Noto un fuerte dolor en la cabeza. Siento los músculos pesados y soy incapaz de abrir los ojos. Quiero moverme pero no puedo, solo siento la humedad pegada a mi piel. Sé que en el lugar en el que estoy hace calor, porque noto los rayos de sol quemándome la nuca.
Respiro hondo e intento recordar qué me ha pasado. Nada. Mi mente está totalmente en blanco, solo recuerdo mi nombre y mi edad. Kaya Norman. 17 años. Me concentro en buscar algún recuerdo que me diga qué ha ocurrido. Ni siquiera soy capaz de acordarme del nombre de mis padres, si es que los tengo.
El tiempo que tardo en volver a sentir los músculos ligeros es aterrador. No oigo nada salvo mi respiración. Al principio solo muevo un dedo y después toda la mano. Sé que estoy tumbada boca abajo y sobre arena húmeda. Introduzco una y otra vez la mano en la arena y la remuevo, quiero evitar que los dedos se me vuelvan a quedar rígidos e inmóviles.
Consigo abrir los ojos. He pasado demasiado tiempo con ellos cerrados, de manera que me cuesta adaptarme a la luz. Parpadeo varias veces hasta que soy capaz de mantenerlos abiertos sin que me lloren.
La arena es lisa y blanquecina. Con ayuda de los brazos me enderezo y lo que aparece ante mis ojos me deja totalmente desconcertada. Una inmensa jungla se extiende hasta donde no alcanza la vista. Veo varios acantilados a lo lejos, pero ninguna persona más. Me pongo de pie con torpeza y observo el mar, todo está en calma. Tengo la ropa empapada, debe de haberme arrastrado la corriente. Tal vez soy náufraga de un barco hundido, si es así no debo de ser la única que está aquí. No soy la única en la isla.
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La Isla de los Cinco
PrzygodoweCinco chicos. Una isla. Cero recuerdos. Kaya solo recuerda su nombre. Nathasa tiene un extraño tatuaje. Parker está encerrado. Robin tiene una herida de bala. Maï está perdida en mitad de la isla. Los cinco tendrán que unirse para sobrevivir a los m...