Capitulo 15

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—Muy bien clase.—Decía el profesor pero era inútil su llamado porque nadie le ponía atención. —¡Hey todos pongan atención! No es posible que estén en la Universidad y no sepan cómo comportase. Es más. Como nadie me prestó atención elegiré a 5 de cada uno para que vayan a otras aulas de diferentes carreras para que expongan de su tema.

— Los primeros cinco de la lista irán al aula 211 que está arriba de dirección. Si se les complica buscar el número pues la carrera es de medicina.

Todos empezaron a murmuran mientras yo trataba de leer sus bocas.
—Genial April, ahí está José de la carrera de medicina.
— ¡Ay en serio! Pues que suerte, pero yo soy la quince así que no sé qué carrera me tocará. Espero y sea de Licenciatura, ahí se encuentra James.

—A ver. ¡Qué esperan para ir al aula que les asigné! Por favor ¿es en serio? Jóvenes de esto depende su calificación y cada uno no debe de demorarse más de diez minutos. ¡Muévanse! — Al parecer teníamos a alguien que estaba en sus días.

Los primeros cinco alumnos se levantaron junto con el maestro para dirigirse a su aula asignada.

—Maestro ¿usted por qué irán con nosotros?
—Porque yo soy el profesor y yo califico tu trabajo ¿a caso los alumnos calificarán tu trabajo que equivale casi el sesenta y cinco por ciento de tu calificación? No verdad. Vámonos y...—El profesor giró su cuerpo hacia la mayoría del salón incluyéndome. —Ustedes vayan preparando sus temas porque ustedes expondrán  en un rato más. Pueden ir al baño o hacer otras cosas pero con responsabilidad.— Recalcó bien la palabra responsabilidad.

Para el salón fue una fiesta estar sin profesor, pero no sé qué hay de bueno con eso si en un rato el maestro vendrá por más de nosotros. Y efectivamente así pasó. Se llevó otros cinco. Ya mero sigo yo y estoy nerviosa. Me estoy preparando mentalmente porque no quiero dar clases a Harry aunque de nada sirve rezar si el maestro quiere que todos demos la clase a todos los de esta Universidad.

— Oye Kris.— Me habló un chico de la clase, Jonathan. Era un chico muy simpático y respetuoso, lástima que su novia es todo lo contrario. Él me cae muy bien.
—Dime.— Le sonreí muy amablemente.
—Te buscan en la puerta.
—¿Quién?— reí. Que sea Harry, que sea Harry, me está cayendo muy bien y más porque bromeo con él.
— No lo sé pero te buscan.— Le agradecí y Jonathan se retiró y fue con su novia que al parecer se puso muy celosa. Solo hice un puchero y una mala cara ante la situación.

Fue a ver quién me buscaba y era Harry. Me emocioné tanto que todos me miraron y no me importó. Me gusta la forma en que Harry es conmigo, me cae muy bien aunque a veces sea muy grosero.

— Que bueno que te alegro el día bebé.— Harry sonríe y me da un beso en la mejilla.
—¿ Siempre has sido así?— Lo miré divertida.
—¿Cómo? ¿De guapo? ¡Por supuesto niña!— ambos reímos y le di un sope a lo que él se puso serio.
Harry miró a nuestros alrededores como si temiera que nos vieran juntos.

— ¿ Qué hice?— Le dije asustada.
— Es de la nada empiezas a llevarte conmigo y todos creerán que somos algo o que nos gustamos.
— No importa lo que digan los demás Harry además estamos empezando a ser amigos y nos llevamos bien.
— Para para para. Yo solo soy amable con todas las personas, ¿qué nunca han sido amables contigo?

— No Harry, y no pienses mal de mí, simplemente me caes bien, y es muy raro que de la nada te tenga confianza pero también tú la tuviste conmigo incluso me llamaste por teléfono.

Harry abrió los ojos y me disparó con ellos literalmente indicando que me callara.

—¿Qué Harry? — Le dije con una voz baja.
— Nada nada, solo que llegaron rumores de que nosotros andamos, y eso que no tenemos nada pero nada de contacto en esta escuela.

— Por favor Harry no les prestes atención, mira cuando a tu empieces a andar con alguna chava de la escucha o yo con un chavo nadie dirá nada.

Harry se puso nervioso ante mi comentario y puso los ojos en blanco.

— Tú no entiendes nada. Me voy.
— ¿Qué? — extendí mis brazos hacia arriba y Harry se giró hacia mí.

— Ah, y una cosa niña, no te pongas nerviosa cuando expongas tu tema en mi clase.

— ¿Hey y tú cómo lo sabes?
— Porque tú maestro y él mío son muy amigos, tonta.

— ¡Idiota!– Le grité. Y Harry me sacó el dedo majadero. Abrí mi boca, por poco se cae.

El maestro llegó y nos indicó que nos fuéramos al aula que nos correspondía, yo ya sabía cuál era mi aula y no quería entrar ahí porque estaría muy nerviosa.

Rompiendo Corazones |H.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora