— Harry ¿por qué no te llevas bien con mi hermano? — Le pregunté cuando habíamos terminado de comer.
— Ni siquiera lo conozco bien.— Ríe nervioso.
— No sé por qué no te creo nada Harry.
— Me tenías con el pendiente niña. — Harry a veces puede sonar grosero, payaso incluso; bipolar. Pero hoy Harry mostró un lado divertido, aunque desde que comencé a hablar con él así era su actitud conmigo solo que yo me lo tomaba a pecho porque él y su amigo se reían de mí.
— Mejor dejemos de hablar de tu hermano. ¿Sí?— Asentí y Harry me tomó de la mano para ir a sentarnos en el sofá. No sé cómo y por qué pero, me gustó que haya tomando de mi mano, es como viajar al paraíso lleno de mariposas por todos lados donde solo yo puedo entender cómo se siente.
— Cuéntame de ti.
— ¿De mí? — Dije con estupidez.
— No.— Dijo Harry poniendo sus ojos en blanco. — De tu abuela. Sí tonta, de ti. Y no me salgas con que no hay mucho de que contar.
— Pues...— Miré hacia el techo como si el me fuese a dar alguna respuesta divina. — Odio la lluvia. No me gusta mucho el chocolate...me empalaga.— Dije haciendo un puchero. — Me gusta hacer ejercicio, mi color favorito es el amarillo, mi comida...tengo varias pero en especial alitas de pollo. — Dije riendo y Harry solo se limitó a reír tiernamente conmigo.
¿Acaso le estoy empezando a gustar como él a mí? ¿O solo soy yo quien se está haciendo ilusiones?
— Amo a los perros, odio que maltraten a los animales, me enojada demasiado. Amo la comida chatarra. Odio engordar tan fácilmente. En fin... son muchas cosas pero ya sabes al menos algo de mí.
— Olvidaste algo muy importante. Tú cumpleaños.
— Muy bien dicho...es el 13 de febrero.
— Ya pasó. Así que no te daré tu regalo.
— Pero hay mucho tiempo y puedes darme mi regalo hoy o cuando quieras. Pero cuéntame de ti.
— Me vas a perdonar pero no me gusta dar un arma de mi vida privada a una persona.
— Pero yo no te haré nada malo y no soy una desconocida Harry... tenme confía...— El celular de Harry comenzó a sonar. ¡Maldito celular! No contestes... no lo hagas... por favor...
— Bueno.— Se levantó de sofá y me indicó que lo esperara con una seña en la mano. Estúpido celular, ¿por qué sonaste ahorita?
Pasaron como cinco minutos y Harry aún no llegaba, mientras él hablaba con no sé quién yo comencé a acomodarme el cabello y oler mi boca para que Harry no tuviera una mala impresión de mí. Por suerte olía muy poco a comida. Nada mal.
— Oye bebé, ya me tengo que ir, me surgió algo muy importante. — Dijo Harry parándose al frente mío.
— Pero ni siquiera duraste media hora contigo Harry.— Dije lastimosamente.
— Lo sé, pero mi mamá se puso algo mala y no me gusta que esté así cuando yo no estoy.
— Lo siento mucho Harry, será para la otra y espero que todo salga bien y salúdame a tu mamá de mi parte.
— Así será bebé. — Dicho esto me besó y tomo mi cara para besarme más. — ¿Te gusto?
— Sabes la respuesta. Sí. ¿Y yo?
— Igual ya sabes las respuesta. Sí.
Harry me abrazó y se marchó. ¿Qué dirían de mí si me ven con Harry?
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Rompiendo Corazones |H.S|
RomanceRomper corazones nunca fue algo del otro mundo; pero hacerse cargo de ello si que lo es. Te enseñé a amar,te enseñé a reír, porque eso no era lo tuyo. Lo tuyo era algo que no tenía nombre, algo que si Dios se diera cuenta de esto, tú no obtendrías...