Capitulo 11: Libertad.

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Al terminar la cena con su familia, Freya ya sentía la presión y la inseguridad de saber el por que de la repentina amabilidad de aquel hombre, o el hecho de que la había presentado a su familia cuando simplemente es la chica que esta bajo el control de él. Mientras la curiosidad la comia, Samuel decidió romper el hielo en el coche.

- Se que te preguntas el como es que hago todo esto- ella lo volteo a ver cuando pronunció tales palabras.

- En parte, no entiendo por que decidiste.. Comprarme ropa o presentarme a tu familia- dijo poniendo sus manos sobre sus rodillas, algo nerviosa.

- Quiero que sepas que eres libre ahora, puedes irte si quieres- su mirada no se despegaba de la carretera mas ella sabia que todas las palabras iban dirigidas a ella.

- ¿Por que tu cambio de opinión?- preguntó repentinamente.

- Yo... Me di cuenta que fui un patán, que te estaba haciendo daño cuando yo mismo me prometí que jamas lastimaria a nadie aun que se lo mereciera-

Freya se mantuvo observando sus tenues rasgos a la penumbra, la luz de luna reflejaban a la perfección las facciones de aquel hombre que conducia, era realmente atractivo, ojos penetrantes y barba muy bien cuidada hacían que su rostro resaltara mucho, sin mencionar el cuerpo esculpido en mármol que ocultaba debajo de su camiseta color blanco de botones.

- No me quiero ir... Pero- su cuerpo se tensó al escuchar que tenia una condición- Quiero poder valerme por mi misma en la ciudad- lo miró y este al escuchar eso aparcó en medio de la nada.

- ¿Que estas queriendo decir?- quiso buscar respuestas en su mirada pero ella se mantuvo firme para no perder los estribos.

- Me... Me gustaría tener un apartamento, terminar la universidad y conseguir un trabajo... Aun que no tenga dinero- intentó no aparentar nerviosismo.

Quería verse como una mujer valiente, aun cuando solo tenia 18 años de edad, ya no sentía que quisiera regresar a su antigua vida y aparentar como si nada hubiese pasado, aparte de que al estar en una nueva ciudad era un nuevo inicio en su vida.

- Quiero que tengas en mente de que tu familia esta del otro lado del mundo quizá locos buscandote- intentó hacerla entrar en razón, aún que dentro de él no quería que esa chica se alejara.

- Estoy mas que enterada de eso, pero quiero quedarme aqui, mas que nada para... Iniciar de cero- su voz se había hecho un susurro, de no haber sido por el absoluto silencio del lugar, aquel hombre jamás hubiera escuchado sus palabras.

- Yo puedo darte un nuevo comienzo... Podemos iniciar de cero, los dos- la chica volteo a verlo y este le dedicó una calida sonrisa.

- Quisiera entrar a la universidad y conseguir un trabajo de medio tiempo, obtener un apartamento, independizarme- el hombre asintió sin mas quejas, en parte todo lo que había hecho ahora estaba cambiando su curso, podría decirse que ahora estaba en menos problemas que si la tuviese secuestrada aun.

Ya no era su esclava, ahora era una chica normal conociendo a un hombre atractivo del cual esta interesada.

- Mañana podríamos ir a inscribirte en una universidad, llamaré a Guillermo para que busque tus papeles y poder llevarte a la universidad de tu agrado, la que este a tu altura, en cuanto al apartamento, eso es lo de menos, yo podría llevarte a un bloque de apartamento que esta cerca de mi empresa, yo te pago el primer mes- él le sonrió y la chica asintió.

- Pero ¿Cómo podre pagarte? Digo, aun no tengo un trabajo- miro sus piernas.

- Digamos que hay un puesto vacante en el edificio, mi secretaria fue despedida hace unas semanas por un comportamiento inadecuado hacia sus superiores, por lo que no tengo secretaria, y me gustaría tener a este bombón sentado en el escritorio fuera de mi despacho, hay una chica mas o menos de tu edad trabajando alli, ella podría instruirte- ella asintió mas emocionada.

- Eso estaría perfecto- cedió la chica.

- Si, así sales de esa madriguera, así no me arriesgo a que cualquier persona entre- volvió a arrancar el coche- Pero por esta noche, y espero que sea la ultima, tendrás que quedarte alli- asintió sin mas reproche, no pediría nada mas, con lo que el hombre le había ofrecido estaba mas que satisfecha.

Poco mas de 20 minutos y ya estaban de vuelta en aquel espantoso lugar, los hombres de Samuel comenzaron a moverse al ver a su jefe llegar, no era por miedo a él, sino por que sabían que su amabilidad tenía un precio, lealtad y activismo, ya muchos habían visto a aquel chico enojado, y aun que pensaban que se había livianado por aquella chica, estaban mas que equivocados, ya que el hecho de mencionarla hacían que se pusiera a la defensiva y cualquier comentario a ella harían que saliera a defenderla.

Los dos se fueron directamente a la habitación donde se encontraban las cosas de Freya, Samuel sacó una maleta que había en el ropero para que ella guardara la ropa que tenia allí.

- Esta maleta puede ser suficiente para llevar lo que tienes- dijo y le dejó la pijama reposando en la cama.

- Muchas gracias, y sobre lo del apartamento, yo...- Samuel le interrumpió.

- Yo te pagaré la primera mensualidad, no es muy cara, puedes recompensarlo con tu primer sueldo, que será igual al de las demás secretarias solo que un poco mas elevado por el cargo de que eres secretaria del dueño- ella asintió comprendiendo.

- Bueno, entonces... Hasta mañana- le sonrió y el chico salió de la habitación.

- Dulces sueños- dijo antes de cerrar la puerta.

- Al fin alma gemela eh- dijo Guillermo por detrás de Samuel.

- Estoy haciendo lo que ella me esta pidiendo, como si yo fuese quien esta a su merced- dijo Samuel alborotando su cabello.

- ¿Y lo estas?- Se le notaba su tono burlón.

- Joder, es que ya no se que esta haciendo en mi- si desesperación salia a flote.

- Creo que te estas enamorando...

Esclava del amor | Samuel de LuqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora