13. Espectros

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A pesar de que Steve conducía a prisa para tratar de llegar al Complejo lo más temprano posible, los dos no dejábamos las sonrisas de lado. Esto me hizo preguntarme qué estaría pasando en su mente ahora.

Estaba tan feliz por saber que Steve compartía el mismo sentimiento por mí.

Pensé que era verdad cuando escuchaba decir que todo sucede y llega a su tiempo.

No dijimos nada sino que simplemente mantuvimos la vista fija en el camino, aunque yo no podía dejar de pensar en la manera tan audaz y encantadora en la que Steve me acercó a él para besarme, al mismo tiempo me pregunté... ¿Qué fue lo que le dijo Peggy como para que él dijera "ella tiene razón"? ¿Habrá sido algo como lo que me dijo a mí?

Fuese como fuese, mi mente no dejaba de decir "Gracias Peggy"...

Solamente esperaba algo: que las cosas no fueran a cambiar entre él y yo después de esto, aunque estaba demasiado feliz en este momento como para querer pensar que las cosas entre Steve y yo cambiarían.

¿Estaba demente por ser feliz aunque sabía que lo que nos esperaba en el complejo eran malas noticias? ¿Por tener aún en mente un beso que ocurrió hace más de media hora? ¿Estaba fuera de razón todavía tener aquel sabor en mis labios?

Nunca creí que besar a Steve Rogers pudiese sentirse así... era como si de repente todo lo que sabía se borrase de mi mente. Supe al sentir sus labios sobre los míos que los sentimientos que le profesaba a él iban aun más allá de mi entender.

Ya había pasado tanto tiempo desde que me permití algo así que ya había olvidado cuanta felicidad me traía, comprendí que me privé de ello no porque no quisiera volver a sentirlo, sino porque no había encontrado a la persona adecuada y creí que jamás lo haría.

Hoy entendía que tal vez estaba equivocada y Peggy tenía razón: Steve podría ser la persona por la que valía la pena volver a creer en el amor, la persona con la cual podría compartir mi vida. Aunque era muy pronto para empezar a pensar en eso, sería una bonita posibilidad a futuro.

¿En serio un beso me puso a pensar en todo esto?

¿Qué diablos estaba ocurriéndome?

Tenía que aprender a controlar esto: no debía perderme tanto por alguien, no debía ilusionarme tan rápido, y eso era claro.

Creo que ya se habían dado cuenta del vaivén de mis emociones en este momento... como sea, ya debía dejar eso para después y concentrarme en el trabajo.

Llegamos al Complejo después de un trayecto que fue más corto de lo que esperaba. Inmediatamente al entrar, nos apresuramos a encontrarnos con el equipo en la sala de reuniones.

Natasha y Rhodey estaban un poco impacientes de pie.

— ¿Qué ocurre Natasha? —pregunté antes de que Steve lo hiciera.

—Hill nos envió cierta información...

Natasha nos entregó unos folders que abrimos y comenzamos a leer: se trataba de un grupo no identificado, que se adjudicaba arsenales, y cuyas adquisiciones ya estaban fuera del control del FBI o la CIA.

Solo una vez había visto un arsenal de armas tan letales como las que estaban describiendo en estos documentos. Además de que aparecía que estos arsenales eran adquiridos para la fabricación de armaduras que prometedoramente serían tan peligrosas que estaban casi al nivel de las de Tony y estas estarían destinadas a venderse a un individuo cuyo rostro según las descripciones estaba repleto de cicatrices, un rostro que casi ya no lo parecía debido a que se creía que un edificio había caído sobre él.

Collision [•Steve Rogers•]  (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora