Sus cabellos húmedos reposaban sobre sus hombros, su cara libre de imperfecciones y su cuerpo cubierto por ese pequeño conjunto que Samuel había escogido para ella, no era muy provocador pero tampoco era demasiado cubierto, era exactamente la ropa que ella usaría.
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Acomodó la falda y se miró en el espejo, ese conjunto realmente le había gustado, dejó su cabello suelto y se maquilla lo mas natural que pudo, puede que no tenia demasiado maquillaje.
Samuel tocó la puerta y entró, ella lo observó desde el espejo puesto a que estaba a sus espaldas, Samuel decidió acercarse a ella y abrazarla por la espalda para así mirarse los dos al espejo, como si de una pareja se tratase.
- ¿Lista para comenzar tu vida como mujer independiente?- dijo en su oído provocando un escalofrío recorrer su cuerpo, hasta cierto punto la manera en la que pronunció esas palabras logró hacer que se excitara un poco.
- Estoy algo nerviosa, pero podré con ello... Yo... ¿Puedo pedirte algo?- miró su rostro a través del espejo.
- Lo que quieras, guapa- volvió a decir en su oído.
- Yo... Tu familia supone que tu y yo somos pareja, ¿Cierto?- Samuel asintió.
- Según ellos estamos... Saliendo por así decirlo- le regresó la mirada por el espejo- ¿Por que la pregunta?-
- Demonios, siento que es algo precipitado y no es común en mi pero, quiero... Quiesiera... Digo, si tu estas de acuerdo en... Que no fuese mentira eso- el rubor subió a sus ojos y él no pudo evitar alzar su mirada, que si bien no había respondido de inmemdiato, ya tenia la respuesta, pero la valentía de la chica para pedirle ser pareja oficial le tomó por sorpresa.
- Hablas de, ¿Ser una pareja?- ella asintió y Samuel sonrió y besó la mejilla de la chica- Claro que si-
Después de esa rara —pero agradable— escena, decidieron que ya era hora de salir de ese lugar, Freya tomó la maleta y la arrastró consigo caminando al lado de Samuel, el cual la guiaba hasta afuera del lugar directo al coche.
- Permíteme- Samuel cargó la maleta de Freya colocándola en el maletero y abrió la puerta del copiloto para dejar que ella entrara.
Temprano en la mañana Guillermo le había entregado a Samuel los papeles de Freya que había logrado sacar, Guillermo también sabia que habría que darle papeles para que pudiese residir en esta ciudad, de eso se encargaría Guillermo mientras Samuel ayudaba a la estadía de la chica.
El inscribirse en la universidad no fue mucho problema, puesto que justo estaban las inscripciones abiertas, y el promedio de ella era muy bueno, lo suficiente como para casi asegurarle el puesto. Salieron de allí rapido, puesto a que tenia mas tiempo para mirar el apartamento que Samuel había escogido para la chica.
- Bien, aquí es- estacionó en el aparcamiento del edificio y los dos bajaron.
- Es un poco grande- observó el lugar e intentó mirar el ultimo piso atra vez del sol- ¿Cuantos pisos son?- giró a mirar a su acompañante.
