Collision [•Steve Rogers•] (EN EDICIÓN)

26. Se Acabó

Ni siquiera en el Quinjet me permití desahogarme, todavía tenía que resistirme, pues de no hacerlo, de permitirme llorar como quería mientras piloteaba, habría consecuencias graves....

Aunque no quise pensar en dejar que el dolor me controlara, un montón de recuerdos me invadieron y no evitaron que un par de lágrimas salieran.

Aun en el trayecto hacia el Complejo tuve aquellos recuerdos presentes de todas las veces que creí que Ryder me amaba y todos aquellos momentos en que me dejé enredar por él.

(...)

Llegué a aquella taberna en la que habíamos quedado de vernos, más bien a donde Ryder me había obligado a venir.

Llevábamos ya casi medio año saliendo, y todavía se me hacía extraño que mis sentimientos de odio hacia él cambiaran de manera tan radical, es que, al principio lo detestaba al ser él un tonto prepotente, pero así de repente simplemente cambió y fue atrapándome poco a poco.

Y yo que creía que eso de "del odio al amor hay un solo paso" eran puras patrañas...

Busqué a Ryder, esperanzada de que no me hubiese dejado plantada, pues eso sería algo que odiaría, al igual que las tardanzas; y es que últimamente, STRIKE consumía casi todo su tiempo y llegaba tarde a nuestras citas o cancelaba.

Moví la cabeza de lado a lado, buscando entre todas las personas en la taberna rústica a mi novio.

Entonces lo encontré sentado frente a la barra de bebidas y tomando una cerveza mientras esperaba por mí.

Me hizo sonreír verlo después de un par de semanas, pues cuando él se desocupaba, yo me ocupaba, y cuando yo me desocupaba, él se ocupaba, así que era un poco complicado vernos, pero ahora al fin lo íbamos a hacer.

Me acerqué y lo hallé cantando en voz bastante baja, lo cual me sorprendió, porque él odiaba hacerlo, de hecho, decía que se veía tonto haciéndolo, algo que de cierta manera a veces me hacía sentir tonta a mí cuando se me salía seguir una canción frente a él; pero mi amor por la música era algo que no iba a cambiar ni siquiera por él... en fin, de decir que odiaba canciones cursis, ahora Ryder se hallaba con una canción relativamente cursi.

—... she can lead you to love, she can take you or leave you, she can ask for the truth but she'll never believe you, and she'll take what you give her as long as it's free, yeah she steals like a thief but she's always a woman to me... (ella puede guiarte a amar, puede tomarte o dejarte, puede pedir la verdad pero jamás creerte, y ella toma lo que le des siempre y cuando sea gratis, sí, ella roba como un ladrón pero siempre es una mujer para mí).

—Es una hermosa canción—le dije posicionándome a su lado—. ¿Va en concreto para alguien?

Él no volteó y mantuvo su mano en la barbilla, sin embargo, me mostró una enorme sonrisa mientras le daba un sorbo a su cerveza.