Capitulo 23: Family

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Al día siguiente Samuel se encontraba en su oficina, arreglando unos cuantos papeles después de regresar de una junta importante de negocios sobre su nuevo lanzamiento al mercado de un nuevo modelo de computadora.

Mientras hacia esto alguien llamó a la puerta, sin dudarlo dos veces accedió a que dicha persona entrase en su despacho, llevándose así la grata sorpresa de una mujer vestida muy provocativamente, con un escote que literalmente podría llegarle al ombligo, tacones increíblemente largos y el pelo alborotado.

- ¿Se le ofrece algo señorita? Realmente estoy ocupado en este momento, vengo de una junta y en un rato iré a otra- dijo lo más profesional posible, sin siquiera prestarle interés a la mujer que había entrado.

- Su secretaria no es de mucha ayuda, ¿Cierto? Tiene que hacerlo todo solo- hablo ella sentándose en el escritorio, ofreciéndose al hombre del otro lado de este.

- Al contrario, tengo todo perfectamente ordenado para poder terminar e irme a casa- se levantó de su silla acomodándose la corbata en el espejo que reposaba sobre la pared.

- Seguramente es un día muy ajetreado para usted- habló con un tono que le pareció repugnante a Samuel, la mujer se estaba humillando frente a él, un hombre que le es fiel a su mujer aun si le traen a la mujer más ardiente de todo América.

- Francamente, nada me haría más feliz que regresar a casa, descansar en mi sofá y tomar una taza de café- habló sinceramente, realmente le parecía cansado todo el papeleo de un hombre de negocios, pero lo que era la avaricia le podía más que nada.

- Yo puedo invitarle un café, podríamos salir y... Quizás algo más- dijo la mujer haciendo hacia un lado su escote, dejando así mirar más de sus pechos.

Ella se acercó a Samuel y sus labios estuvieron a unos simples centímetros, pero Samuel para no ser muy agresivo simplemente se hecho para atrás, evitando el contacto de la chica con su cuerpo.

Aun que la necedad de ella fue insaciable, se volvió a acercar a este, esta vez por la espalda, sus manos bajaron a su pantalón sujetado el cinturón de este, Samuel se giró y ella sonrió victoriosa, aun que Samuel la miro serio.

- ¿Trabaja en este edificio?- le preguntó sin quitar la mirada de la mujer.

- Si, desde hace unos meses- sus labios se acercaron más a él. Sin embargo...

- Bueno, esta despedida- dijo girándose bruscamente volviendo a tomar sus papeles- Recoja sus cosas y salga de esta institución, no toleraré su comportamiento incompetente, y debido a su actitud con su superior su liquidación no será procesada- dijo sin dejarle tiempo a la mujer a responder.

- ¿Pero quien mierda se cree usted?- dijo ella sorprendida.

- El dueño de esta empresa, con el poder suficiente como para poder despedirla, ah y no se moleste en demandar, tengo las acciones y abogados necesarios como para ganar el juicio, soy más poderoso en América de lo que cree- mencionó con soberbia, pues el hombre perfectamente podría encarnar a los pecados capitales en todo su esplendor.

- Es usted un...- no se molestó en terminar su frase.

- Si tiene alguna queja, puede hablar con mi secretaria, su tarjeta esta en el escritorio-

- Ella no tiene nada que ver en esto- se defendió, hablando con repudio.

- Bueno, ella es mi asistente personal, así como también mi mujer y futura madre de mi hijo, así que si algo necesita, allí está su número, la invitó a salir de mi oficina- dijo abriéndole la puerta, no se molestó en siquiera tocarla, ya que sabía perfectamente que haciendo eso ella podría demandarla por acoso y abuso laboral, por el simple hecho de haberla tocado.

La mujer se fue hecha una furia del lugar.

[...]

Después de su día de trabajo Samuel ya había regresado a casa, por primera vez había sido recibido en esta por unos cálidos brazos de una mujer que amaba eternamente, los dos se adentraron a la casa donde se sentaron en la sala a mirar la televisión cálidamente.

- Está mañana después de una junta una mujer fue a mi despacho, según trabajaba para mi- dijo Samuel abrazando a Freya por la cintura los dos sentados en el sofá.

- ¿Trabajaba?- preguntó curiosa.

- Si, intentó seducirme con su escote exageradamente pronunciado y un tono que sinceramente me parecía escalofriante y asqueroso, solamente se humilló - dijo él y Freya solo pudo reírse ante la imagen.

- Ese fue el número privado que me llamó hace rato al teléfono que tengo para el trabajo- río leve.

- ¿Le contéstate?- la miró, ella negó.

- Tengo agendados todos los números de firmas importantes, patrocinadores, contadores y etc. normalmente no contesto números privados- le dijo y Samuel asintió.

- No me gustaría que te vieras involucrada en una pelea, menos por mi- contestó Samuel.

- Claro que no lo haré, no arriesgaré a mi engendro por una gata, aparte de que eres muy modesto, señor "No te merezco en mi vida" - dijo ella y besó sus labios.

- Te siento casi irreal- le confesó.

- Pero soy real, aquí estoy, aquí estaré siempre...-

[...]

Y así fue como las semanas y los meses fueron pasando, ahora mismo tocaba la siguiente ecografia de la chica, su vientre de 3 meses estaba ya más notable, y a Samuel le parecía realmente tierno, aun que seguía yendo a la universidad, no faltaba mucho para que tuviese que ausentarse, sorpresivamente no había sido criticada por ninguno de sus compañeros, sus amigas la cuidaban como si fuese su propio bebe, la cuidaban entre clases e incluso, si Samuel se demoraba mucho en el trabajo, las 3 amigas la iban a cuidar a la gran mansión.

- ¿Nervioso?- le preguntó Freya sosteniendo su mano. Samuel asintió.

- Es el primer hijo entre los hermanos de Luque, y mi primer hijo, estoy algo.... emocionado- dijo apretando el agarre de la chica.

Los dos se adentraron al consultorio, donde Freya se sentó en la camilla y se recostó, para que así el doctor pudiera dar paso a colocar el gel en su vientre y dar paso a buscar al bebé, pero la cara del doctor fue de sorpresa.

- ¿Que? ¿Vio algo?- dijo Samuel alarmándose.

- Nada, nada, sólo que... vaya, parece que tendrán gemelos- dijo el doctor dejando atónita a la pareja, intercambiando miradas sorpresivas.

- ¿Habla en serio?- preguntó la chica para cerciorarse, el doctor giró la pantalla.

- Allí, ¿Los ven? Esos dos puntitos de allí, son sus bebés- señaló a estos- me sorprende no haberme dado cuenta antes-

- Tendremos gemelos- habló Samuel sin creérselo, tendría gemelos, aun que esperaba por lo más dentro de él que no salieran igual a sus hermanos gemelos, ya que de pequeños le causaron problemas hasta a él y su otro hermano Héctor.

- Tienes a tus dos herederos- dijo Freya estrechando la mano de Samuel.

- Mis dos príncipes...

Esclava del amor | Samuel de LuqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora