Collision [•Steve Rogers•] (EN EDICIÓN)

37. Los Acuerdos de Sokovia

Como predije, todos los noticiarios y los periódicos, absolutamente todos los medios fueron infestados con lo ocurrido en Lagos, no solamente informaban, sino que también atacaban y más en concreto a Wanda que ahora se encontraba pesimamente mal. En momentos así más que nunca era cuando necesitaba mi apoyo incondicional, y no solo yo pasaba demasiado tiempo con ella, sino también Vision.

Yo todavía me tomaba demasiados momentos para analizar lo que había sucedido y la gravedad de la situación, sobretodo, me era demasiado difícil pensar que esto tan solo había ocurrido hace poco menos de un mes.

Más me preocupaba el hecho de que tanto Steve como Wanda eran carcomidos por la culpa todos los días y por tanto no me interesaba del todo por lo que ocurría conmigo y trataba de estar para ellos, olvidándome la mayoría del tiempo de mí misma, sin darle importancia a mis recientes malestares que probablemente venían por el estrés de todo lo ocurrido... y es que con esto tenía muchísimo más cosas.

Lagos, Peggy, Wanda, Steve...

Estaba agotada, pero por Dios... me mataba ver a Steve tan mal...

A mi novio le preocupaba mucho lo que Rumlow dijo sobre Barnes, antes solía inquietarlo la incertidumbre de pensar en que su amigo lo había recordado, pero ahora, lo inquietaba mucho pensar y preguntarse si eso había sido real y si fue real, entonces cuales fueron los motivos que Barnes tuvo para no decirle nada... siempre, siempre... todo lo que tenía que ver con James Buchanan Barnes le afectaba demasiado.

Los dos estábamos en la habitación, yo estaba saliendo del baño y terminando de cepillarme el cabello.

Por lo que tenía entendido, hoy Tony venía de visita, lo cual me parecía un poco extraño ya que desde que dejó el Complejo a cargo de Steve el día que empezamos los entrenamientos, no se había parado por aquí, lo cual me hacía pensar que había una razón importante detrás de su visita; como sea, vi a Steve sentado frente al escritorio y viendo atentamente las noticias, que no hallaban otro tema más que lo que ocurrió en Lagos, pues además de todo, resultaba que dentro del edificio donde Wanda había soltado a Rumlow y donde había ocurrido todo el caos, 11 Wakandianos se hallaban entre los fallecidos. El rey T'Chaka de Wakanda se hallaba dando una declaración en la que decía que aquellas muertes no solo habían sido provocadas por los criminales, sino también por nosotros que éramos supuestamente indiferentes ante la grave situación, lo cual no era para nada verdad.

Esto también me hacía sentir mal, y algo culpable, pero si algo me había enseñado la vida, era que no podía quedarme así todo el tiempo, tenía que seguir adelante aunque no era una tarea sencilla, y más cuando eres una figura pública.

Me acerqué a Steve, me senté en sus piernas y abracé su cuello todavía mirando en el televisor al aun molesto por la desgracia, rey T'Chaka.

— ¿Podemos dejar de ver esto? —le dije—. Ya, amor...

Steve apagó el televisor y hundió la cabeza en mi pecho, entonces, comencé a masajear su sien para tranquilizarlo.

—... ¿Qué autoridad legal tiene un alterado como Wanda Maximoff para operar en Nig...?

Levanté el rostro tratando de averiguar de dónde venía el sonido, no me fue para nada difícil saberlo, así que me puse de pie y me dirigí a la habitación de Wanda. Steve vino a mi lado pues también escuchó lo mismo que yo.

Juntos llegamos a la habitación de quien consideraba mi hermana pequeña.

Tomé el control remoto del televisor y lo apagué porque no soportaba ver que Wanda se autodestruyera de esa forma.

—Es mi culpa...—dijo manteniendo su mano sobre la boca, como un gran indicio de ansiedad.

—Eso no es cierto—dijimos Steve y yo casi al unísono.