— Capitulo 8
La noche fue... Simplemente fue. Magnifica, Alexander, fue... Tan... Tan Ahg... Tan...
¡Saca ese pensamiento de tu cabeza!, Suspire frustrada, la noche sin duda fue increíble, había logrado dormir sin pesadillas o remordimiento, Alexander debo admitir que fue un amor conmigo, pero no puedo dejarme caer ante sus encantos de Perro sarnoso.
— Suté... —. Murmuró mi nombre, de apoco fui abriendo los ojos de apoco, sus hermosos ojos verdes recibieron mi mirada más yo solo quería ocultar el sentimiento que el despertaba en mi— ¿Fue tu primer beso? -. Asentí lentamente, en ni ningún momento separé mis ojos de los suyos eran profundos e hipnotizantes. —Quiero saber más de ti.... Quiero conocer a la chica que está detrás de la coraza de piedra. Quiero conocerte, quiero que en cada uno de tus pensamientos este yo ahí, quiero ser dueño de tus sentimientos— No dije nada, me quedé ahí en la misma posición recorriendo cada una de sus facciones pensando en que está podría ser la última vez que vería sus perfectas facciones en esta situación.
Tan sólo pensar en aquel momento de debilidad mi piel se eriza y mis mejillas se tornar de un feroz rojo, mi vientre recibí gustoso un cosquilleo y mi corazón se desemboca de su lugar.
—Mmmm.... — Me queje, me levante de la cama estirándome, como si fuera un gato.
Me despoje de mí ropa y camine hacia el baño desnuda, al entrar a la ducha deje que el agua caliente refrescara mi cuerpo.
Me recosté en la tina dejando que el agua quitará la suciedad matutina de mí cuerpo, mire el techo unos segundos recordando que ya era el tercer día en que me alojaba en esta manada, cuando el séptimo día llegase tendría que tomar una decisión; Matar a la manada, irme y buscar un nuevo consejo de Cazadores cerca de él área, O... Quedarme en la manada junto a Amanda, Junto a Alexander, junto a David.
Cerré los ojos fuertemente, me levanté de la tina y cerré la llave.
( . . . )
Estaba afuera de la mansión, veía los niños correr de aquí a allá, se veían tan tierno e inocentes que de alguna forma me causaba repugnancia y a la vez se me oprimía el corazón de tanta ternura.
Siempre he sido una mujer de pensamientos fríos y Cuadrados, pero el simple hecho de estar en esta manada me enloquece, me estoy ablandando y un cazador no puede tener corazón de oso. La verdadera pregunta es; ¿Sigo siendo Cazadora? Digo, un cazador no habría dado siquiera tiempo de hablar a estos lobos y ya todos estarían muertos, un cazador no habría tenido piedad por ello, un cazador es egoísta, frío, calculador, amargado, y me enfurece saber que no puedo cumplir todas esas características, es cierto que en parte lo hice por David quien me suplico todo esto, pero aun así... No debí dejar que Todo esto ocurriera.
Me recosté en un árbol cercano sin dejar de mirar a los niños, cerré los ojos tratando de descansar de mí tormento mental, pero fue inútil. Alguien había tropezado con mis pies y había caído al suelo, abro los ojos enseguida viendo a un pequeño niño de cabellos rubios en el suelo.
— Ah... —. Jadeo, me acerque a Él, pero este al sentirme se alejó espantado. — L-lo siento... N-no me haga nada— Le sonreí de manera tranquilizadora, jamás había tenido a un niño tan cerca.
—Tranquilo son cosas que pasan, ¿Me dejas ver tu mano? Vamos no muerdo-. El niño se acercó vacilante, me extendió la mano y aprecie un raspón no tan grave, bese la parte herida y de mí bolsillo saque una venda con la cual vende su manita. —Listo, como nuevo—
El niño me sonrió, me abrazo enredado sus pequeños brazos en mi cuello. —¡Gracias Señorita! Mi nombre es Esteban ¿Y el suyo? — Su voz chillona y sus enormes ojos cafés lo hacían ver más tierno.
