Harry
Íbamos en el carro directo a casa de Kristen, la verdad no tenía ni ganas de ir pero si quería que esto funcionara bien tenía que hacer toda esta porquería y que ella se lo tragara solita.
— Por donde está ese alto, a tu mano izquierda das vuelta y a cinco cuadras vivo yo.
Por Dios, ¿qué esta chica nunca se calla? Me contó media vida de ella, incluso me llegó a contar sobre algunos chicos que le han gustado y bla bla. Si esta tipa fuera otra no estaría así conmigo sino que haríamos otras cosas extremas.
— Ok... ya casi llegamos. — Le informé.
— Sí lo sé, pero espera a que llegues y comas la comida de mi mamá: ¡te va a encantar! — Gritó emocionada como una niña; no pude evitar reír.¿Realmente tengo que estar con esta niña mimada y presumida? Todo sea por lograr mi objetivo.
— No creo que tu mamá sepa cocinar mejor que la mía.— Dije para hacerla enojar; al menos si esta no abre las piernas tengo que platicar como los viejitos de antes. Qué aburrida es. No sabe vivir.
— ¡Qué estás diciendo!– Gritó poniendo sus dos manos en sus cachetes. Por Dios, esta chica tiene una cachetes regordetes. Parece ardilla.
Así que la tomé de los cachetes para esto fuera más rápido y 'romántico' ella se sorprendió ante mi gesto. Muy bien.
— Te ves linda con esos cachetotes. — Kristen logró ponerse roja por lo que le dije y después se enojó.
¿Por que las chicas se enojan cuando les dicen este tipo de cosas?
— Oh, deja mis cachetes.— Hizo un puchero.
Reí y ella solo siguió enojada.
— No seas tan chiqueada. Eso pucheros ya pasaron para ti, tienes 20, 30.— Reí.
— Tú siempre estás peleándome. Oye Harry. ¿Puedo hacerte una pregunta? — Giró su cara hacia mí.
Asentí. Ahora esta querrá saber de mi vida, mi pasado, mi comida favorita y no sé cuántas cosas más. Bufé y asentí.
—¿Ariana es tu ex o qué es de ti? — Vaya esa pregunta me puso incómodo.
— Es mi ex, ¿qué acaso no lo sabías, algunas personas lo saben; incluso los de tu clase lo saben y ellos me conocen porque fueron invitados a verme jugar basquetbol.
—Oh...En ese entonces estaba enferma. — Dijo esta y de un momento se cayó. — ¿Y por qué terminaron? — ¿Es en serio? Es FBI o qué.
—Me puso los cuernos.— Comenté con coraje.
Como si se tratara algo fuera de lo normal; Kristen abrió la boca sorprendida y se quedó pensado en ello.
—Vaya...ha de ser feo que te pase eso, pero puedes sobrevivir con ello, hay muchas...chicas en este mundo y ella no es la única. — Habló como si fuera la voz experiencia.
—No nos pongamos sentimentales y dime si tengo que ir todo derecho o dar vuela a mi mano derecha.
No nos habíamos dado cuenta que iba rumbo para no sé dónde. Todo por contestar las preguntas tontas de esta chica.
— ¡Ay no inventes!— Gritó asustada.
—¡Qué!— Grité también yo.
— Nos hemos pasado dos o tres cuadras por donde vivo... ahora tendrás que retornar para volver a mi casa.— Dijo bajando la voz por temor a que me enojara. ¡Cómo no me voy a enojar! Si detrás de nosotros hay un trafical.Cálmate Harry. Todo sea por tu objetivo. Uno...dos...tres...
— Si quieres yo puedo bajarme aquí y tomar un autobús para llegar a mi casa.
— ¿Y perderme la oportunidad de comer con tu mamá? Jamás.— Dije. Esto sirvió para calmar lo tensos que estábamos y nos empezamos a reír.
Una vez que tuve que retornar. Llegamos al fin a su casa.
Kris bajó del auto antes de que yo le abriera la puerta. Pero no iba a dejar que una oportunidad como esta se me escape. Así que actúe rápido.
La tome por la cara y la besé desesperadamente. No entiendo cómo esta chica es fácil de engañar y tan ruda que se ve.
Tonta.
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Rompiendo Corazones |H.S|
RomanceRomper corazones nunca fue algo del otro mundo; pero hacerse cargo de ello si que lo es. Te enseñé a amar,te enseñé a reír, porque eso no era lo tuyo. Lo tuyo era algo que no tenía nombre, algo que si Dios se diera cuenta de esto, tú no obtendrías...