Capítulo 5.

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Estaba parado mirándome serio, sin camiseta y con unos pantalones de pijama, estaba realmente impresionante, como no me di cuenta antes de semejante hombre? aunque claro supongo que el alcohol que llevaba en mi cuerpo también jugaban un papel importante. Se acercó a mí y me ayudo a ponerme en pie.

-Kassia estás bien?.-me preguntó preocupado.-

-Ahora si..- le dije con una sonrisa en los labios.

Poco a poco me fui acercándo y lo besé, lo besé como hacia ya días que quería hacerlo. Al principio el no me seguía, pero cuando reaccionó siguió mi beso del mismo modo. En todo momento fueron besos hambrientos, desesperados, yo notaba mi cuerpo vibrar con cada movimiento de nuestras bocas, asi que le cogí las manos y se las metí debajo de mi falda que él comenzó a bajar hasta que me la quitó. Estaba que me hervía cada centímetro de mi cuerpo, quería todo de él. Comenzó a besarme el cuello mientras se deshacía de mi blusa, yo no sentía vergüenza ni nada que se pareciera, obviamente porque no iba en mis cinco sentidos. Cuando ya me disponía a bajar sus pantalones el me cogió de las manos y paró bruscamente.

-Qué haces?.- le dije bastante cabreada por el rechazo.-

-Así no Kassia, vas borracha.- no me podía creer lo que me estaba diciendo, me estaba rechazando?

-Me estás rechazando?.-mientras le preguntaba me ponía en pie como podía.-

-Si, y ahora vete a tu habitación.- me dió mi ropa y me dejó en mi habitación

-Eres un completo imbécil!.- le grité con todas mis ganas, estgaba dolida, borracha, con todo el maquillaje en la cara, me miré al espejo y lloré más, por la patética imagen que estaba viendo reflejada.

Estuve como media hora llorando mientras me miraba en el espejo, ya estaba un poco más lucida pero sentía que los ojos me pesaban dos kilos, así que en cuanto me acosté en mi cama me quedé dormida al instante.

P.O.V (CHESTER)

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Llamaron a la puerta y ví a Vero y a Carol que esperaban a Kassia para irse de cerveceo como ellas decían. Tengo que reconocer que Vero y Carol son guapísimas, pero no se puede comparar a Kassia, desde el primer momento en que la ví en el aeropuerto sin nisiquiera maquillaje pero tan preciosa supe que esa chica me iba a traer algún dolor de cabeza. Yo era el típico don juan que tenía a todas las tías comiéndo de su mano, pero ella no, ella no estaba detrás de mí como una boba enamorada haciéndo todo lo posible para que me fijase en ella, aunque eso me molestaba y más me molestaba todavía que con ella sentía más cosas que el querer llevármela a la cama, por eso me intente comportar con ella como lo hacía con todas. La mañana siguiente de haber entrando a su habitación y haberla asustado yo esperaba que ella estuviese molesta, pero cual fue mi sorpresa que el molesto fuí yo cuando la ví vestida así, realmente se le veía preciosa, sexy, apetecible..nosé todos los adjetivos que se te ocurran relacionados pero algo dentro de mi hizo "clic" cuando la vió así, y más todavía cuando todos los tíos se giraban para mirarla o le decían cosas. Os juro que tuve hacer un esfuerzo infrahumano para no matar a golpes a todos esos babosos y matarme a golpes a mi mismo por sentir celos de alguien a quien apenas conocía. Estuve todo el día distante y ella lo notó. En el camino de vuelta me preguntó y al obtener mi fría respuesta se calló de inmediato pero lo que vino después fue peor, le di a entender que era una..bueno ya sabéis y creerme que me sentí como un gilipoyas y más al escucharla llorar..

Y bueno ahí estaba yo pensando en todo eso mientras esperaba a que la españolita volviese de donde quiera que estuviese para poder dejar de torturarme pensando que estará haciéndo y con quién. Perdido en todo eso de repente escuche a alguien tropezando con muebles, luego una caida y unas carcajadas. Me levanté de la cama y abrí la puerta de mi habitación y allí estaba Kassia, en el suelo, obviamente borracha y eso no me hizo precisamente gracia. La ayudé a ponerse en pie y de repente se me lanzó encima y me besó, me quedé completamente en shock hasta que la correspondí. Estaba en la gloria, la besaba desenfrenadamente, sintiendo algo que no había sentido nunca por ninguna otra. Me colocó mis manos debajo de su falda que no dudé en quitarle, la llevé a la cama y me puse encima de ella, comencé a besarle el cuello mientras por mi nariz aspiraba su perfume a vainilla que me volvía loco, le quité la blusa, y ella comenzó a quitarme mis pantalones que a pesar de ser de pijama ya me molestaban por la presión. Fue en ese preciso momento donde volvió a mi cuerpo toda la razón que había perdido. Ella estaba borracha, no podía aprovecharme así de ella, así que le quité sus manos de mi pantalón y me levante bruscamente.

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