Collision [•Steve Rogers•] (EN EDICIÓN)

43. Fugitivos

Llegamos al estacionamiento del aeropuerto entre un par de atrancones por parte de nuestros medio de transporte. De cualquier forma eso no interesó, sino el hecho de que llegamos en una sola pieza al lugar acordado con mi némesis no favorita.

De hecho, seguimos el único auto que se encontraba en movimiento en el lugar y justo detrás de dónde éste se estacionó, nosotros nos detuvimos.

Vi a Steve quitarse el cinturón, dándonos a entender que solamente él iba a salir del auto, algo de lo que no me fiaba demasiado.

—Voy contigo—dije.

—Qué desconfiada...—dijo Sam esforzándose por aguantar las risas.

—No de él... de ella.

Mientras que pensaba que Sam seguramente se puso a imaginar cosas en las cuales la verdad no dudaba que acertara, Steve y yo salimos del auto, dándonos cuenta de que la rubia no había venido sola, sino que un hombre la acompañaba y se trataba nada más y nada menos que del agente Jordan.

Al verlo, Steve me esperó y posó su mano en mi espalda, algo que me hizo pensar que tal vez, la presencia del hombre no le agradó demasiado.

—No estoy segura de que entiendan el concepto de un auto de escape...—mencionó Sharon.

—Es de bajo perfil...—respondió Steve.

— ¿Ah sí? Estas cosas tienden a atraer al público.

— ¿En serio? —dije con sarcasmo—. A la siguiente iremos a una agencia de autos para elegir uno "adecuado".

Mientras que la rubia torcía los ojos, yo me crucé de brazos.

—Creí que vendrías sola...—dijo Steve interrumpiendo en el momento en el que mi mirada y la de Sharon se cruzaron para dejarnos mostrar nuestro odio mutuo de nuevo.

Pude notar que Steve seguía mirando a Adam Jordan como si no estuviese nada complacido de su presencia, además, las palabras las decía cuidadosamente hasta tal vez con el afán de intimidar al hombre.

—Puedes estar tranquilo Capitán, vengo a apoyarlos...—aseguró Jordan.

—Sí... lo que me pregunto es ¿Por qué?

Steve dio un paso hacia delante, cuestionando los motivos que el agente Jordan tuviese como para estar aquí, desconfiando, pero al parecer Jordan no pareció dudar en ningún segundo.

Abracé el brazo de Steve para que se tranquilizara un poco y mantuve mi vista en él, por un segundo, sentí la mirada de ese agente, como la que me brindó aquel día en que Tevan murió y yo descubrí que Ryder seguía vivo, solamente que ahora sí pude entender el significado y la razón de que Steve tuviese esa actitud con él, ahora sí pude entender y analizar a lo que Clint se refería cuando le dijo el día del juicio que mantuviera sus ojos al frente. Esto, debo admitir, volvía un tanto incómoda la situación, al menos, para mí sí, porque aunque me alagaba que pensara en mí así, yo jamás sentiría lo mismo, puesto que Steve era el amor de mi vida...

Entendí a la perfección el porqué de la cautela de Steve, porque yo también hacía lo mismo con Sharon, la diferencia irradiaba en que yo conocía a la sobrina de Madrina Peggy de toda la vida, y conocía sus intenciones, y hasta donde se atrevía a llegar, además, los sentimientos que ella y yo nos profesábamos, llevaban años de ser cultivados y cada una tenía sus motivos para sentirlos, y para entender y estar demasiado seguras de que ninguna cosa los iba a hacer cambiar.

—... Porque apoyo lo que es justo.... Además, no iba a dejar que Carter viniera sola...—dijo Jordan firme.