Capítulo 4.

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Una vuelta, y otra más, y ahora de lado, ahora boca arriba.. así llevaba más de una hora, intentando conciliar el sueño después de lo que pasó en la cocina, y realmente no fue lo que pasó, si no lo que sentí haciendoselo pagar a mi pobre perrita que dormía placidamente en mi cama. Yo no quería volver a sentir eso otra vez por nadie, la última vez me salió el tiro por la culata y no estaba dispuesta a calentarme la cabeza con cosas que no habían ni ocurrido todavía, asi que aprovechando la ausencia de mi querida madre, saqué un cigarro, abrí mi ventana y me senté en la repisa mirando el cielo.. oh dios como me relajaba eso, será malo y todo lo que tú quieras pero me venía tan bien a veces.. y ahí estaba yo en toda mi pompa cuando se abrió de repente la puerta de mi habitación.

-Joder! que susto me has dado.- le dije al intruso con una mano en el pecho.- podrías llamar antes de entrar sabes?.-

-Es que era eso lo que pretendía, asustarte.- dijo el odioso intruso que estaba sentado en mi cama.- por cierto, fumas?.- preguntó con su media sonrisa.

-Obvio no?.- puse una mueca de desagrado que creo que la vió hasta el gato del vecino.-

- Es malo sabes?.- como no saliera de ahí pronto lo iba a matar.- Te vas a poner vieja y fea mucho antes.-

-Pero a ti qué mierda te importa!?.- de repente desapareció la sonrisa de su cara y cuando vi que se leventaba para marcharse me sentí mal, él solo intentaba ser amable conmigo y yo me portaba como una niña tonta solo por lo que él había producido en mi.- espera Chester, lo siento, no era mi intención ofenderte.-

-Qué? simplemente iba a ir al baño pero tanto te preocupas por mi?.- y ahí estaba esa maldita cara de chulito que quería golpear y comerme al mismo tiempo, cualquier chica con dos ojos bien puesto sabría ver que el chico era un bombón.-

-En fin, mejor hago como si no hubieses dicho nada.- dije volviendo a encender otro cigarro.- bueno, y dime si eres americano por qué hablas tan bien nuestro idioma?.-

- Si me das un poquito de eso te lo cuento.- dijo refiriendose al cigarro, no decía que era malo? este chico es tonto o qué? .- bueno entonces me sirvo yo aunque quiero que sepas que a partir de hoy se acabó el vicio.- mientras decia eso me quitaba el cigarro de la mano a lo que no me opuse simplemente por el roce de su mano con la mia.-

-Bu..bueno.-me ponía muy nerviosa enserio.- contesta a lo que te he preguntado.-

- Pues verás españolita, yo hasta los doce años estuve viviendo aquí.- obviamente mi cara era un poema por lo que continuó.- mi madre vivía aquí en España, concretamente en Madrid, y trabajaba en un bufete de abogados allí hasta que conoció a mi padre, que era americano y enviado a ese mismo bufete por un cliente al que defendía y bueno que más puedo decirte, se conocieron, se enamoraron y me tuvieron a mi.- yo asentí para que continuase.- nos quedamos aquí hasta que cumplí los doce pero nos fuimos porque mi padre echaba de menos su país, a mi España siempre me ha gustado y cuando me enteré del intercambio no lo dudé y cual fue mi sorpresa al encontrarme a una españolita tan guapa.- me sonrojé al instante y desvié mi vista hacia fuera.- pero no te lo creas mucho tampoco.- y ahí estaba él cagándola como siempre.-

- Mañana te enseñaré la ciudad, quedaremos con mis dos amigas y unos amigos para que no te sientas mariposón entre tanta mujer.- le dije con tono burlón, pero el solo se acercó y se quedó a escasos centímetros de mi rostro.-

- Tan nerviosa te pondría que fueramos tú y yo solos.- su aliento golpeaba mi cara y yo sentía que me iba a morir en ese momento, pero yo no quería, me negaba a sentir algo por un estúpido arrogante.-

-En tus sueños americano y ahora por favor sal, quiero dormir.- y con las misma se levantó y se fue, me metí en mi cama deseándo que la estúpida sensación de mi estómago cesara, pero pronto me quedé profundamente dormida.-

El Intercambio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora