Todos están asombrados porque Maï ha sido la primera en recordar. Se equivocan, la primera persona en recordar he sido yo. Cuando he desafiado a Kaya y la he mirado a los ojos me ha venido un recuerdo a la cabeza.
Salgo de un entrenamiento de boxeo. Me cruzo en el pasillo con un hombre vestido con un traje negro que empieza a seguirme sin mucho esfuerzo por ocultarlo. Camino más deprisa hasta que me detengo en seco dispuesto a enfrentarme a él. El hombre hace lo mismo y al girarme me tiende un libro y se marcha. Al abrirlo las páginas se encienden y muestran la foto de una mujer con el pelo rubio casi blanco llamada Olivia Norman. Paso las páginas hasta que aparece la fotografía del anuario de Sexto Curso en la que Kaya con el pelo recogido en una trenza sonríe.
Solo podía haber pasado un año de aquella foto. Kaya tenía entonces las mejillas sonrosadas y más gruesas. Antes de acabar aquí estaba investigando a Kaya y a su madre. En el primer momento en que nos vimos supe que la conocía, como si supiera todo de ella. Si estaba investigándola a ella y a su familia debía de tener una muy buena razón, las personas me dan igual si no tienen un secreto que esconder.
Me arrastro por la arena hasta llegar a la tienda. Se han quedado callados esperando a que me marchara o me durmiera. Estoy mejor solo que con ellos, me iría mañana mismo, pero no soy idiota, necesito recuperarme o jamás podré hacerme con el control. Tengo que poner de mi parte a Maï y a Nathasa. Detesto a Parker, tanto que si tengo que hacerlo lo mataré, no supondrá nada su pérdida. En cuanto a Kaya, siento mucha curiosidad, es decidida y tiene mucho carácter. Tengo que descubrir qué es lo que esconde, por lo que cuando asuma el poder y haga desaparecer a Parker le demostraré cómo es un verdadero líder.
Me quedo dormido pensando en formas de maltratar y asesinar a Parker. Es un engreído que se cree que puede darme órdenes porque no puedo ponerme en pie. Puede que sea más alto que yo, pero a fuerza y musculatura no me gana nadie. Alguien abre la tienda de golpe y me despierto alerta dispuesto a dar un buen golpe. Maï está al otro lado con una caja de primeros auxilios. Me relajo al verla.
-He venido a curarte.
-Adelante.
Pone los ojos en blanco y se sienta a mi lado. Me remanga la pernera del pantalón y comienza a quitar las vendas. Me quito la camiseta para dejar que se vean mejor mis músculos, pero ella me ignora. Aplica una crema sobre la herida. Escuece tanto que estoy a punto de gritar, pero contengo y finjo que no me duele.
-¿Cuándo podré caminar?
-En dos semanas, pero hoy vas a tener suerte, nos marchamos.
La miro a los ojos esperando a que me dé más información, pero se queda en silencio y comienza a rebuscar en la caja. Me enderezo de tal forma que mi cara queda a un par de centímetros de la suya. Toco con cuidado las heridas de su brazo y las de su costado.
-¿Todavía te duelen?
Me aparta la mano con brusquedad y me ofrece dos pastillas de color morado.
-No las necesito, soy un hombre fuerte.
Suelta una carcajada y vuelve a insistir. Paso el dedo índice sobre la palma de su mano haciendo círculos hasta que cojo la medicación.
-¿No hay agua?
-¿No eras un hombre fuerte?
Me sonríe exasperada y se va. Me trago las pastillas y en cuestión de minutos el dolor de la pierna desaparece.
Me hacen salir de la tienda para poder marcharnos. Cuando salgo todo está recogido salvo mi tienda. Nathasa está sentada sobre la arena con la mirada fija en sus botas. Ayer pude desahogarme y conocerla un poco mejor. A penas habló conmigo, pero por los gestos de su cara y su forma de comportarse sé que oculta algo. Es la única de todos por la que sí siento afecto. Es pequeña y escuálida, está pálida, tiembla y apenas habla. Esconde un gran secreto que tiene miedo de revelar, pero sin embargo es la única que no me ha mirado con odio.
Me dan una rama gruesa para que pueda caminar. Al principio me cuesta pero poco a poco le cojo el tranquillo. Camino detrás observándolos a todos. Maï lleva una mochila colgada del hombro con su código. Gracias a mí pudieron abrir el arcón, al llevar mi código todo lo que hay dentro me pertenece.
Cuando llevamos una hora andando me doy cuenta de que Parker lleva algo sujeto a la cintura con el cinturón del pantalón. No tardo mucho en darme cuenta de que es un arma. Una pistola. Esa será mi corona. Si me hago con la pistola se verán obligados a obedecerme. Cuando paremos a descansar se la quitaré. Después de dos horas caminando paramos para comer y beber agua. Estoy harto de comer solo cocos y bayas. Tenemos el mar para pescar y a ninguno se le ha ocurrido esa gran idea.
-¿A dónde vamos?
-A otra parte-me responde tajante Parker.
Lo fulmino con la mirada. Nos ponemos de nuevo en pie y seguimos andando. El dolor de la pierna vuelve y cada vez me cuesta más avanzar. Estoy seguro de que se ha vuelto a abrir la herida por el esfuerzo. Nathasa se detiene a esperarme.
-No falta mucho para llegar.
-¿Sabes a dónde vamos?
-Al otro lado de la isla, hay un campo verde y un lago. Dicen que es un buen lugar para montar el campamento.
Caminamos en silencio. Esta parte de la isla es igual que la anterior, palmeras, arbustos con bayas de colores, flores vistosas y pequeños montones de roca sobre la orilla. Nathasa tropieza varias veces y está apunto de caer.
-¿Estás bien?
Tiene ojeras y las mejillas hundidas, sus ojos ya no brillan como antes.
-Un poco cansada-arrastra las palabras como si le costase hablar.
Tropieza de nuevo y esta vez me veo obligado a sujetarla para impedir que se dé de bruces contra el suelo.
-¡Eh!-les grito mientras intento ponerla en pie.
Se dan la vuelta y al ver a Nathasa con los brazos colgando hacia los lados y la cabeza caída y vienen corriendo.
-¿Qué ha pasado?
-Se ha desmayado sin más.
-Nathasa, ¿me oyes?
Maï la tumba sobre la arena y le da pequeños golpecitos en la cara para ver si reacciona. Nathasa sigue con la mirada pérdida.
-ANILA, ANILA, ANILA-repite sin cesar mientras pierde la conciencia-ANILA...
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La Isla de los Cinco
AdventureCinco chicos. Una isla. Cero recuerdos. Kaya solo recuerda su nombre. Nathasa tiene un extraño tatuaje. Parker está encerrado. Robin tiene una herida de bala. Maï está perdida en mitad de la isla. Los cinco tendrán que unirse para sobrevivir a los m...