— Capitulo 3
"Hogar", " Familia", "Amor", y muchas palabras más son las que faltan en mi vocabulario, jamás las tuve y todo mi entorno es como un aproximado.
Mi hogar, lo más cercano a un hogar sería la A.C.C.S. Ósea, La "Asociación de Cazadores de Criaturas Sobrenaturales", que nombre más originan, ¿No?
Mi familia más cercana a sería David quien sería algo parecido a un padre para mí, y los cazadores principiantes categoría A serían como mis hermanos menores.
❝ Por la cruel Isolda el bello Tristán ardía, y en su alma enamorada pensaba en poseerla un día. Cuando se puso a los pies de un sabio hechicero, que le dio un vaso con cierto elixir de amor.
( . . . )
Apenas él bebía un sorbo del mágico brebaje y el rebelde corazón de Isolda se estremeció. Cambiada en un instante aquella cruel belleza, fue él la amante, y vivió fiel a Tristán; aquel primer sorbo por siempre venero❞
De los pocos libros que tengo permitido leer era el que, ojeaba ahora, me dispuse a leer un párrafo para poder ver si era de mi agrado. La mayoría de los libros estaban prohibidos y aun así los leo a escondidas, pero hoy se me había antojado literatura "legal" y después de un largo rato divagando de libro en libro encontré esta bizarra historia de amor, o por lo menos eso entendí en los dos párrafos que había leído.
Me lleve el libro a mis aposentos, donde una vez ahí lo deje a un lado sin prestarle atención por un rato.
Empezaba a quedarme dormida hasta que el escándalo del comedor principal me alertó, me levanté de golpe de mí incómoda cama y corrí al lugar del escándalo.
Los niños estaban agrupados dejando un hueco al centro, empecé a escabullirme con agilidad y por último vi a Chase, el niño de categoría B cubriendo con sus débiles brazos un próximo golpe de un profesor.
Rápidamente evite el golpe, el niño salió corriendo apenas tuvo oportunidad y el profesor, quien también era categoría Z me miró indignado.
— ¡Ese niño merecía un castigo! —. Me jalo del brazo y entramos a una habitación donde había ancianos y adultos mayores, diablos que era rápido ni siquiera me dio tiempo de responderle — Consejo, Suté Evans ha evitado un castigo público — Soplón de —Yo tomaré el castigo de él niño — Mire a el profesor, su nombre era... Era.... no me acuerdo. A cierto, se llamaba Stefan Walker o algo así.
—Suté, tu insolencia será castigada con tres días en la habitación de reflexión, y como tú has dejado en tus manos el castigo de él pequeño serán cinco Azotes por los dos, en total serán diez — Afirme con la cabeza dejando el peso en mí, un hombre más fuerte y grande me agarro de los brazos y me llevo a el comedor central. ¿Qué querían que hiciera? No iba a dejar que ese niño fuera castigado a temprana edad.
Una vez ahí me desprendieron la camisa dejando mi torso solamente cubierto por una venda que cubrían mis senos.
Me arrodille mirando hacia el suelo, una tira de cuero chocó contra mi espalda, era fría y con la velocidad que había impactado dejó una marca en mi piel pálida.
No era la primera tortura que tenía, ya había sufrido bastante e innumerables veces torturas que ya la cuenta se había perdido hace tiempo.
Los primeros cinco azotes no fueron de otro mundo, hasta el sexto, cuando el cuero impacto contra mi piel sentí como esta se desgarraba dejando escurrir un líquido espeso y tibio.
Sabía que tanto como mi cabello como mi espalda ya estaban de un hermoso color carmín, sé que sonará algo masoquista, pero me encantaba la sensación de salir herida, o mejor dicho me encantaba salir herida en las peleas, era aburrido si no estaba el ambiente tenso o con un aire peligroso.
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Cazadora | Bajo la Luna.
WerwolfDesde que tengo uso de memoria asesino seres que amenazan la raza humana. Desde que por primera vez tome un arma, ninguna de mis presas sale con vida. Desde que probé el amargo sabor de estar muerta no les doy el privilegio a alguien más de dañarse...