Everybody wants to rule the world.

4. Preocupación.

Derek hubiera preferido no saber si la chispa era la que mantenía entero a Stiles y más cuando la usaba contra él. De alguna extraña manera, el chico había desarrollado sus capacidades aún más que su madre y ahora podía hacer lo que solo podían considerar como magia, aunque también algo de culpa tenían los libros de Claudia y los millones de hechizos que contenían.

Un humo azul salió de las manos del humano antes de que lo lanzara contra él y lo dejara estático en el sitio. A buena hora había perdido la apuesta con Laura y él tenía que sufrir los frutos del entrenamiento como emisario de Stiles.

Tenía un par de meses de haber comenzado, después de la primera cacería a la que había ido con sus padres y sus hermanos. Derek había acompañado un par de veces a Dean, pero jamás había estado tan en tensión como la primera vez de Stiles y es que el chico daba verdadero miedo usando todas sus habilidades en contra del demonio y el vampiro que habían llegado a Beacon. Sabía que el chico estaría bien, no necesitaba que alguien lo protegiera, pero no podía quitarse el sentimiento de protección hacia él y quería pensar que era porque lo veía como a su hermanito menor. Aunque últimamente no quería pensar en él como su hermano.

Observó a Stiles acercarse a él y cómo parecía evaluarlo, igual que un lobo a su presa. Laura lo miraba socarrona desde el porche, con Cora a un lado.

El castaño se detuvo frente a él y ladeó la cabeza con curiosidad.

—No sabía si funcionaría— Derek trató de fruncir el ceño, pero ni eso podía mover— no me acordaba si el hechizo que recité era para dejar quieto a alguien o prender en llamas algo— los ojos del lobo se agrandaron— pero en cualquier caso podría apagar el fuego— soltó una risa mientras movía la mano y quitaba el hechizo de Derek, que se fue al suelo al sentir las piernas débiles por la opresión.

Jackson se acercó a su amigo y le pasó una bolsa llena de regalices.

—Cada vez lo haces mejor Sti— halagó el rubio mientras ninguno de los dos le quitaba la vista de encima a Derek, que se estaba levantando. El chico los miró con dureza antes de caminar hacia el bosque y dejar la playera y los pantalones en un tronco, para tomar su forma animal e internarse en el bosque. Stiles tragó con fuerza y Jackson se rio.

—Anda, ponte a pensar en otras cosas antes de que alguien despierte— le echó una mirada a la entrepierna de Stiles y éste le dio una colleja en respuesta.

—Idiota.

—Pero así me quieres— Stiles negó con la cabeza mientras caminaban a la casa.

Jackson se había enterado del secreto de los Hale y los Stilinski cuando fue el cumpleaños trece de Stiles. La fiesta había terminado siendo un caos cuando Kate Argent se presentó con todo menos buenas intenciones y de regalo una bomba de acónito, dejando incapacitados a la mayoría de los lobos y provocando el descontrol de otros, como Cora, que se transformó y estuvo a punto de atacar a Jackson, si no hubiera sido por la intervención de Claudia, Noah y Chris hubiera sido una tragedia.

El chico había aceptado muy bien todos los sucesos y juró guardar el secreto por su familia, porque el rubio los consideraba más familia incluso que sus propios padres y Claudia lo trataba igual que lo hacía con sus hijos.

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—¡Derek, cuidado! — el pelinegro miró hacia atrás justo a tiempo para ver al vampiro corriendo hacia él, mientras Stiles se defendía de uno de los demonios, su camiseta estaba rasgada y la sangre brotaba del mismo lugar donde tenía el tatuaje de protección idéntico al de sus hermanos.

Ambos habían sido sorprendidos por aquellos seres mientras caminaban hacia el Jeep aparcado en el estacionamiento del 7/11, ninguno de los dos los vio venir. Derek había aullado para llamar a la manada mientras Stiles recitaba un encantamiento para que las personas en la tienda no se enteraran de nada, no necesitaban humanos en la línea de fuego, muchas gracias.

Stiles había lanzado una daga de plata, acertando en el cuello del vampiro mientras el demonio estaba estático a varios metros de ellos. El castaño se limpió la sangre que caía desde su ceja mientras Derek se quitaba de encima el cadáver del vampiro y al caer contra el pavimento éste se convirtió en cenizas. Corrió hacia el castaño y lo tomó de las mejillas para examinarlo, pasó su vista por todos lados hasta cerciorarse que no tenía heridas más graves. Stiles lo miraba con una sonrisa mientras lo atraía para abrazarlo, y aprovechando el contacto que tenían sus manos con la espalda del chico comenzó a absorber su dolor.

—Estoy bien— Stiles acarició su nuca— ¿tú?

—Contigo aquí, fenomenal— la vibración de la risa de Stiles le causó cosquillas.

Escucharon el rechinido de los frenos de un auto y se separaron.

Dean bajó del impala, con Sam siguiéndolo de cerca y ambos con armas en las manos.

—¿Están bien? —preguntó Sam cuando estuvo cerca de ellos. Ambos asintieron.

Dean miraba de mala manera al lobo y Stiles resopló.

—Déjalo en paz ¿me oyes, Dean? — el rubio lo miró sonriendo mientras apuntaba hacia Derek. Stiles abrió con miedo los ojos y se puso frente al lobo.

—Quítate, Sti— su hermano negó. Sam miraba la escena enarcando una ceja, sabía que esto pasaría en cuanto se enterara de la relación de esos dos— solo uno Stiles, goteará un ratito y luego volverá a su estado inicial— el chico volvió a negar, pero Derek salió de la protección que el castaño estaba ofreciéndole y miró a Dean.

—Que sea rápido.

—¿Pero tú estás loco? —exclamó el castaño.

—Lo hará ahorita o después Sti, mejor que sea de una vez y acabemos con esto— Stiles soltó un bufido lleno de frustración y miró amenazadoramente a su hermano mayor.

—Donde me lo desgracies...

Dean sonrió antes de dispararle en un brazo al lobo, que aguantó un quejido de dolor y el demonio que seguía estático los miró como si estuvieran locos.

Stiles corrió a revisar a su novio, y al ver que la bala había atravesado solo quedaba esperar a la sangre dejara de gotear y se curara.

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—El demonio que destruimos dijo que solo era cuestión de tiempo antes de encontrar nuestra perdición— informó Stiles a su madre y a su alfa.

Ambas asintieron mientras Claudia revisaba la herida de su hijo y Talia caminaba de un lado a otro.

El rasguño que tenía Stiles abarcaba desde el hombro izquierdo hasta el inicio de sus costillas y parte del tatuaje había quedado incompleto.

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—¿Por qué es tan rápido? —preguntó Jackson a Sam mientras observan a Stiles luchando contra Chris y Peter Hale, el tío de Derek, en su forma de lobo.

—Podría ser la pareja del próximo alfa, si algo le pasara a Laura, tiene que serlo, prácticamente tiene una diana en la frente y será su emisario. Es una combinación poco común.