Te amo de la Misma Manera...

Capítulo 17

¡No me crucifiquen! Ya sé... ya sé... desaparecí, pero primero el capítulo y después las excusas.

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La cabeza le retumbaba a Tori incluso antes de abrir sus ojos, e incluso antes de que los recuerdos de la fiesta del día anterior le llegaran a su mente. Con esfuerzo se separó de los brazos de la pelinegra junto a ella para poder alcanzar su celular y ver la hora.

5:30 am. Había dormido un par de horas, y claramente no era lo suficiente como para estar descansada de una borrachera. Se dio vuelta y empujó levemente a Jade para que se despertara o se alejara un poco más de ella, y así poder ir a buscar esa bendita pastilla que le solucionara los tambores de la sien.

— Jade, ¿estás despierta? –le preguntó solo para cerciorarse antes de salir de la habitación.

Cuando iba por las escaleras escuchó risitas, y supuso que era su hermana con Cat que se habían vuelto extremadamente más juntas luego de la fea pelea que tuvo la mayor con el chico con el que andaba hace un par de semanas atrás.

— ¡Tori! –le saludó la pelirroja mientras le acercaba un café en la mesa de la cocina, y desocupaba una silla para que se sentara con ellas.

— ¿No se han ido a dormir? –preguntó Tori, recibiendo la taza y acomodándose en la mesa.

— Nah, no tenía ganas de quedarme en la fiesta de la bruja, así que Cat me acompañó a dar una vuelta –respondió Trina, levantándose hasta el refrigerador y sacando un emparedado de un local de comida rápida y alcanzando un vaso con agua fría para su hermana menor–, toma, bebe esto. Ayer tomaste demasiado.

— Oh, gracias –le respondió haciéndose un masaje en su frente.

— ¿Cómo van las cosas con Jade? –preguntó Cat con simpatía, sabiendo que la respuesta no iba a ser para nada buena.

La morena no respondió, solo negó con la cabeza para luego cerrar los ojos y apoyarse en la mesa, deseando que la próxima vez que se despertara todo estuviera solucionado, o aún más, poder regresar a ese día en que la morena le aceptó la invitación a la casa de su familia.

Trina y Cat solo intercambiaron una mirada, ambas habían presenciado lo complicada que había estado Vega durante el último mes.

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Tori tiró su pearphone a los pies de su cama por lo que parecía ser la milésima desde que había comenzado su discusión con Jade via mensajes. ¡Mensajes! Ni siquiera se podía la pelinegra de dar el tiempo de ir a la casa de Tori y discutir frente a frente.

"¿Qué se suponía que hiciera? Vamos atrasados con el tiempo, necesito que trabajen a full capacidad. Queda un mes y nos falta demasiado"
–Jade

"¡No puedes hacer que no coman! Es un trabajo de equipo, no una dictadura"
–Tori

"Ah. ¿Estás diciendo que soy una tirana?"

"Ya."
–Jade

"¿Y te vas a enojar conmigo ahora? ¡Yo soy la que tiene que estar enojada!"

"No tú, ¡yo!"
–Tori

"Oh por Dios, ¿de verdad quieres pelear por esto?"
–Jade