▪ Solo eso, nada más ▪

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— Capítulo 5

Él se quiso acercar a mí, me aleje rápidamente evitando su tacto venenoso para mí. — ¡No me toques! —Me cruce de brazos de forma terca.

—Oh vamos... Suté—. Él me sonreía de forma forzada. Sé que está perdiendo la paciencia lo puedo ver en sus ojos chispeantes por mi atención.

— ¡Suté nada! — Bufé Molesta— Se al derecho y al revés el rechazo de un mate y créeme que no me arrepentiré después de haberte rechazado — Su rostro se deformo por completo, mostraba horror y desesperación.

David me agarro los hombros e hizo que lo mirara al ojo. —Vamos Suté, dale una oportunidad. Solo una, déjalo que te demuestre lo bueno que pueden llegar a ser. Dale tiempo ¿Si? —

—Pero — Iba a protestar, me quedé pensando en sus palabras para luego gruñir molesta.

Me aleje de David de golpe y camine hacia aquel chico que aún desconozco de nombre— Mira, te doy una Semana, ¡solo eso y nada más! No te voy a rechazar... — Desvíe la mirada algo molesta—Pero no voy a seguir tus costumbres de Lobo—

Cuando apenas termine de hablar el me abrazo alzándome por los aires como si fuese una pluma, empezamos a girar y el empezó a reír.

Su risa era pegajosa, empecé a reír yo también, ¿Hace cuánto no reía? Hace mucho. El me bajo y agarro mi rostro entre sus fuertes manos.

— ¡Muchas gracias! ¡No sabes lo feliz que me haces Suté! —. Mi pecho se contrajo al escuchar eso, cerré los ojos fuertemente y me separé de él, volví a tomar una posición monótona e indiferente.

— Si... No me muestres mucho afecto — Dicho eso me abracé a mí misma acariciando mis brazos, me di vuelta y empecé a caminar devuelta.

— Déjala en paz por ahora... No está acostumbrada a este tipo de afecto — Escuché susurrar David a El chico, apreté la mandíbula y mis dedos se impregnaron en mi piel, ¡Claro que jamás conocí el amor! ¡No hacían más que azotarme por cualquier estupidez que se les cruce por su estúpida cabeza!

Apresure el paso y al fin llegue a la manada, el sol amenazaba con salir cambiando lugares con la luna, algunos lobos ya estaban afuera y detectaron mi olor. Algunos me miraban confundidos mientras que otros simplemente pasaban de mi cómo si no existiera.

De ahí llegaron David y el otro tipo, me guiaron hasta la mansión y una vez ahí me indicaron un cuarto que iba a ser mío, me dijeron que si quería podía ir a comprar ropa a la ciudad, pero sólo me metí en mi cuarto y me encerré en el para no saber nada del mundo.

Sentía gente ir y venir afuera de la puerta de mi cuarto, yo en cambio estaba sentada en una esquina de él cuarto sintiéndome segura en el frío piso.

Miraba los pájaros volar por afuera de la ventana, mi espalda chocaba con la muralla sin causar dolor en mí en esta.

Hasta qué el sol se ocultó nuevamente me quede despierta, miraba la imperiosa luna que no pretendía acerco opacar por el radiante sol.

La puerta se abrió, solamente me digne a mirar de reojo y volver a admirar la oscura noche.

—Tienes que comer algo — La voz de aquel chico retumbo mus oídos.

—No tengo hambre — Mi voz apenas se escuchaba era un simple hilo que se podría cortar con facilidad, pero el pido d en hombre lobo es mil veces mejor que el mío. No tenía apetito este se había esfumado como mis días en la A.C.C.S.

—Debes comer algo, te aras daño al no comer. — Se sentó en el borde de la cama justo a los pies dónde estaba cerca mía.

— Ni siquiera se tu nombre—Cambie el tema, no quería hablar sobre mi.