—Mi nombre es Suté, un gusto Esteban — Mire a todos lados, había más niños que corrían para esconderse mientras que otro estaba dándoles la espalda contando en voz alta— ¿Juegas a las escondidas? — El niño asintió extendiendo su sonrisa dejándome ver sus dos dientes separados. —Déjame ayudarte —Lo cargué en mis brazos y lo puse en mi espalda — Afírmate, ¿sí? —
— ¡Si! — Que entusiasmo. Miré el árbol en el cual reposaba, lo empecé a escalar sintiendo cada vez más fuerte el agarre de Esteban, llegué a la Copa en donde las hojas nos cubrían ocultándonos.
— Avísame para bajar, tu eres mis ojos —. El niño asintió, asomo su cabeza entre las hojas de primavera y luego me miró sonriente dándome a entender que el juego ya había comenzado, lo cargue apegándolo a mi pecho y de un salto baje de él árbol, corrí lo más rápido que pude y cuando ya estaba cerca de la base baje a Esteban quien corrió lo más rápido que le permitieron sus pequeños pies.
— ¡Por mí! — Grito emocionado llamando la atención de él quien la llevaba. Chocamos las manos y el me abrazo, me Agaché a su altura y correspondí a su abrazo.
( . . . )
—¡Al ataque! —. Los niños se lanzaron contra mí, uno por uno me hicieron caer al suelo mientras todos se ponían encima mío.
¿Cómo llegue a esto?
( . . . )
—¡Otra vez! —. A mi alrededor estaba todos los niños de la Manada esperando a mi siguiente maniobra, me reí ligeramente y me senté enfrente de ellos.
— ¿Que quieren que haga? —. Pregunte sonriéndoles.
Todos empezaron a debatir cual era mi siguiente maroma, unos querían volteretas, otras maniobras con ramas, y así hasta que un chico entró a mi campo de visión.
Era moreno claro con una perfecta cabellera negra, sus ojos azules me miraban fijamente y sus facciones eran detalladas, los niños miraron hacia la misma dirección que yo. Sus rostros se iluminaron y todos gritaron emocionados—¡Pelea con Halk! —
— Es el mejor guerrero de la Manada!
— ¡Es fuerte!
— ¡Es Ágil!
—¡Intrépido!
—No creo que sea una buena idea— Me levante y sacudí mi ropa, Halk me miró divertido y se cruzó de brazos encima de su pecho, puse apreciar unos momentos sus músculos.
—¿Acaso tienes miedo? —. Fruncí el ceño—Es mejor que no peleemos, te puedo Destrozar con un dedo-. Alzo su dedo índice.
— No sabes con quien te metes Halk — Advertí.
—Ja, ¿La gata quiere probarme? —. Sus ojos mostraban picardía, no mantuve la mirada e instintivamente la corrí para evitar problemas— Lo sabía, eres una debilucha
¿Escucharon eso?, es un próximo hueso de Lobo quebrarse. —Está bien, acepto... Mañana lo lucharemos. En la tarde... No quiero que te arrepientas... O sufridas las Conveniencias.
— ¿Me estas amenazando? —. Se hizo el indignado colocando su mano derecha en su pecho.
— Es una advertencia
Capítulo Dedicado a :
InaTheDiva Me encanta como escribes y a la vez gracias por tus comentarios en esta historia, son bastante activos y cómicos como el de no saber si odiar o amar a la principal, en verdad ese me causó gracia 😄1K!!! Muchas gracias a todos ustedes quienes con sus hermosos comentarios me lleno de inspiración 💜u💜
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Cazadora | Bajo la Luna.
WerewolfDesde que tengo uso de memoria asesino seres que amenazan la raza humana. Desde que por primera vez tome un arma, ninguna de mis presas sale con vida. Desde que probé el amargo sabor de estar muerta no les doy el privilegio a alguien más de dañarse...