CAPÍTULO 16: EL PRIMER MES.

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Leonardo y Marco revisaban el avance de la construcción junto con los inversionistas españoles en el terreno que ya casi quedaba listo para empezar.

Les explicó cómo es que se compondría el edificio y como sería la estructura, a la hora del almuerzo, los dos se fueron a comer a un restaurante cercano.

Empezaron hablando del trabajo pero luego las cosas cambiaron un poco.

—Oye, haré una fiesta este viernes, ¿vienes?

—Luego te digo.

—Oh vamos, te presentaré a una chica que de seguro es para ti.

—Lo siento, no puedo.

—Tú rechazando una mujer, eso es nuevo—dijo Marco, sorprendido.

—Y lo que te diré es aún más sorprendente.

Leonardo le contó acerca de Ally, como se conocieron, como hizo para conquistarla y la relación que había tenido en ese tiempo.

—¿Sales con una de las muñequitas?—le preguntó.

—No, es una animadora infantil.

—Bueno, no te lo negaré, he ido a varias fiestas de sobrinos o primos y la verdad es que si se te antoja una de esas chicas, con esos atuendos y esas piernas.

En otra ocasión, Leonardo tal vez le habría seguido la corriente, pero en ese momento, él prefería ignorar a su amigo.

—¿Y la relación es seria?

—Por ahora, sí.

—Bueno, tráela a la fiesta.

—No puedo, ella no sabe la verdad sobre mí, cree que soy un simple asistente y que apenas y tengo dinero para vivir.

—Pues entonces dile la verdad.

—¿Cómo si fuera tan fácil?

—Por lo visto, tú eres el que complica las cosas—le recriminó Marco—. Si la quieres, sólo díselo.

—¿Y sí se molesta?

—Pues te puedo presentar a la chica de la fiesta—contestó.

Leonardo estuvo gran parte del día pensando en eso, debía ser honesto con Ally y mejor serlo antes de que la situación empeorara.

Ese fin de semana llegó más temprano de lo normal, tanto que Ally y Jess apenas se preparaban.

—No puede vivir sin verte—le dijo Leonardo.

—¿Quieres desayunar?—le invitó Ally.

Aceptó y le dieron un lugar a la mesa para que disfrutara los hot cakes que había preparado Ally.

—Son deliciosos—reconoció Leonardo.

—Ya te puedes casar—dijo Jess.

Leonardo casi se ahogó en ese momento y tomó un poco de café para salvar su vida.

Ally se rio de la situación.

—Perdón, yo sólo decía.

—Mejor hablamos de eso en otros 3 o cuatro siglos.

Hicieron a un lado el tema y Ally explicó las actividades del día, tendrían tres fiestas que cubrir y él se encargaría del equipo de sonido.

Cuando Ally le preguntó acerca de Sofía, él le contó lo que le pasó en la escuela.

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