— Capítulo 6
El sol se filtró por la ventana, una mujer de cabellos Castaños y ojos verdes entró por la puerta con una bandeja de comida.
— Buenos días —Su voz era melodiosa, era un agrado para mis oídos.
Aun así, no Respondí, la miré con recelo, observaba cada uno de sus movimientos con total cautela.
— Se nota que no has dormido nada — Soltó una pequeña risa, era cierto, no había dormido en toda la noche, ya se me había hecho costumbre el no dormir por largos plazos de tiempo.
Se sentó en la cama dejando la bandeja en la mesita de noche, el olor a pan tostado con mantequilla lleno mi nariz, mi boca se hizo agua y de apoco Me fui levantando.
Su olor no era tan asqueroso como el de un lobo normal, me levante completamente y llegue enfrente de la mesita de noche, era Té con unas tostadas con mantequilla junto con una gran manzana roja.
— Gracias —. Me trague el orgullo en esa palabra, me senté a su lado, aunque un poco alejada y tome una tostada la cual fue directo a mi boca. Cada máscara era un deleite, esta comida es mucho mejor que la de la A.C.C.S, la mantequilla tiene sabor y el pan no está duro.
Tomé la taza y bebí un poco del te cerrando los ojos, y sin darme cuenta la comida ya se había acabado. Tomé la manzana y le di un mordisco.
— ¿Porque sigues aquí? — La miré por el rabillo del ojo, le di otra mordida a la manzana.
— Te quería venir a ver, después de todo eres mi Luna y a la vez mi cuñada. — Si tiene parecido a Alexander—Mi nombre es Amanda Cooper, la hermana menor de Alex—. Su sonrisa irradiaba alegría y seguridad, en ella podría confiar más.
— Suté Evans.... — Mordí por última vez la manzana y subí los pies a la cama sentándome en forma de indio.
Me di vuelta para poder mirarla de mejor forma. - Un gusto -. Me sonrió, sus dientes eran perfectamente blancos y con una dentadura envidiable.
— Lo mismo digo—No podía decir que el gusto era mío porque la verdad estaba incómoda con su presencia.
— Hoy, abra una ceremonia de bienvenida al Beta devuelta a la manada, tienes que venir — Me sonrió amablemente.
( . . . )
Pasamos mucho tiempo hablando, ella es alguien muy simpática y debo decir que es la primera persona que se me acerca sin que le trate de golpear, además de David.
Estaba enfrente d emisión puerta, dudaba en salir y recorrer o no, no soportaría la idea de tantos ojos de lobos encima mía.
Tome el picaporte vacilante, gire la pericia con lentitud y abrí la puerta. Salgo de mi cuarto a paso inseguro, miro a todos lados confirmando que estaba sola en el largo pasillo.
El olor a Lobo había desaparecido de aquellas paredes de apoco, esto no pintaba bien.
Empecé a trotar por la mansión, cada vez el olor a Muerto de intensificó. VAMPIROS. Aquel olor.
Empecé a correr, o dios ¡No!
La escena me quería hacer vomitar, varios niños de categorías bajas estaban siendo mordidos por los vampiros, cerré la puerta de golpe y corrí a la sala central.
Ahí había varios lobos los cuales me miraron confundidos, trague un nudo que se había formado en mi garganta— ¡vampiros! — Se empezaron a reír de mí.
Fruncí el ceño para luego ver como uno de ellos se acercaba a mí. —querida, no pueden entrar los vampiros aquí — Aquello me hizo ver como una tonta, no me gusta quedar así.
Suspiré tranquilizándome, le vi el lado bueno a esta plaga de Vampiros, todo será más fácil ahora.
Me encojo de hombros y coloque las Manos en mis bolsillos. — Ojalá te dejen seco — Me reí en su cara para luego salir de la mansión, escuche un grito de horror y todos empezaron correr de un lado a otro cuando la alarma sonó.
Los vampiros empezaron su ataque más yo parecía ser invisible, me di vuelta contemplando la masacre. Mi vista se quedó en un pequeño niño de cabellos azabache y de ojos verdes, parecía perdido.
Por primera vez el corazón se me oprimió, me sentí culpable. Corrí hacia el niño, lo cubrí con mi cuerpo al ver un vampiro apuntó de atacarlo.
El golpe nunca llegó.
Alcé la vista y vi a Amanda con el torso desgarrado. El vampiro la había desgarrado.
Solté al niño y socorrí a Amanda quien cayó en mis brazos manchando mi camisa, ella tenía la mirada perdida luchando por mantener los ojos abiertos.
Cerré los ojos con fuerza y pude sentir una oleada de ira recorrer cada fibra de mí cuerpo, con delicadeza la cargue entre mis brazos y corrí dentro d ella mansión dónde se la entregue a un doctor que estaba atendiendo a mujeres y niños heridos.
Corrí devuelta a el campo, de paso había un par de espadas las cuales cuando las agarre brillaron como el mismo sol.
Llegue al campo, los hombres lobo se habían transformado y los Vampiros contratacaban con sus colmillos y sus Garras.
— My name is Angel of Darkness —. Susurro para mí como si aquella frase me diera la fuerza necesaria para asesinar, para despertar a la bestia de mi interior. Empecé una danza con las espadas. Ante mí los Vampiros caían como los cadáveres que eran.
No sé cuánto tiempo estuve así, no sé cuántos Vampiros cayeron en mis manos, peor cuando volví a la realidad el jefe que había traído a esta legión de Vampiros estaba debajo mío tratando de tocarme, pero mi espada fue más rápida y su cabeza Rodó cumbre abajo.
Lance la espada a no sé dónde, me levante mirando el cadáver debajo de mis pies. Cuando levanté la mirada me encontré miradas de lobos, algunos volviendo a su forma natural y otro simplemente ya estaban como humanos.
Mantuve la otra espada que me quedaba en mi mano, tantas miradas me ponían nerviosa, tragué en seco y Alexander salió de la multitud.
—Suté.... —Mi nombre salió de su boca echa hilo, sus ojos estaban cristalinos y su piel estaba erizada y pálida. Ya sabe lo de su hermana.
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Cazadora | Bajo la Luna.
Manusia SerigalaDesde que tengo uso de memoria asesino seres que amenazan la raza humana. Desde que por primera vez tome un arma, ninguna de mis presas sale con vida. Desde que probé el amargo sabor de estar muerta no les doy el privilegio a alguien más de dañarse...