Jungkook es un simple estudiante de 18 años, que ha caido perdidamente ante Min Yoon Gi, a el simplemente todo le da igual pero...¿Porque con Jungkook es diferente?
Conforme pasaban los días, mi estado físico y mental se encontraban cada vez más cerca de su total recuperación, ahora podía recordar cosas pequeñas, como el porqué mi padre nunca vino a visitarme o incluso el como conocí a Hoseok Hyung. El estuvo al lado de Yoongi Hyung mientras yo me encontraba encerrado en aquella habitación sin poder abrir los ojos, lo cual, aunque pueda parecer algo efímero y sin importancia, lograba causarme un poco de celos y molestias en mi corazón.
Ahora que me encontraba mejor podía pasear libremente por las instalaciones del hospital, pero para mi mala suerte, debía hacerlo por medio de la silla de ruedas y con algunas enfermeras a mi alrededor; después de todo, aún no podía caminar, e incluso el mover los brazos era un movimiento doloroso que me costo muchísimo volver a realizar debido a que las terapias eran bastante molestas, pero muy efectivas. Yoongi Hyung venía todos los días a visitarme, me daba un beso de buenos días, hablamos un rato, y el se iba tranquilamente hacia su trabajo, por lo que no podía estar en contacto con él durante todo el día, pues tenia otras obligaciones que cumplir.
Sin embargo, no todo era malo, pues aquel hospital tenia un lindo jardín al cual me gustaba ir la mayoría del tiempo; había flores muy lindas a su alrededor, las cuales lograban que dentro de mi floreciera un sentimiento cálido y agradable.
Y por eso hoy había decidido hacer algo distinto a lo habitual, pero que de igual manera me encantaba hacer: Dibujar.
Seguro que podía ser una acción un poco difícil de realizar, sin embargo, si dejaba de practicar, después el volver a tomar un lápiz se me haría muy difícil y todo mi avance perdería su significado.
Le pedí a Hyung que trajese mis materiales de arte para así tener la libertad de dibujar como quisiera, a lo que él simplemente cumplió y trajo todos los instrumentos necesarios.
Esa tarde baje con mucha emoción y me senté en una de las bancas que daban vista hacia donde esas hermosas flores se encontraban. Algunas eran de todos rojizos y rosados, con unos toques de azul en las puntas de sus pétalos, otras, simplemente eran de color blanco con toques de amarillo, las cuales, por alguna extraña razón, me hacían sonreír como un idiota enamorado.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
–Ese es un lindo Dibujo...
Gire rápidamente mi cabeza para poder ver con más claridad que clase de persona estaba hablandome. Era una linda chica con cabello largo, color rubio cenizo, con algunos tonos más claros en las puntas. Ella sonreía tan agradablemente que logro que yo sonreiría un poco. Era demasiado bella como para no hacerlo, merecía tener toda mi atención.
–¿Te parece? –Contesté, aun sonriendo como un idiota.
–¡Claro que si! ¿Te gustan los lirios?
–¿Lirios...? –Pregunté, a lo que ella asintió –Así que ese es su nombre...
