Capitulo 22: Pregnant.

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- ¿No querías que me enterara? ¿Cuando fuiste a hacértela?- se refirió a la ecografia.

- A.... Acabo de regresar de allí, mis amigas me llevaron y...- hizo una pausa para sacar las pruebas de embarazo que estaban en su papelera. Todas en positivo- No quería creerlo-

- ¿Por que no querías creerlo? ¿No quieres tener un hijo conmigo?- Samuel la miró con cierta angustia.

- Yo... Samuel, aún soy menor aquí- lo miró a los ojos aun derramando pequeñas lágrimas que eran secadas por el castaño.

- Eso no importa, yo puedo hasta contratar un médico personal, puedes... mudarte conmigo, yo te cuidaría, nada me haría más feliz que formar una familia contigo- mencionó mientras Freya bajaba la cabeza, pero él sujetó su mentón con el dedo índice- Lo haría porque te amo- Y seguido de esto los dos se besaron tiernamente.

Las amigas de Freya los miraban como si de un trío de señoras viendo una novela se tratase, anhelando en algún momento tener un romance con un chico igual a Samuel.

- Entonces... Yo...- fue interrumpida por el chico.

- Nada, mañana quiero que cambies todas tus cosas a mi casa, voy a cuidarte todo lo que pueda, en casa serás atendida como se debe- le dijo acariciando su mejilla. Ella solo se limitó a asentir.

Sus amigas tocieron falsamente intentando llamar la atención de la pareja, quienes rieron por el acto infantil de estas, los dos se levantaron y se abrazaron para proseguir a conocer a las chicas.

- Samuel ellas son mis amigas de la universidad- dijo señalándolas- A ella ya la habías visto, Nivea, Chantal y Osiris-

- Vaya nombres más peculiares- dijo y las tres rieron.

- Las cuatro nos caracterizamos por eso- bromeó Chantal.

- Nivea se tiñe como si fuese arcoiris- hablo Osiris, ahora mismo Nivea tenía el cabello de color azul.

- ¿Y tu pelo no se maltrata o algo por el estilo?- preguntó interesado.

- Si usas un buen tratamiento para el cabello no, al contrario- Samuel asintió.

- Yo debería irme, tengo que ir al trabajo, ¿Hablamos luego, chicas?- dijo Chantal y todas asintieron, seguido de esto salió por la puerta.

Después de un tiempo más, las demás salieron igual del apartamento, Samuel miró a Freya divertido.

- Me alegra que hayas hecho buenas amistades- lo miró orgulloso.

- Me va hasta mejor que en España, ya no vivo reprimida- suspiró.

- Ya no tienes que preocuparte por eso, ahora estás conmigo, y viviras una vida de reina- dijo y la abrazó por la cintura.

- ¿Estás seguro de esto? Digo, ni siquiera estamos casados- dijo mirando sus manos.

- No importa, tengo la suficiente edad como para amar a alguien y formar una familia, sin necesidad del matrimonios - el le sonrió y ella le regresó el gesto.

[...]

Al día siguiente se encontraba guardando sus cosas junto a Nivea después de clases, puesto que esa misma noche Samuel pasaría por ella para ayudarla a llevarse todas las cosas a la casa.

- Aún no me explico cómo has podido vivir con tan pocas cosas- dijo Nivea cerrando la última maleta.

- Y te dije, vine de España sin prácticamente nada, Samuel me dió empleo y con eso me costee este departamento económico, por lo que todos mis ahorros se fueron acumulando, así me pude ir comprando mis cosas poco a poco- dijo mirando su espejo, dejaría el lugar tal y como lo encontró.

- Pero mira, yo jamás me hubiese podido comprar cosas como esta- dijo mirando su laptop y su teléfono móvil, los cuales eran los modelos más recientes que salieron.

- La gente con un sueldo como el mío normalmente se compraría un departamento más lujoso que este, por lo que el dinero que ganaría le sería el suficiente para comprar comida, y pagar alquiler, yo en mi caso me costee uno economico, para ahorrar la mayor cantidad de dinero y así poder comprarme cosas para mi-

- Te envidio, cuando te vayas a vivir con Samuel, ¿Puedo yo mudarme aquí? Necesito salir de casa de mis padres ya- dijo con un tono de pesadez, Nivea entre sus amigas era la unica que no pudo costearse un apartamento, o almenos no encontraba el indicado

- Claro, cuando yo me salga la vacante estará, así que cuando yo salga puedes ir a hablar con el dueño- le sonrió

El tiempo se pasó rápido conversando, y cuando menos se lo espero, Samuel habia llegado, ayudando a las chicas a llevar las maletas al deportivo de él, cuando se fueron Nivea volvió a entrar al departamento mientras la pareja ya daba rumbo a la casa de Samuel, ahora de los dos.

- Llegamos- dijo Samuel mirando a la castaña.

- ¿Por que siento como si fuese la primera vez que vengo aquí y estoy emocionada- dijo con una leve risa.

- Antes entraste como mi novia, ahora serás mi mujer- habló Samuel con un tono seductor y ella se estremeció.

- Eso me gusta- le sonrió y los dos se bajaron, Samuel cargó sus maletas hasta la casa, sin dejar que Freya cargase más que su pequeño bolso de mano.

La pareja fue recibida por los empleados, los cuales ayudaron a Samuel para llevar las cosas hasta el cuarto de los dos, él sabía que pronto tendría que lidiar con las críticas de su familia, y posiblemente el rechazo de alguno de ellos, más sin embargo no por eso iba a impedir que se hiciera cargo de tanto el bebé que estaba dentro de Freya como de ella. Y a los dos los iba a amar por igual, incondicionalmente.

- Tengo en mi cuarto un álbum vacío, podemos ir poniendo las fotografías de las ecografias allí- habló Samuel mirándola, los dos se sentaron en el sofá de la sala.

- Eso me parece muy tierno- le sonrió.

Samuel caminó hacia su cuarto, de arriba del ropero se encontró con una caja, dentro de ella estaba el pequeño álbum fotográfico color azul, el cual procederían a decorar, regresó y se sentó al lado de Freya.

- También podemos tomarte una foto con cada ecografia y la ponemos a un lado de esta- dijo y Freya río por las ocurrencias del chico, esto le parecía de lo más tierno.

- Me parece buena idea- le sonrió.

- Entonces levántate, te tomaré una foto la imprimo y pasaré a ponerla en el álbum- dijo haciendo que ella se levantara, su sonrisa no se borraba de su rostro- Sonríe a la cámara- dijo apuntándole con la cámara de su celular, se levantó la blusa para enseñar un poco su barriga poniéndose de perfil.

Y así se la pasaron los dos el resto de la tarde, fantaseando sobre cómo sería tener a un pequeño bebe, que era obvio que sería un reto, pero si los dos ponían de su parte, todo se podía lograr.

Esclava del amor | Samuel de LuqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora