Me desperté a la mañana siguiente, y miré a quien me tenía rodeada entre sus brazos, me giré cuidadosamente para no despertarlo, me quedé por lo menos diez minutos mirándolo mientras dormía pero despertó y me piyó haciéndome sonrojar como una boba.
-Buenos días princesa.- me dijo mientras me acercaba más a él.-
-Buenos días príncipe.- me sentía en las nubes en ese momento.-
Después de ducharnos, esta vez juntos, y dar rienda suelta otra vez a nuestro amor nos vestimos y bajamos a desayunar. Estuvimos toda la mañana viendo películas y haciéndonos arrumacos, incluso nos dimos de comer mutuamente, la verdad que cualquiera que nos viera le daría un subidón de azúcar. Cuando estabamos en el sofá a punto de ver una película me dieron unas ganas terribles de comer helado de fresa.
-Sabes? me muero por un helado de fresa.-
-No te basta conmigo?.- me dijo dandome dulces y cortos besos por mi rostro.-
-Claro que si, pero con helado de fresa ya sería perfecto.-
-Entonces vayamos a la tienda a comprarlo.-
-No te preocupes voy yo, total la tienda está aquí al lado.- no parecía muy convencido pero le puse la mejor cara de cachorrito abandonado y él asintió con la cabeza.-
Salí de la casa tarareando una canción, me sentía realmente bien, pero no podía evitar pensar en cuando me tuviese que volver a España, pero prefería pensar que buscaríamos una solución. Iba sumergida en mis pensamientos pero alguien me interrumpió.
-Oh Kassia tú por aquí.- esa persona era Casandra.- a dónde vas sola? y Chester?.-
-Bueno me ha dado un antojo de helado de fresa y voy a la tienda a compralo, él se ha quedado en casa.- no me gustaba para nada esa chica y no sabía porque, pero no podía evitar sentirlo.-
-Ajá, bueno que os vaya bien.- me dijo con una muy falsa sonrisa.-
Seguí mi camino hacia la tienda, entré y cogí helado de fresa y también de chocolate, ya que estaba por qué no? En menos de 15 minutos estaba en casa de Chester, metí la llave y abrí la puerta.
-Chester?.-pregunté en el salón y nada, en la cocina tampoco así que supuse que estaría en su habitación y me dirigí a ella.- He comprado también helado de choc...-no podía creer lo que estaban viendo mis ojos, solté la bolsa con los helados que cayeron a mis pies, él estaba sin camiseta besándose con esa maldita zorra y en cuanto me vieron el la empujó sobresaltado y ella me dedicó una sonrisa triunfadora.
-Kassia no es lo que piensas te lo puedo explicar porfavor.-enserio? me quería explicar como me había estado engañando y viéndome la cara de estúpida?-
-Explicar qué Chester?!!explicar QUÉ!!.-estaba realmente fuera de control.-
-Por favor Kassia.-me cogió de la mano pero se la aparté fuertemente.-
-No vuelvas a tocarme en tu misera vida!!.-
-Oh venga Kassia no te pongas así, esto lo hace con todas.-
-Cállate maldita zorra!.-le dí una cachetada tan fuerte que hasta la tiré al suelo.-
Salí de esa casa casa antes de que Chester pudiese decirme algo, corrí y corrí, me dolía el pecho como si me estuvieran clavando mil puñales, no podía hacer otra cosas que llorar y correr como loca. Llegué sin apenas darme cuenta a un parque y me caí rendida sobre el césped, recordando todo desde que él llegó, recordando la noche de ayer y comencé a llorar de nuevo. Estuve por lo menos una hora pensando que hacer, y no me resultó dificil llegar a una conclusión.
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El Intercambio.
Teen FictionKassia, una chica normal con sueños y planes que pronto comenzarán a cambiar.