Capítulo 22.

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La oscuridad de esos pasillos me tensaba, el eco de mis zapatos retumbando debido al sepulcral silencio me ponía de los nervios. El corazón me latía con fuerza y tenía un constante nudo en el pecho que no desaparecía. Después de un recorrido que me pareció eterno, por fin llegué a mi destino.

-Que buen aspecto tienes.- dije irónicamente.-

-Qué quieres?.- me preguntó Casandra.-

-Quiero que me digas donde está mi hija.-

-Y por qué tendría yo que saber donde está tu hija?.-

-No me creas estúpida!.- grité al mismo tiempo que golpeaba la mesa.-

-De verdad que no se de que me estás hablando.- la miré fijamente y no se porque pero supe que decía la verdad.-

-Se han llevado a mi hija, el otro día, en el parque, y se que Mark tiene algo que ver con esto.-

-Mark? pero si está muerto.- dijo ella como si fuera lo más obvio del mundo.-

-Me dijo que se vengaría de esa forma.-

-Vengarse por qué?.- era obvio que no se lo iba a contar.-

-Por lo que sea, me dijo que mandaría a alguien a cogerla, que la venderían.- tuve que hacer un esfuerzo por no volver a llorar.-

-Bueno, te voy a ayudar.- la miré sorprendida.- al fin y al cabo es mi sobrinita.- dijo burlonamente.-

-Oh cierto, estoy ante mi queria hermana, que me secuestró e intentó matarme y por eso está aquí pudriéndose en la cárcel.- dije de la misma manera que ella.-

-Quieres que te ayude o no?.-

-Dispara.- dije secamente.-

-Hay unos almacenes..- la interrumpí.-

-Los mismos en los que yo estuve.- ella asintió.- tendré que empezar a buscar por ahí.-

-Te advierto otra cosa, si vas, no se lo digas a la policía, si ven ese tipo de movimiento no dudarán en matarla.- un fuerte escalofrío recorrió mi cuerpo.- y otra cosa, tendrás que esperar unos días.- yo la miré perpleja.-

-Te piensas que me voy a quedar cruzada de brazos sabiendo que posiblemente mi hija esté allí?!.-

-Tendrás que hacerlo, no quiero que me relacionen con tu descubrimiento si es que está allí, y que me acaben matando.- yo suspiré, estaba ansiosa por buscar a mi hija, pero tampoco podía dejar que la matasen, si se que suena raro que lo diga cuando yo maté a una persona, pero ella al fin y al cabo era mi hermana.-

-Está bien.- dije finalmente y pude ver en su cara el alivio reflejado.-

Llegué rápidamente a casa, donde por suerte solo estaba Chester. Mariam, Tom y Anna no se habían separado de nosotros, y por su puesto que no me molestaba, al contrario, me sentía verdaderamente afortunada por tenerlos a mi lado, pero en ese momento necesitaba estar con Chester a solas.

Fui hacia él, y en cuanto me vió se abalanzó sobre mi y me abrazó.

-Por qué has tardado tanto?.- me preguntó con cara de preocupación.-

-Había tráfico mi amor.- cosa que era cierta.- han..han haido noticias?.-

-Nada.- soltó un suspiro de cansancio.- nunca saben nada, nunca encuentran nada, me estoy volviendo loco!.- dijo alzando un poco la voz, y en ese momento supe que no le diría nada a Chester, seguro que él saldría corriendo en este mismo instante a buscarla.-

El Intercambio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora