De todos los humanos que hay en este mundo justo tenía que quedarme encerrada en un maldito ascensor con él, se puede tener peor suerte? aunque claro el jefe es su padre, pero de todas formas, qué mierda hará aquí a las ocho y media de la mañana? no me puedo creer lo que esta pasando se va la misera luz justo ahora.
Yo no respondí a su saludo obviamente, y lo mejor es que hasta que no arreglasen el problema no podría salir de ahí, y suerte que los conserjes siempre entran una hora antes para terminar de limpiar y todas esas cosas y se dieron cuenta. Pasó media hora en un silencio completamente incómodo que obviamente fue roto.
-Bueno y cómo has estado?.-estaba inseguro, se le notaba a mil kilómetros.-
-Muy bien.- respondí secamente, lo que menos me apetecía era entablar una conversación con él.-
-Podríamos quedar un dia para tomar algo y ponernos al día no te parece?.- empecé a reirme a carcajada limpia, claro que era una risa cínica.-
-De verdad crees que YO voy a quedar CONTIGO? si te estoy hablando es porque no tengo más remedio y no puedo salir corriendo.-
-Todavía te sigo poniendo tan nerviosa que tienes que huir si me ves?.- me sonreia burlonamente.-
-Ya quisieras tú.- mentí, si que me ponía nerviosa todo sea dicho y estaba muchísimo más guapo que años atrás, tenía un cuerpo mejor formado, la voz más grave y emitía masculinidad por cada poro de su piel, pero ese olor tan suyo no había cambiado para nada.-
-O tú.-
-Tú más.-
-No, tú más.-
-Pues no! TÚ MÁS.- intenté reprimir una risa, estábamos actuando como dos niños pequeños.- Bueno mira que da igual, que me dejez en paz, no me hables, me molestas.- me senté en el suelo del ascensor y el me imitó.-
-Pues me acuerdo que antes.- se acercó mucho a mi y me susurró tan cerca que podía notar su aliento en mi cuello.- no te molestaba que te hablase, te tocase, te besas..-
-Cállate vale?! cállate!.- le empujé con todas mis ganas pero solo conseguí separlo un poco y claro, el se reía de mi por mi claro estado de nerviosismo.-
-Venga no te enfades princesa.- princesa, cuánto tiempo hacia que nadie me llamaba así? que ÉL no me llamaba así? exactamente desde que despertamos juntos después de haber hecho el amor, por lo menos era amor para mi claro. Se me estaban juntando muchas emociones en un momento, la muerte de mi madre, el tenerlo tan cerca después de tanto tiempo, el querer besarle y decirle lo mucho que lo he echado de menos, porque si, a pesar de todo lo eché muchísimo en falta pero también tengo ganas de golpearle y decirle porqué me hizo sufrir tanto.-
-Por qué ahora? dime, por qué vuelves a aparecer justo ahora?.- un nudo se empezaba a formar en mi garganta, pensaba que si me lo encontraba no sentiría nada, pero no, no es así, parece que hubiese un huracán removiéndolo todo a su paso.- yo solo quiero estar tranquila y hacer mi vida, solo quiero olvidar, tan díficil es?.- una lágrima empezó a bajar por mi mejilla y rápidamente su pugar estaba rozándo mi mejilla y cada milímetro de mi cuerpo se estremeció.-
-Yo no quiero que me olvides Kassia, han pasado seis años, eramos unos crios!.-
-Y qué? me hiciste mucho daño, y no dejaré que te vuelvas a burlar de mi nunca.-
.Joder! ni si quiera dejaste que me explicara! te llame mil veces, te envié mil mensajes.- su tono era una especie de molestia y desesperación y es verdad que no le dejé explicarse, pero solo quería salir de allí, salir y no volver, y mira, aquí estoy otra vez.- dejame explicartelo.-
ESTÁS LEYENDO
El Intercambio.
Teen FictionKassia, una chica normal con sueños y planes que pronto comenzarán a cambiar.