Capitulo 18

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Aure

Me esfumé al oír que se aceraban. Tras unos instantes, salí a buscar a Grover y Enebro. Los encontré susurrando escondidos muy cerca de un chico bajito, dos chicas y Andreas. Al acercarme Grover me hizo señas para que no hable y se corrió para hacerme un sitio en el escondite. Oí a Andreas titubear:

-Yo... Estem... Yo vine...

-Voy a ayudarlo -murmuró Grover y salió de detrás del arbusto.

-¿Qué hacen aquí? -le pregunté en un susurro a Enebro.

-Íbamos a ir al claro, pero estaba ocupado -me sonrió -por lo que simplemente caminábamos por ahí.

-Lo siento, no debía llevarlo allá.

-Está bien, si va contigo no importa. Pero no lo lleves ahí todos los días ¿Ok?

-Claro -le aseguré sonriendo.

Grover volvió entonces. Cuando nos contó que ya se habían ido nos paramos y nos separamos. Ellos fueron al claro y yo a deambular por el bosque y pensar. Miré el sol y noté que habían pasado varias horas desde que Andreas había llegado.

Andreas

Me había perdido el almuerzo y me moría de hambre. Como era nuevo, (y supongo que porque dedujo dónde había estado) Quirón no me castigó. Bueno, se podría decir que sí, porque ese día no almorcé. Alex me invitó unas galletas que comí rápidamente. Cuando estaba por meterme la última a la boca recordé lo de ofrendar parte de mi comida y supuse que no tendría que quemar mi mini comida.

Cuando terminé fuimos al muro de escalar. Trepé en el nivel más fácil y aún así casi me mato. Alex, en cambio, trepó sin problemas por donde caía la lava. Cuando volvimos a la cabaña, había varias chicas leyendo un libro de poemas de amor en voz alta. Se habían echado todas en una cama y la que leía estaba sentada. Cada verso suspiraban al unísono. Por el otro lado había algunos chicos afilando flechas y otros escribiendo. Alex me sonrió y se fue con las chicas. Me acerqué a Michael que estaba leyendo de un block o un cuaderno. Al pararme a su lado levantó la vista y me miró con tristeza.

-Es... era de Lee -susurró -era el mejor poeta de la cabaña.

-Ah... -no se me ocurrió nada mejor que decir.

-¿Lo quieres? - estiró su brazo alcanzándome el cuaderno -tal vez logres inspirarte... los he estado leyendo y...

-Gracias.

-Sé que es difícil empezar con los poemas... pero salen naturalmente después de un tiempo. Si te los guardas para ti te volverán loco. Escribirlos ayuda muchísimo. Sobre todo para desahogarse.

-Bueno... jamás lo he intentado.

-¿Jamás has escrito? -me miró extrañado.

- Solo he escrito poemas dos veces. Una para el colegio y la otra... -me sonrojé.

Había escrito uno para Aure la primera vez que la había visto y no pensaba mostrárselo a nadie. Antes me podía partir un rayo. Michael sonrió.

-¿Qué tal te fue con el del colegio? -me preguntó y me alegró que no lo hiciera sobre el otro.

-Muy bien... tuve la mejor nota y me premiaron –recordé.

-A lo mejo después de leer los de Lee -se le ensombrecieron ligeramente los ojos por la tristeza -te animes y escribas otros. ¿No te sentías especial escribiéndolos?

-La verdad... me fue muy fácil, me costó poco inspirarme y sentía que mi mano volaba y que las palabras venían como por magia a mi mente.

-¿Y puntería? ¿Qué tal te iba en los juegos o en lo que implique puntería?

-¿Como tirarnos borradores en clase?

Rió.

-Exacto.

-Bastante bien... solía ganar -admití rogando no sonar presumido.

-Seguro -me sonrió como si estuviera recordando cuando él iba al colegio -ven -me indicó con una seña parándose para guiarme a un escritorio.

A diferencia de los otros escritorios que estaban llenos de papeles escritos, lapiceros, blocks y libros abiertos a parte de objetos personales como fotos, el que me mostró Michael estaba prácticamente vacío. Había una laptop, un cuaderno, un lápiz, un lapicero y en un cajón (como comprobé más tarde) había un horario.

-Tú elijes si escribes con la laptop o a mano -me dijo -este es tu escritorio, puedes guardar aquí lo que escribas -me mostró un cajón vacío- siempre que quieras un libro para inspirarte cógelo simplemente de la estantería y luego lo devuelves.

Me senté dispuesto a leer el cuaderno de Lee y tal vez a escribir algo después cuando Michael me recordó:

-Tenemos canoas en una hora, a las  cinco y cenamos a las siete. No te olvides.

Asentí y comencé a leer.

chicos, wattpad sigue sin dejarme publicar. estoy publicando Aure en facebook si quieren segui leyendo el fanfic. Esta en la pag "Calypso Chase" o en la pagina "Percy Jackson Fan". en la segunda pueden pedirle el link a cualquiera de las admis. Si quieren lo publico (el link) aqui ni bien pueda

AureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora