Everybody wants to rule the world.

6. Miedo.

Los Stilinski Winchester se habían dedicado los últimos días a investigar sobre el nuevo enemigo de turno, aunque no tenían demasiadas pistas y el hecho de que no hubieran sucedido más cosas no les dejaba las cosas claras.

Derek y Stiles estaban platicando de cosas banales, tratando de olvidarse un poco de los problemas que tenía su situación patas arriba e intentando ser un poco normales, lo normal que su condición permitía. Stiles miró a través del cristal de la heladería al tiempo que el impala se detenía afuera.

Dean bajó del lugar del piloto, una chica morena y con una cicatriz que abarcaba desde su mejilla hasta su cuello lo acompañaba. Saludó a su hermano por el cristal y entraron al local. El rubio dejó a la chica en la fila para comprar e ir a saludarlos.

—¿Otra? —preguntó Derek, llevando una cucharada de helado a su boca. Un poco de éste le había quedado en el labio inferior y Stiles se lo limpió con el pulgar, para después quitarlo con una lamida. Los ojos de Derek fueron dorados un segundo antes de que un carraspeo los regresara a la realidad.

—Deja de comerte a mi hermano con la mirada, chucho pulgoso— Dean metió una mano en su chamarra y le mostró a su amigo la culata del arma que siempre llevaba consigo.

—¡Eh! Solo yo puedo llamarle así, Dean— Stiles lo miró mal. Dean hizo un gesto despectivo con la mano y se sentó a su lado.

—Perro sarnoso— murmuró el rubio, sabiendo que Derek lo escucharía. Stiles le dio un codazo porque: "¿Hola? Estoy aquí al lado, hermano"— ¿Qué? No me mires así, Sti, dijiste que chucho pulgoso no podía usarlo— Stiles rodó los ojos y siguió con su helado.

—Respondiendo a tu pregunta, sí, es otra chica, ¿algún problema con ello? —tomó el helado de su hermano y lo probó.

—¿Te quedarás con alguien algún día? —inquirió el castaño, quitándole su bote de helado.

—Nop— respondió— estoy bien así.

La pareja rodó los ojos al mismo tiempo antes de seguir comiendo.

—Tengo que regresar con Breaden— resopló el mayor y despeinó el cabello de Stiles a modo de despedida— nos vemos mañana— Stiles hizo una mueca de asco— cuida bien de mi hermano, Hale.

Observaron salir al mayor de los Stilinski Winchester, acompañado de la chica que les sonrió al salir.

—Ya quiero ver cuando alguien lo haga sentar cabeza— murmuró Stiles.

—Te apuesto lo que quieras a que no será una chica— el castaño lo miró con suspicacia.

—¿Dean con un chico? No lo creo.

—¿Por qué?

—No lo sé, no tiene cara de que le gusten los hombres y solo le he conocido chicas.

—¿Yo tengo cara de que me gusten los hombres? —Derek lo miró enarcando una ceja, Stiles enrojeció hasta las orejas.

—La verdad es que no.

Derek negó con una sonrisa.

—Entonces, ¿apuestas?

—¿Qué quieres perder? —inquirió su novio mientras rebañaba el vaso.

—Solo usaras mi ropa una semana —fue el turno de Stiles para fruncir el ceño.

—Sabía que tenías algo por mí con tu ropa— colocó un dedo en su barbilla, pensando— tu camaro una semana— las cejas de Derek casi se van al cielo.