Capítulo 14: Kaya

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Nos adentramos lentamente en la jungla observando a cada paso nuestro alrededor. Veo las flores llamativas de las que hablaba Parker, tienen unos colores tan extraños y brillantes que resultan casi irreales.

Caminamos cerca el uno del otro por miedo a separarnos y perdernos. No me resulta muy agradable están tan cerca de una persona, pero tengo que aguantarme, no puedo empezar a mostrarme borde y harisca, aunque creo que ya lo he hecho. Me resulta tan sencillo ser dura, que no veo otra forma de comportarme. Desde que me he despertado esta mañana en esta maldita isla no he dejado de buscar una respuesta, ahora sigo tenerla, pero no estoy sola, hay otras tres personas conmigo y en mi misma situación. Es extraño pero me veo obligada a ponerme al mando y a protegerles. Esos extraños tatuajes son algo más importante de lo que parece, de eso estoy muy segura.

La presencia de Maï hace que sienta esperanza y alegría, no sé por qué pero algo en mi interior hace que confíe en ella y que quiera tenerla a mi lado, es posible que antes de aparecer en la isla fuésemos amigas o algo así. A pesar de ello no puedo mostrar mis sentimientos, tengo que hacerles ver que si están dispuestos a seguir adelante en la isla tienen que ser fuertes, esa es la única manera de poder avanzar y descubrir por qué estamos aquí.

-Mira-dice Parker haciendo que vuelva a la realidad-hay un rastro de sangre-se gira y señala las manchas de sangre que hay sobre el suelo y algunas plantas-si es de Maï vamos por el camino correcto.

Asiento y seguimos caminando en línea recta, de vez en cuando encontramos algún rastro de sangre. Quiero creer que pertenecen a Maï. Poco a poco el camino se hace cuesta arriba. El suelo de tierra está embarrado debido a la lluvia, por lo que nos manchamos las botas de barro. Seguimos avanzando pero llegados a un punto nos vemos obligados a caminar uno detrás del otro. El camino se convierte en una cuesta empinada, por el sonido creo que detrás hay una fuente de agua.

Parker va delante por lo que llega primero arriba, cuando se gira para tiene una sonrisa dibujada en la cara, por el brillo de sus ojos sé que hemos encontrado lo que estábamos buscando. Comienzo a ascender agarrándome con las manos a la tierra y las ramas enterradas, cuando estoy a punto de llegar Parker me ofrece una mano, pero la rechazo y continúo subiendo.

Ante mis ojos se encuentra lo que hasta el momento es lo más importante para mí, agua. Hay una pequeña cascada entre las rocas formando un pequeño lago. Bajamos y nos lanzamos rápidamente al agua. Comienzo a beber y poco a poco me voy encontrando mejor. Levanto la mirada y veo que Parker se ha quitado las botas y los calcetines y se ha remangado los pantalones para meterse más a dentro en el lago sin mojarse la ropa.

Me mojo la cara y la nuca y cierro los ojos, por unos instantes me permito relajarme y olvidarme de donde estoy. Respiro hondo y aspiro la fragancia de la naturaleza, aunque no me gusta estar en la isla, he de admitir que lo poco que he visto me ha impresionado. Me suelto el pelo y dejo que este me caiga sobre los hombros, abro los ojos y me miro en el reflejo del agua, este está distorsionado pero puedo apreciar el tono claro de mi cabello rubio. Lo desenredo con los dedos y vuelvo a sujetarlo en una coleta en lo alto de la cabeza.

-Mira esto-me dice Parker que ya ha salido del agua y está observando el suelo.

Me pongo en pie y me acerco hasta él, me cuesta un poco ver lo que me está indicando hasta que lo observo bien. Son un par de huellas de animal y un pequeño rastro de sangre.

-Aquí es donde el animal atacó a Maï-añade.

De repente oímos el ruido de un grupo de pájaros que salen de sus nidos. Ambos cruzamos una mirada de preocupación, algo ha debido de ahuyentar a los pájaros.

La Isla de los CincoWhere stories live. Discover now