Capitulo 10: I need U

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Ingresó en aquel lugar que tanto le hacia sentir orgulloso, mas que su propia empresa, aun que ahora mismo tenia otra manera de verlo, pasó por enfrente de la puerta de aquella chica y observó por la pequeña ventanilla para observarla, estaba dormida o al menos recostada en la cama con el pijama que le había dejado. Sacó la pomada de su bolsillo del pantalón e ingreso en aquel reducido cuarto, acercándose a la chica, que por suerte estaba dormida, para ponerle la pomada en el cuerpo, se sentó en la orilla de la cama y descubrió su delgado cuerpo y abrió el tubo de pomada poniéndose un poco en la mano, lo paso por sus piernas que tenían moratones y escuchó como la chica soltaba pequeños suspiros entre sueños, haciendo un pequeño movimiento colocándose boca arriba.

Sentir la piel de Freya en su mano y los suspiros que ella estaba dando solo le daban ganas de volverla a tener bajo su poder, y hacerle todo lo que él quisiera, pero detuvo sus impulsos y al terminar de ponerle la pomada volvió a salir de la habitación sin mencionar nada mas.

Esperaba a que sus moratones se sanaran, y no sentiría que el resentimiento consigo mismo se fuese hasta ver su piel tersa y sin ninguna marca de nuevo, y la verdad no sabia por que él estaba haciendo eso, si nunca antes había hecho algo así por alguna chica, ni se había interesado en ellas tan siquiera.

Pasados un par de días mas, los moratones de Freya parecieron haber desaparecido casi por completo a excepción de un par en su muslo y espalda. Cada vez las insistencias de sus hermanos para ver a aquella chica de la que había sido capas de atraer la atención de su hermano mayor, eran mas y mas frecuentes conforme Samuel quisiese evitar el tema.

Por el lado de Freya, cada vez sentía como si lo necesitase mas y mas intensamente, solo necesitaba volver a sentir su piel en contacto con el.

Samuel había entrado al cuarto en el que Freys descansaba ya que este día quería preguntarle por su desayuno personalemente, Freya se mantuvo observando al castaño por unos segundos, este día tenia una camiseta que le quedan un poco ajustada, por lo que se quedaba a resaltar sus muy bien formados biseps, esto hizo que ella comenzara a sentir como se excitaba con el simple hecho de que necesitaba tener esos bíceps contra sus pechos.

- ¿Hay algún platillo que te gustaría probar el día de hoy?- su pregunta había entrado en sus oídos como un propuesta indecente aun que la intención de su pregunta fuese otra.

- Me... Me gustaría algo ligero... Tal vez solo un sandwich- dijo algo tímida y Samuel solo salio del cuarto.

Freys se recostó en la cama con los ojos cerrados, se imagino al castaño caminando con esa camiseta de botones, con los últimos 3 desabotinados, dejando ver un poco su muy bien marcado cuerpo y eso logró hacer que se humedesca un poco aquel lugar donde los actos se convierten a impuros.

Instintivamente su mano se fue hacia, ahora, el lugar mas húmedo de su cuerpo, pasando sus dedos y sintiendo aquella sustancia prohibida. Comenzó a tocarse, pensando en el hombre misterioso de sexys atributos, comenzando a gemir por esto mismo.

Samuel volvió al cuarto con el sándwich en la mano, que la verdad se le hizo demasiado raro que hubiese pedido eso, aun que ese sentimiento se fue cuando entro al cuarto y la notó alli, se estaba tocando, su mano estaba dentro del pantalón mientras que la mano libre en sus pechos, aquella escena se le hizo tan candente que no pudo evitar dejar en sándwich en la pequeña mesa de noche y sin que la chica se de cuenta se acercó a ella.

Se colocó sobre ella y fue solo en ese momento que se percató que aquel hombre en el que pensaba mientras se tocaba, ahora estaba sobre ella, y sin pensarlo dos veces, él la besó, y ella correspondió con deseo, ahora mas grande cuando sintió el roce del castaño.

La mano de Samuel quito la de Freya de entre sus piernas para dar paso a la suya por el mismo lugar. La gran mano de él, dentro de los pantalones de Freya dispararon una marea, no, un tsunami de sensaciones que la hicieron humedecerse mas, lo cual hizo saber a Samuel que ella lo deseaba, al notar esto su deseo por ella también se incremento, ahora no importaba todo lo que hubiese pasado, él quería volver a entrar en ella, quería penetrarla. Quería follarla.

Ella se llevó las manos a sus pechos, y debido a que no llevaba sujetador, sus pezones se marcaban notablemente en la camiseta de polo que llevaba. Samuel paso a chupar uno sobre la tela de camiseta, provocando un gemido de parte de Freya.

Y ella por acto instinto, se deshizo de toda la ropa que tenia el chico, notando su abundante erección, que de solo ver su miembro soltó un pequeño suspiro anticipando lo que podría avecinarse.

Y como si lo hubiera predicho, Samuel saco toda la ropa sobrante de Freya y paso su miembro por su cavidad trasera, tan estrecha como siempre, Samuel se dio cuenta de que el éxtasis era mayor cuando lo hacia sin forzarla, a como lo hacia antes, y eso fue un alivio para él.

Freya elevó las caderas para que este entre mejor en ella, mientras que él la sujeto de las piernas y comenzó con sus movimientos sin previo aviso, haciendola soltar un fuerte gemido por la excitación que se cargaba encima, sus manos dieron a parar de nuevo en sus pechos masajeandoselos, mientras Samuel la estimulada desde dentro con sus firmes y determinantes movimientos de cadera.

Y de tanto deseo que se tenían el uno al otro, no tardaron en comenzar con las penetraciones bruscas y los besos humedos, Freya pudo inspeccionar la boca de Samuel mientras que este se reencontraba con los pechos de la chica, sin detener su conexión, Samuel había aceptado la lengua de Freya y esto era algo que lo ponía demasiado cachondo, sentir el atrevimiento de la chica, y poder anticipar lo que puede pasar los días posteriores a este...

Esclava del amor | Samuel de LuqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora