Oye...Yoongi Hyung ♦ Sukook ♦

De Despedidas Con Sabor A Melancolía

Esa misma noche, bajo la luz de la luna, la cual iluminaba todo a su paso, bese a Jimin. Mis labios se movieron en respuesta, sin embargo, esto no era lo que yo quería, él no era con quien yo planeaba besarme, él no era quien podía brindarme la felicidad que yo buscaba y anhelaba.

Rápidamente lo aparte, causando que cayera el piso, mientras que nuevamente aparecían pequeñas lagrimas sobre sus ojos y se levantaba,para así, comenzar a correr.

–H...Hyung...

–Ve por él, Jungkook.

–¿Qué...?

–¡Que vayas tras Jimin maldita sea!

Porque podía parecer una acción irresponsable el dejar que Jungkook fuese tras Jimin, sin embargo, yo sabia mejor que nadie en el mundo que cuando te encuentras roto por dentro, tomas acciones desesperadas  y no iba a dejar que Jimin cayera en la depresión en la que yo estuve por mucho tiempo.

Pero al final quien estaba equivocado era yo, siempre lo estuve.

Porque deseaba que fuera verano sin antes disfrutar de la belleza del invierno.

–Jungkook...

Y fue por ello que mis lagrimas se convirtieron en fuerza, la fuerza que necesitaba para aceptar mis sentimientos.

Porque eres tu...y nadie mas que tu Jungkook

Y nuevamente la luz de luna me acompaño por mi caminar hacia donde habían corrido mis dos ángeles guardianes, esperando detenerlos, decirles que todo estaría bien y que no se fueran de mi lado, no ahora que había aceptado que los necesitaba como a nadie.

Pero vaya...que ese verano que tanto deseaba no llegaría ahora...ni nunca.

Y es que jamas voy a olvidar esa imaginen que se posó frente a mis ojos.

Justo cuando había logrado alcanzarlos, Un automóvil de color Azul oscuro, tal como esa noche, comenzó a avanzar, de manera bastante rápida y sin control alguno.

Jimin se encontraba justo al frente de aquel auto, mientras Jungkook se encontraba estático, observando semejante escena.

Cerré mis ojos, puesto que ya era demasiado tarde para lograr cambiar el destino que nos deparaba. No lograba que ninguna de mis extremidades se moviera, por lo que esperaba en la oscuridad escuchar aquel frío impacto.

–¡¿QUE HACES IMBECIL?! ¡JUNGKOOKIE!

¿Jungkookie?

Oh por favor....dime que no es lo que estoy pensando.

En ese momento abrí mis ojos, viendo como era Jungkook quien recibía el impacto de aquel auto, viendo lentamente como los vidrios se clavaban en su pequeño y frágil cuerpo.

–¡Jungkook! –Corrí lo más rápido que pude hacia donde se encontraba.

En ese pequeño periodo de tiempo, el conductor de aquella camioneta, volvió a remontar su auto y decidió seguir su camino. Maldito cobarde.

Jimin cayó al suelo, gritando repetidamente el nombre de mi niño y pidiendo ayuda por todos lados, causando que un gran tumulto de gente se formara a nuestro alrededor.

–¡Jungkook! por favor no cierres los ojos, no lo hagas te lo pido, mírame –Tome su rostro entre mis manos, las cuales estaban manchadas de sangre, de su sangre.

–Hyung...

–Dime mi amor, precioso, por favor...

–Te amo... –Luego de recitar esas palabras, sus pequeños ojitos se cerraron, causando una presión en mi pecho increíblemente dolorosa.