Andreas
Sus ojos brillaron de la emoción, sonrió de una manera… que era imposible no alegrarse con ella. Detrás de ella el árbol comenzó a erguirse, recuperar y superar su belleza anterior.
-Hablé con Quirón –le conté –y me permitió trasladarte acá. Así estarás con otras dríades y a salvo en el campamento.
-¿Trasladarme? –pareció dudar -¿enserio? –sonrió entusiasmada.
-Yo me encargo –le aseguré.
Empezó a ponerse borroso.
-¡Voy a ir! –le prometí nuevamente antes de que su imagen desapareciera por completo.
-¿Qué haces aquí muchacho? –el señor D (sí, ya había tenido el “placer” de conocerlo) me miró furioso.
Preferí no decirle nada que pudiera enfadarlo más, sabía que estaba triste por la muerte de su hijo.
-Disculpe señor D, terminaba de… Estaba mandando un mensaje Iris.
-¿Y por qué aquí? –su voz tenía un tono peligroso.
-Porque… -no sabía que decir.
-Porque yo lo dejé –Quirón me defendió mientras entraba.
El señor d se retiró regañando.
-¿Y? ¿Qué te dijo? –me preguntó el centauro.
-Se alegró –contesté suponiendo que hablaba de Aure y no del dios del vino.
-Lo supuse… Bueno, ven conmigo.
Me paré con algo de dificultad. Seguí a Quirón hasta la cabaña de Apolo y la miré fascinado.
-¿Me quedo aquí?
-Claro, creo que ya estás bien y me imagino que preferirás esto a la enfermería.
Asentí.
-¡Quirón! –Percy Jackson se acercó rápidamente.
-Percy… ¿Qué sucede? –respondió el centauro.
-Ah… perdona –me dijo Percy al llegar junto a nosotros.
-Está bien –respondí –yo… voy a buscar a Michael.
Entré a la cabaña. Era bastante amplia y no tan desordenada. A un lado había una estantería llena de libros de… me acerqué… poemas, haikus (¿qué será eso?) y montones de papeles probablemente de otros chicos de la cabaña. Las camas estaban muy ordenadas y encima de cada una, o de la mayoría, colgaba un arco y un carcaj lleno de flechas que serían del dueño de la cama.
-Andreas, pasa, ven aquí –una chica rubia, con cabellos dorados como el sol (lo que tenía sentido) me hizo una seña para que me acerque –soy Alex.
-¿Alex?
-Sí, bueno, Alexandra, pero me gusta Alex. Michael ha salido, lo de Lee le ha caído especialmente mal –se le humedecieron los ojos.
-Ah… -me quedé mirándola sin saber bien qué hacer.
-Yo te ayudaré –se secó rápidamente las lágrimas –Mira, esta de acá –me llevó casi al fondo de la habitación – es tu cama, puedes colgar tu arco aquí, los escritorios están por aquí, ya sabes, por si te provoca escribir algún poema, los libros de medicina están acá y tu ropa la puedes guardar ahí.
Mientras hablaba caminó por toda la cabaña señalando a lo que se refería. Me quedé contemplando todo.
-¿Vamos?
-¿Qué? ¿A dónde?
-A pasear, mostrarte el campamento… Tenemos lecciones de arquería en dos horas. Deberíamos aprovechar.
-Claro, vamos, pero… tengo algo que hacer en tres horas…
-No te preocupes –me sonrió –yo me encargo de que llegues a tiempo.
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Aure
FanfictionEste es un fanfic con una visión un poco... especial del mundo de los semidioses, la visión de una dríade.... Aure. Por otro lado narra también Andreas quien conoce a Aure y se mete también en el mundo griego.... Bueno, espero que les guste.... no s...