Ya habían pasado más de 3 meses desde que Gokú se encontraba en el planeta tierra y el joven de cabello alborotado no había podido aún cumplir la misión que le encomendaron y eso lo atormentaba pues el ya quería acabar con esa misión y poder ser libre para amar libremente a la niña terrícola de la que se había enamorado.
Corporación Capsula: "Jardín"
Un par de jóvenes estaban sentados en una banca de madera abrazados platicando.
Gokú, ¿puedo hacerte una pregunta?, dijo Milk dulcemente.
Claro angelito bello, dime, dijo la Gokú mientras le daba suaves besos en el rostro a la pelinegra.
¿Por qué vistes polos tan flojos y largos si tu eres muy bello?, decía Milk.
Porque me gusta vestir así, dijo Gokú.
Es tu estilo como dice Dieciocho, dijo Milk sonriendo.
Si, es mi estilo, ¿acaso mi manera de vestir te incomoda?, dijo Gokú con melancolía.
No como crees, yo te amo por como eres no por como te vistas, dijo la pelinegra dulcemente.
Y si tuviera algo extraño en mi cuerpo, ¿también me amarías?, dijo Gokú preocupado.
¿Extraño como qué?, dijo Milk preocupada.
Como una cola de simio, dijo Gokú mirando a los ojos a la pelinegra.
¿Cola de simio?, dijo Milk intrigada.
Si, ¿si tuviera una cola de simio, igual me amarías?, dijo Gokú preocupado.
Si, si te amaría, eso no te cambiaría en nada mis sentimientos hacia ti, tú seguirías siendo tú, Gokú, el hombre que amo, dijo Milk dulcemente.
¡Gracias Milk¡ no sabes cuan feliz me hace tu respuesta, dijo Gokú besando dulcemente los labios de la pelinegra.
Luego de algunos minutos más el par de jóvenes fueron a sus habitaciones. Gokú entro a la suya pero no cerro bien la puerta al entrar a ella dejándola entre abierta y se dirigió hacia la ventana a ver el atardecer mientras la pelinegra se dirigía a la suya pero algo le hizo detener sus pasos y fue a tocar la puerta de la habitación de su novio mientras pensaba: Se me olvido preguntarle si le gusta el pastel de fresas para prepararle uno.
Habitación de Gokú:
El joven de cabello alborotado miraba el atardecer através de la ventana de la habitación donde se encontraba cuando el sonido de un pequeño dispositivo que el siempre andaba consigo a manera de pulsera empezó a sonar.
Su majestad, dijo Gokú al activar el pequeño dispositivo.
¿Cómo vas con la misión?, dijo el rey a través del pequeño dispositivo.
Creo haber encontrado el escondite donde lo tienen pero aún no e podido entrar a él, decía Gokú.
¿Por qué?, dijo el rey.
Está en la habitación de una de las aprendices de cápsula, decía Gokú sin saber que tras la puerta entre abierta una pelinegra escuchaba la platica sin comprender muy bien a que se refería su amado novio.
Pues tienes que encontrarlo ya y traer lo que te pedí Kakaroto, ya paso mucho tiempo desde que partiste de nuestro planeta, decía el rey.
Lo sé su majestad pero como le dije por ahora no he podido cumplir la misión, pero lo haré no dude de ello, decía Gokú girando para caminar hacia su cama y se encontró con la mirada de la pelinegra que lo observaba intrigada.
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"¿Qué hay detrás?"
Acak"Los ojos son los espejos del alma, pero también una mirada puede esconder muchas cosas"