Era domingo por la noche, Leonardo, Ally y el resto del equipo cenaban un par de hamburguesas en un local que encontraron, fue un día muy cargado de trabajo.
Ally notó extraño a su novio todo el día, nervioso e intranquilo, al menos más de lo normal.
—¿Todo bien?—le preguntó.
—Sí, claro, por supuesto, todo... bien.
Sabía que algo le ocultaba Leonardo.
—Dime la verdad—le pidió—. Recuerda lo que dijimos.
—Está bien, lo que pasa es que mis padres harán una reunión, para festejar lo del embarazo de mi hermana y estaba pensando, si tú quisieras acompañarme.
—¿Cuándo es?
—El próximo fin de semana, pero si no puedes, yo te entiendo, no hay problema.
—Le preguntaré a mi mamá y te aviso.
—De acuerdo.
Leonardo esperaba que algo lo salvara de aquel momento, que Ally tuviera tanto trabajo que no podría aceptar, pero la suerte no estuvo de su lado.
Esa noche, recibió un mensaje donde su novia le decía que lo acompañaría y eso complicaba las cosas.
No era la primera vez que Leonardo invitaba a una mujer a su casa, ya fuera en la boda de un primo, el cumpleaños de su madre o una simple reunión, solía ir con alguna chica que conoció en un bar y con la que duraría un par de días antes de aburrirse, todos conocían la dinámica; sin embargo, esto era distinto, para él Ally era la chica más importante, pero, ¿estaba seguro?
En el fondo, creía que ella no era más que una más de las tantas mujeres con las que pasaba el rato, que en menos de lo que pensaba se le pasaría el efecto y dejaría a Ally como a otras chicas que conocía.
Quiso dejar de lado esas ideas y concentrarse en sobrevivir al encuentro con sus padres.
Llegó el sábado, Leonardo esperaba a Ally afuera de su casa, al parecer, ese día sería reemplazada por Jess en los eventos.
Estaba nervioso, sabía que durante toda esa tarde sería sometido a una investigación por parte de sus padres y convertirían la reunión en una escena odiosa.
—¿Lista?—le preguntó al verla salir.
—Vámonos.
Ally no podía dejar de pensar en la reunión, estaba un poco asustada, no es lo mismo salir ante el público vestida de una princesa, un hada o una pirata a tener que encarar a los padres de tu novio y darles una buena impresión.
Trataba de pensar positivo, así era ella, veía el lado bueno de las cosas.
Por su parte, Leonardo procuraba que aquello no se saliera de control, que sus padres se comportaran de la mejor manera y que pudiera ser una bonita tarde para todos.
La reunión sería en casa de Susana, un terreno menos hostil para ambos, al menos su hermana sería capaz de formar un frente que lo defendiera.
—Todo estará bien, no va a pasar nada—dijo Leonardo
—En realidad estoy tranquila—respondió su novia.
—Hablaba conmigo mismo.
Los dos entraron y Eduardo los recibió, Leonardo le presentó a su novia y los invitó a pasar.
—Sé sincero, ¿Qué tan mal está la situación?
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MI PRINCESA FAVORITA
RomansaLeonardo vive su vida como un exitoso arquitecto y no cree en el amor, sin embargo, sus ideas cambian cuando conoce a Alicia, una increible chica que le enseñará que la vida es más de lo que él cree y que debe seguir sus sueños y luchar por ellos si...