—Me llamo Alex, Alexander Cooper, tengo 24 años. —Hizo una pausa. —Te llevo buscando mucho Suté... Pensé que jamás te encontraría. — Me dedico una sonrisa mostrando su perfecta dentadura, Alex me a transmitido muchas emociones en muy poco tiempo... Es algo que me desagrada.

Los Lobos al tener su primera transformación tienen que encontrar un Mate, su pareja de vida y no puedo creer que él me esté buscando ya casi 8 años. Tampoco puedo creer que yo sea su JODIDO Mate.

—¿Eres un Alfa? —. Nuevamente empecé a evadir temas que no me gustaría discutir, menos ahora.

—Si, estas en la manada Moon Light— Me sonrió, solo Fruncí el ceño, esta era la manada que me tocaría destruir luego de entrar a la manada de Miranda.

Suspire pesadamente y baje la mirada divagando entre mis palabras. — Gracias. —. Me apresure en decir, solamente hable rápido y de manera baja.

— ¿Por qué? — Ladeo su cabeza, un cosquilleo se acopla en mi vientre, se veía tan tierno de esa manera.

¡SUTE NO PIENSES ASI! — Por curarme.... Y por no hacerles nada a los niños de las categorías más bajas... —Trague el nudo de mi garganta al repasar las imágenes de la A.C.C.S.

—No es nada... Todo por ti Suté. Eres mi Mate, te amo y jamás te podría dejar ir... No sabes cuán feliz estaba mi lobo cuando nos diste está semana para demostrarte lo bueno que podemos ser. —Agarro mi mano y la puso en su pecho, su corazón parecía que se iba a salir de su pecho con la fuerza que bombeaba— No sabes cuán feliz estoy de que estés aquí... —

Sentía como mis mejillas se empezaban a calentar, le arrebato mi mano rápidamente y me alejo uno centímetros. — N-no te acostumbres... Es solo una semana -. Desvíe la mirada hacia un punto infinito del cuarto. — Cuando la semana termine... Tendré mis armas de nuevo, tu pecho va a sangrar por la bala de Plata que pondré en ti... Te lanzare a la plaza central y te hare ver como tu manada muere lentamente por mis gases de plata, y si hay sobrevivientes. Derramarse su sangre y quemare sus cadáveres en una hoguera que tomará todo el bosque... Te enterrare vivo y me iré... — Aquellas palabras salieron de mí boca sin poder medirlas.

Sentía su mirada oscurecida encima mía. Regla Número 23; nunca amenaces la manada de un Alfa con el enfrente. Me agarro del cuello y me alzó dejándome a su altura. —No harás eso -. Su voz salió ronca, me quería intimidar, pero el miedo a ser dañada se perdió en mi infancia.

— Oh créeme que lo hare — Lo rete mirándolo a los ojos.

Regla Número 48, nunca mires fijamente a un hombre lobo, es declaración de lucha.

— No lo aras — Hundió su rostro en mi cuello aspirando mi aroma. — Porque cuando está semana pase te darás cuenta que no somos tus enemigos... Somos tus amigos, tus aliados más poderosos... Te darás cuenta que es inevitable evitar nuestra naturaleza... Y caerás en las fauces de cupido... — Mierda, sí que es poético, ¡Note ironía! Me soltó y beso mi mejilla para luego salir de la habitación.

Acaricie con la yema de mis dedos la mejilla que fue besada, aún sentía sus cálidos labios en ella y dejó una extraña sensación en mi vientre, como un cosquilleo e inconscientemente esboce una pequeña sonrisa.

Acaricie con la yema de mis dedos la mejilla que fue besada, aún sentía sus cálidos labios en ella y dejó una extraña sensación en mi vientre, como un cosquilleo e inconscientemente esboce una pequeña sonrisa

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Saludos a;
mililunar
CasualmenteYo ¡Me encanto tu comentario 😂!
BlackLotus858

Cazadora | Bajo la Luna. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora