! -Me grita Christopher. -No estoy para cuidar niñas, no puedo... No ahora. -Le dije serio. -Es solo una bebé de 3 días, necesita de ti, no tiene a su madre, pero te tiene a ti, su padre. -Me rice Zabdiel. -Te llevaré para que recojas a tu hija. -Dice Erick jalándome. Fui a rastres al hospital, en compañía de los chicos. -Señorita, vengo a recoger a mi hija. -Dije fingiendo la sonrisa más amable del mundo entero. - ¿Apellidos? -Pregunta. -Pimentel Gamboa. -Respondí. Me llevó a la sala de incubadoras, me señaló a mi bebé, la sacó de ahí y me la entregó. Cuando la cargué, y debo decir que es la 2da vez, sentí algo raro en mí, era feo, muy feo, una sensación de ¿Rabia? ¿Ira? No lo sé, simplemente, no quería cargarla. - ¿Puedes cargarla tú? -Le susurré a Zabdiel. -Él feliz accedió. Fuimos a casa y estaba decidido llegaría y me echaría a dormir. Pero me temo que no fue así. Porque al abrir la puerta de la casa, la vi parada justo enfrente mío, con los brazos cruzados. -Se supone que hace 2 días tu debiste haber estado aquí en casa con mi nieta. -Pregunta con una ceja arqueada. -Mamá ¿Qué haces aquí? -Me había puesto nervioso. -Es lo de menos. -Me responde cortante ¡Vaya que ella sabe como ponerme nervioso! Mi madre, ni muy alta, ni muy baja, una mujer humilde y sencilla, pero que jamás perdía la elegancia. Aparte de mi abuela, era la mujer que más amaba. Mariana, ella no. Ella ya no está... -Mamá yo... -No sabía qué decir. -Dame mi nieta. -Me pide y Zabdiel se la entregó con sumo cuidado. -Bueno, chicos muchas gracias, por todo. -Les dije. -De nada, ya sabes que estoy a 2 departamentos. -Dice Chris sonriendo. -A mí me tienes justo al lado para cualquier cosa. -Dice Erick sonriendo. -Y nosotros estamos justo abajo. -Dicen Richard y Zabdiel. -Mil gracias. -Dije con una sonrisa y ellos procedieron a retirarse. - ¿Dónde está su cuna? -Pregunta. -En la habitación de puerta rosa, justo al lado de la mía. -Dije. Mi madre dejó descansar a la niña ahí, no tardó mucho en regresar. -AHORA SÍ ¿SE PUEDE SABER POR QUÉ NO FUISTE A RECOGER A MI NIETA HACE DOS DÍAS? -Pregunta casi gritando. -Mamá.... -Dije cabizbajo. - ¿Qué te ocurre Joel? ¡Es tu hija! Lo que más anhelabas. -Me dice cruzándose de brazos. -"No la quiero". -Susurré. -¿QUÉ DIJISTE? -Gritó y me asusté. -Que no la quiero mamá. -Elevé mi tono. - ¿Cómo no puedes querer a tu propia hija? -Por favor mamá llévatela, no la quiero cerca, no la puedo ni mirar. Al verla siento rabia, ira, cólera... No sé, pero no la puedo ver. -Le dije. -Mira Joel Pimentel de León, y escúchame bien. Mariana y tú, tuvieron una niña, lastimosamente Mariana ya no está contigo, ella solo te tiene a ti, tú eres su padre y quieras o no te harás cargo de ella, es tu hija. A partir de ahora eres "padre soltero". -Dice mi madre. -Te tiene a ti, su abuela. Mamá no la puedo ver, me da ira de solo mirarla, por su culpa Mariana murió -Me interrumpe- ¡NO LO VUELVAS A DECIR NI DE BROMA! La niña no tiene la culpa de nada, el doctor de dijo que naciera o no la niña, Mariana iba a morir. -Me dice y fue la gota que colmó el vaso, sin darme cuenta ya estaba llorando otra vez. -No tienes idea de lo difícil que es mamá. -Dije entre sollozos mientras abrazaba a mi madre. -Claro que sí, hijo. -Me dice sobando mi espalda. -Primero el abuelo, y ahora Mariana, yo no sé si pueda seguir. -Dije en un hilo casi inaudible. -Cariño, no puedo estar aquí, ya no, recuerda que debo ver a tus hermanos también. -Me dice y me separo. - ¿Tienes que irte ya? -Pregunté. -Sí hijo, por favor has el intento de cuidar a tu hija ¿Sí? -Me dice tomándome del rostro. -Esta bien mamá. -Dije y se va. Eso será imposible... Simplemente "no la quiero"

Bien espero que les haya gustado...

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Ya saben ¡No a las lectoras fantasmas!

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Padre soltero [Joel Pimentel] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora