Capitulo 10

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Tori's POV

Lo que sucedió después de la llegada de mis padres... no sabría cómo explicarlo. Todo pasó muy rápido, en un momento estaba teniendo una agradable conversación con Jade, de esas que son difíciles de tener, y en un abrir y cerrar de ojos, estaba yo sentada en la mesa entre la mirada incesante de mis padres, sentados uno a cada lado mío. No me atrevía a levantar la cabeza, ¿qué me encontraría en sus miradas? ¿decepción? ¿repulsión?

Después del grito de Trina, Jade salió corriendo cabizbaja, y papá quería matarla. Tengo que agradecer a mi mamá por eso, gracias a ella no tendré que enterrar un cuerpo en el patio de mi casa... Eso es algo que Jade diría... Oh cielos, ¿quién pensaría que Jade fuera tan cobarde? Salir corriendo apenas vio a mis padres. Yo no hubiera hecho eso. Yo hubiera dado un discurso confesando mi amor eterno... ¿Por qué no pudo hacer eso ella? ¿Y en cambio me dejó lidiando con todo esto sola...?

Ahora ni siquiera tengo escapatoria para esta conversación con mis padres que no planeaba tener hasta mucho tiempo después.

— Victoria... –comenzó mi madre. Eso no es bueno, ella nunca me llama así a menos que esté muy molesta–, no queremos sacar conclusiones equivocadas

— ¿Te está obligando? ¿Estás haciendo esto en contra tuya? –le interrumpió mi papá–, los trámites para hacer la denuncia no son tan demorosos... Conozco gente, podría apresurar los papeles, y tenerla arrestada hoy mismo.

— ¡Papá! –le detuve, aunque la idea me parecía tentadora como una venganza, no era para tanto.

— Victoria, hija... —comenzó madre, de nuevo con mi nombre completo, pero noté un dejo de cariño en su voz. Quizá la conversación no sería tan terrible como pensé–, nos tienes que explicar, antes de que sea demasiado tarde y no pueda detener la furia de tu padre.

Me mantuve callada, sin saber cómo explicar que yo no tenía ni la menor idea de lo que estaba haciendo. Mamá me tomó levemente el brazo, dándome un pequeño apretón y entregándome una sonrisa antes de volver a hablarme.

— Tori, ¿te gustan... las mujeres? –me preguntó, tratando de palpar la frase en sus labios. No, las mujeres no... Jade.

— No... no lo sé –dije quejándome, exasperada ya por la incomodidad de la situación–. Es Jade.

— ¿Te hizo algo? ¿Te está obligando? –me preguntó de nuevo mi papá, preocupado y casi gritando. Lo miré amenazantemente porque claramente no ayudaba a la situación.

Mamá soltó un suspiro.

— ¡David! –le gritó, haciendo que mi papá se quedara en completo silencio. Miré agradecida a mi madre y me recosté en la mesa desordenándome el pelo, confundida.

— No, no me hizo nada –le respondí al final a mi padre–, aparte de confundirme y jugar con mi cabeza.

Dije lo último más en un murmullo, sintiendo como mi madre me colocaba una mano en mi espalda y trataba de tranquilizarme.

— ¿Estás confundida? –me preguntó mi madre con una voz más suave. Solo asentí con la cabeza–, Aww hija, ¿te estás enamorando?

— ¡Mamá! –le reclamé avergonzada, levantándome de mi posición y apoyándome en el respaldo de la silla. Al ver que no cambiaba su cara curiosa, me rendí–. No sé... Es lo que estoy tratando de averiguar.

— Awww –me molestó de nuevo abriendo sus brazos para un abrazo–, hija, quiero que sepas que te apoyaré en todo.

Luego de que tanto mi papá como mi mamá me dieran un cálido abrazo, ambos recogieron las bolsas que traían consigo, y se marcharon, mi padre haciendo un comentario sobre 'no tenerse que preocupar por un embarazo' mientras que mi madre notaba por primera vez el celular en el jarro de la limonada.

Te amo de la Misma Manera...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora