Capítulo 23: "Felicidad para siempre"

484 48 2
                                    

(Último capítulo)

Un par de pelinegros salían tomados de la mano de una oficina.

Ahora vamos al café donde quedamos encontrarnos con los chicos, dijo Milk dulcemente.

¡Vamos¡ dijo Gokú.

Luego de algunos minutos de caminata el par de pelinegros entraban a un pequeño café. Tres jovencitos que estaban en una de las mesas del lugar levantaron sus manos al verlos para que ellos se acerquen a su mesa.

¡Amigos¡ que gustos volverlos a ver, decía una pequeño calvo estrechando la mano del joven de cabello alborotado mientras la pelinegra saludaba a su par de amigas.

Luego de los respectivos saludos el grupo de jovencitos tomaron asiento.

¿Cómo les va?, ¿vinieron a inscribirse a la universidad?, decía la rubia que desconocía aún los orígenes del joven de cabello alborotado.

Estamos bien, muy felices, Gokú es el consentido de papá, vinimos para que me inscribiera en la universidad, Gokú quiere practicar artes marciales, ¿no sabrán ustedes de un gimnasio donde pueda practicarlas?, dijo Milk sonriendo.

Pues si gustas podrías asistir al gimnasio al que yo voy, decía Krilín.

Me encanta la idea, decía Gokú mientras platicaba con el calvo al tiempo que la pelinegra lo hacía con sus amigas.

¿Y para cuando la boda?; ¿Bulma me dijo que Gokú se está quedando en tu casa?, dijo Dieciocho sonriendo.

Si es cierto pero no seas mal pensada y en cuanto a la boda será en un par de meses, papá aún no sabe que nos queremos casar por ahora es mejor que Gokú y el se conozcan más, decía Milk dulcemente.

Pues como es su consentido no creo que se oponga a su boda, dijo Bulma sonriendo.

Yo tampoco, dijo Dieciocho sonriendo.

Ojala y así sea, dijo Milk antes de beber sus taza de café.

Luego de la entretenida plática con sus amigos el par de pelinegros volvieron a Fri pan.

¿Cómo les fue?, dijo el gigantesco hombre.

Bien papá, empezare el ciclo en 15 días y Gokú ya tiene donde entrenar además apoyara en cápsula tres veces a la semana por ello le pagaran y seguirá apoyándote en los huertos, dijo Milk dulcemente.

Pues me alegro que todo les haya salido bien y me alegra que Gokú quiera seguir apoyándome, dijo el gigantesco hombre.

1 mes después:

Un par de pelinegros tomados de la mano platicaban bajo un árbol de cerezo.

¿Crees que ya es el momento de hablar con tu padre?, decía Gokú sonriendo.

Si amor, creo que el momento de que papá conozca tus orígenes llego, además de saber nuestra decisión de casarnos, Bulma ya nos consiguió tus documentos, ya podemos hacerlo sin problemas, además quiero que tus padres, tú hermano y amigos estén presentes en nuestra boda, decía Milk dulcemente.

¿En verdad?, dijo Gokú feliz.

Si, en vedad, tú familia es también la mía como la mía es la tuya, dijo Milk dulcemente.

Por eso te amo tanto, dijo Gokú acercando su rostro a darle un dulce beso a la pelinegra.

Horas después:

Un par de pelinegros estaban sentados, tomados de la mano frente a un gigantesco hombre que los miraba intrigados.

¿Qué es eso tan importante que tienen que decirme?, decía el padre de la pelinegra.

"¿Qué hay detrás?"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora