Collision [•Steve Rogers•] (EN EDICIÓN)

28. Juicios Para Terminar

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Después de este capítulo les tengo una sorpresa. La verdad ya tenía la idea de hacerlo pero no estaba muy segura, al final me decidí a sí hacerlo, y ojalá lo disfruten🌝

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Como supuse, encontrarme a mí misma o al menos intentar hacerlo, no ha sido una tarea sencilla; todos los días trato de seguir adelante, pero seguía sintiendo que una parte muy importante faltaba.

Hacía demasiadas cosas cada día, de hecho he ayudado mucho a Laura y Clint con los niños aun sin tener la obligación de hacerlo, atendiendo algunas de sus necesidades, distrayéndolos e inclusive saliendo algunas veces a pasear con ellos; lo cierto era que ellos eran quienes me distraían a mí y no al revés. Con quien me ha sido bastante difícil era con Nathaniel, puesto que yo no tenía ni idea de cómo tratar a un bebé de su edad, me ponía demasiado de nervios no saber qué hacer cuando se ponía a llorar y optaba por mejor ocuparme en otra cosa; esto me hacía pensar que tal vez como madre sería un completo desastre y que era mucho mejor como tía...

He ayudado a Laura con las compras de despensa y compras cotidianas, y más que nada hemos estado ocupadas buscando el vestuario de Lila para su obra escolar.

He procurado mantenerme demasiado ocupada la mayoría del tiempo, inclusive a veces pasaba horas cortando leña con Clint y desquitándome cuando tenía episodios de frustración.

Prefería siempre encontrar cosas que hacer, y en especial, últimamente he desaparecido mucho en el campo para meditar sin escuchar nada más que mis pensamientos y la naturaleza, y también solía treparme en los árboles para leer, más que nada muchos libros de autoayuda, superación personal y filosofía, lo cuales, me hacían entrar en más estados reflexivos, de hecho casi todos los días leía primero y después meditaba.

Es cierto que el ser humano requiere de estar solo en ocasiones, también era cierto que esa soledad momentánea es saludable, pero a veces la sentía demasiada y no me traía momentos demasiado gratos, y más bien, me traía recuerdos de todo lo que me había hecho ser como era.

Todo era difícil y aún no terminaba de acostumbrarme a la idea.

¿Que si extrañaba el Complejo y ser una vengadora? Carajo... claro que sí, muchísimo, y es que al marcharme volví a dejar a White Fox de lado, parte primordial de quien era yo fuera de mis relaciones con los demás y de las razones que me hicieron volver a partir. White Fox era una de las partes más importantes de mí, era mi álter ego, y quien como siempre decía, peleaba para hacer el mundo mejor. A pesar de todo, me di cuenta de que pude haber dejado mi uniforme blanco y mis artefactos en el Complejo, pero White Fox no iba a dejarme, porque un uniforme y armas no la hacían a ella, sino yo era quien la hacía; pero eso fue cuando estaba segura de quien era...

Yo, Sophia, White Fox, disfrutaba ser una vengadora, pero como todo lo bueno en mi vida, no pudo siquiera durar, recordé la plenitud con la que me sentí al enfrentar aquellos robots en Sokovia, mi esperanza había estado perdida y creí que yo ya no serviría de nada, pero después de ir a Sokovia me recordé la razón por la que me denominaron la mejor agente de SHIELD antes de que toda mi vida se fuera al caño.

No solo extrañaba ser una vengadora, sino que también extrañaba a todos mis compañeros. Estaba feliz de trabajar con ellos, de ser parte de aquel equipo tan especial junto a todos.

Y demonios... extrañaba los momentos que compartíamos.

Extrañaba la inocencia e ingenuidad de Vision, extrañaba la firmeza de Rhodey y sus chistes malos, extrañaba la determinación de Wanda y su disposición a ayudar, extrañaba la elocuencia y el carisma de Sam, extrañaba la naturalidad de Natasha y sus indirectas hacia mí, y más que nada... extrañaba la caballerosidad de Steve y el cariño que adoraba que fuera solo para mí...