Maratón 1/?: Invitación formal

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[N/A: Feliz cumpleaños Samuel, ya son 28 años vividos sanamente]
(Especial Cumpleaños de Vegetta)

Una vez acabado su acto, Samuel se quedó en el cuarto con la chica, lo cual podría generar muchas preguntas de parte de la esta.

Pero para sorpresa del castaño, Freya solo se dedico a cerrar los ojos y suspirar suavemente lo cual provocó que Samuel se mordiera el labio. Claramente le ponía hasta el como respiraba esta chica.

- Yo... ¿Estas bien?- dijo Samuel, la primera vez que se mostraba preocupado por el estado de la chica, lo cual provocó que esta volteara a verla sorprendida.

- ¿Por que la pregunta?- ladeo la cabeza.

- Yo... Se que no tengo que hablar de esto después de lo que acabamos de hacer... Pero... La razón por la que no venia aquí antes era por que... Me hicieron ver que yo estaba haciendo algo mal- la miró y ella río levemente, era obvio que no le había causado un trauma como pensaba la mayoría de las veces.

- Es por eso que hace unos días amanecí con una pomada en mis brazos...- dijo ella recordando lo sucedido.

- Pues... Si, yo quería... No se... No suelo disculparme, por lo que no se que decir y...- fue interrumpido por un beso en la mejilla de parte de la chica.

- Descuida, lo importante es que estas arrepentido... ¿No?- lo miró y él asintio- Intentaste resolverlo-

Samuel asintió y miro los ojos de la chica, Freya miró sus castaños ojos que se conectaron con los suyos, Samuel sabía que desde este momento seria mas difícil de sacar a Freya de su mente. Pero no puso resistencia alguna, solo unió sus labios con los de la chica por un momento, un pequeño y suave beso.

- Yo... Quisiera dejarte libre- habló sin pensar y automáticamente se había arrepentido de haber mencionado tal frase, pero ya no había vuelta atrás. Aun que sorpresivamente Freya solo negó.

- No quiero... Irme...- Samuel la miró.

- ¿Por que no? Puedo regresarte a tu casa...- justamente eso sería algo increible y Freya no dudaría en aceptar de no ser por que el castaño presente ya la había hecho pensar de una manera diferente.

- Me... Me gustaría quedarme aqui, no me apetece regresarme a España...

[Al día siguiente]

A la mañana siguiente la madrina de Samuel le despertó con un desayuno en su cuarto por su cumpleaños.

- No tenias que molestarme- dijo y detrás de ella entraron sus hermanos, Daniel y Oliver se lanzaron sobre este en la cama.

- ¡¡Feliz cumpleaños Samuel!!- gritaron los dos sobre él como cuando eran niños.

- Nunca va a ser bueno que tu cumpleaños sea un par de días después que el de Daniel, no es bueno para la billetera- bromeó Héctor.

- Consiguete un mejor trabajo, Hermano- Siguió bromeando, Jonathan.

- Yo creo que Jonathan es el peor de nosotros para eso, su novia cumple en dos semanas y su aniversario es pasado mañana- río Daniel.

- Si, no tuve tan buenas decisiones- todos reímos.

- Quiero hacer algo por el cumpleaños de Samuel, y me gustaría que todos cooperacen- la madrina de Samuel habló.

- ¿Que tiene en mente?- Oliver la miró y ella sonrió.

- Reserve en un restaurante de aqui- todos se miramon- mesa para 7-

- Pero si somos 6- Habló Samuel, pero cuando sus hermanos pensaron un poco lo miraron con cara pícara.

- ¡Puedes invitar a una chica especial!- Daniel fruncio el ceño cuando Jonathan pronuncio esto.

- Claro, puedes invitar a esa chica especial, que tanto te trae ido- le miró Héctor.

- Estáis exagerando, no invitare a nadie- dijo sin expresion, aun que en el interior se preguntaba que seria si invitase a Freya, ¿como se lo llegaría a tomar?

- Tu me dijiste que había una chica, ya no hay vuelta atrás y la invitas para conocerla- le dijo Héctor y él se maldije por dentro por haberle hablado de ello.

No tenia mas remedio, debía pensar en alguna chica que pudiese hacerse pasar por ella, o tendría que invitar a Freya...

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Las partes siguientes serán mas largas. Esto solo es la introduccion.

Esclava del amor | Samuel de LuqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora